El Niñero [Hiccstrid]♡

~Capítulo 52~

-Hipo...dijo, pero fingí que no había emitido palabra alguna y seguí hablando

-Llegué a la casa...

Flashback

Llegué a la casa, había ido a uno de los restaurantes más elegantes de la ciudad para hacer una reservación. Intenté hacer la reservación por teléfono, pero no había mesas disponibles así que decidí ir allí por mi propio pie y tratar de conseguir una mesa, además aprovecharía para recoger el regalo que le daría. Escogí un brazalete de plata, uno delgado así luciría mejor en su muñeca. Este tenía grabado por la parte interna una "H + A" y la fecha en la que nos volvimos novios. No sabía que elegir para regalarle, solo cumplíamos 2 meses, no quería adelantarme, pero quería que ella notara que me importa. Conseguí la mesa, sería a las ocho de la noche, recogí el brazalete  de la tienda; ya tenía todo listo.

Ast no tardaría en llegar, tenía la pequeña caja en el bolsillo de mi pantalón, estaba por sentarme en la sala cuando escuché el timbre. Seguro sería Ast, aunque ella no tocaba el timbre, solo entraba con sus llaves.

Abrí la puerta sonriente, pero se desvaneció en un instante.

-¡Ay!, pero que lindo que me recibas así-era Alice.

-Claramente no te esperaba a ti...-le contesté serio. El día que habíamos terminado por segunda vez, ella no lo había tomado nada bien pero era lo mejor, yo sentía tanto por Ast y no podía engañarme saliendo con Alice.

-Tal vez lo hacías inconscientemente- dijo y entró a la casa sin siquiera pedir permiso.

-Alice...esta no es mi casa y mucho menos tuya, no tienes ningún derecho de entrar así, hazme un favor y vete- le pedí o más bien le ordené.

-Cálmate Hipo- pasó suavemente su mano sobre mi hombro, yo sólo reaccioné haciéndome a un lado-Además no está la estúpida esa, ¿no?

-No vuelvas a decirle así-le dije bastante molesto, no le bastaba con incomodarme con su presencia, como extra agredía a mi novia. Me di la media vuelta y caminé hacia la cocina. Escuché sus pasos tras de mi, pero yo estaba distraído tratando de controlarme, no quería ser grosero con ella. Tal vez si la ignoraba terminaría por irse.

Saqué una jarra de agua del refrigerador y la puse sobre la barra para tomar un vaso, ya teniendo ambos en la barra comencé a servirme.

La vi rodeando la barra y después desapareció de mi mira, estaba detrás de mi.  Tomé el vaso para beber de él, pero al sentir sus manos, muy cerca de mi entrepierna un escalofrío recorrió todo mi cuerpo por completo.

-¡¿Qué haces?!-le reclamé volteando a verla.

-Hipo...-pasó sus manos por mi cuello anudándolas en mi nuca formando un candado-Tu no puedes cambiarme por ella-dijo negando con la cabeza-Tu y yo somos perfectos juntos-sin darme tiempo a nada, aprisionó mis labios con los suyos, produciendo un fuerte roce entre ambos ya que yo no le seguía el beso.

-¡Lo nuestro ya fue!-le dije desesperado y la alejé de mi-Fue lindo, pero llegó a su fin, entiende Alice-traté de tener el mayor tacto y amabilidad al hablar.

-¡Es una niña!-gritó frustrada.

-¡Y no tienes idea de cuanto amo a esa "niña"!- Astrid a pesar de ser tres años menor que Alice, era mucho más madura y aunque no lo fuera, seguiría siendo perfecta para mí- Por favor, ya vete- le dije firme.

Tomó su bolsa que estaba en la mesa, estaba por salir de la cocina cuando ambos escuchamos el sonido de la puerta. Los nervios me invadieron, era Ast,¿qué le diría? no sería sencillo explicar que hacía su novio con su ex novia en su cocina.

-¡Ups!-sonrió malvadamente- Nos descubrieron- susurró y rápidamente se abalanzó a mis labios, volvió a besarme, pero antes de que pudiera alejarla o alejarme atrapó mi labio inferior entre sus dientes, provocando que el grosor y color de este aumentara considerablemente.

-¿Hipo?-escuché su voz cerca de la cocina, no podía permitir que la viera así de pronto, tenía que prepararla antes. Salí rápidamente y me encontré con ella.

-¡Hey!-dije sumamente nervioso pasando mi mano por mi cabello.

-¿Estás bien?-obviamente notó mi nerviosismo.

-S...sí, ¿y tu?-"¡Estúpido!" pensé al caer en cuenta que había contestado.

-Hipo en serio estás...-reía, pero de un momento a otro su sonrisa se desvaneció y sólo miraba sobre mi hombro, volteé y era Alice quien salía  de la cocina con los labios a punto de explotar, hace unos segundos no estaba así. Los había mordido para empeorar la situación.

-Hasta luego, lindo- dijo parándose  aun lado de mi y después besó mi mejilla.

-Astrid, no es lo que estás pensando-comencé a hablar aceleradamente, pero ella solo me dirigía una mirada neutra. Se escuchó la puerta y cerró los ojos.

-No me expliques nada-los abrió lentamente, se notaba su enojo a kilómetros- Todo es más que obvio- tenía una caja pequeña plateada en sus manos la cuál tomó dirección hacía mi. La atrapé en el aire mientras veía como Ast corría escaleras arriba.