Una Tal.

Cortante.

CAPÍTULO 6: CORTANTE.

Habían pasado dos semanas desde que Chikane había llevado a Himeko y a Souma a la casa de los Kurusugawa. Himeko había adoptado una posición cortante hacía con Chikane y ella no pensaba seguirle el juego, le había ignorado los primeros días porque quizá era asunto de exámenes, pero ya era hora de que Chikane la enfrentará.

-Himeko, me gustaría hablar contigo.- Decía Chikane atrás de Himeko, siguiéndola lentamente.

-¿De?- Himeko se detuvo un instante esperando respuesta de Chikane, la cual no llegó a su oído y continuo con su marcha.

-De nosotras.

-No hay nada de qué hablar.- Se detuvo, lo cual llevo a que Chikane se chocara con su espalda.

-¿Aún somos amigas?-Se apresuró a decir Chikane mientras colocaba ambas manos a los costados de Himeko para evitar caer.

-¿Acaso lo fuimos?

-Me imaginaba que sí.

-¡Vaya! Una niña que imagina mal las cosas.- Himeko se volteó para enfrentar a Chikane.-No seremos amigas nunca, ¿Acaso no lo ent...?-

-Eres hermosa con el ceño fruncido.- Interrumpe a Himeko.

-Eres idiota.- Dice Himeko sonrojada, volteando y retomando su camino.

-Posiblemente seas tú la culpable, me confundes.

-Jamás te he dado motivos para que pase eso, yo no soy lesbiana.

-¿En serio? Y entonces ¿Por qué piensas que me refiero a ese tipo de confusión?

-No quieras cambiar mis palabras.

Himeko apresuró el paso dejando a Chikane atrás, posiblemente no podía evitar pensar en ella, dejar de ver sus ojos o su cabello, pero eso no la hacía una lesbiana.

¿O sí?

Himeko sabía que solo era porque jamás había visto a nadie con ese color de ojos, cabello y tez. Solo era eso, ella realmente quería a Souma, aunque él la hubiera dejado por "el intercambio".

Caminaba lentamente por el parque con dirección a su casa, hoy tenía que hacer tareas, el fin de semana empezaba a trabajar en un Maid Café y esperaba que con eso pudiera solventar sus libros. Fue un momento tan rápido que vio detenerse una moto a lado suyo.

-¡Himeko!

-¡Ejem!- Dijo deteniendo el paso, mientras volteaba a ver quién le hablaba.

-¿Quieres que te lleve?

Por el casco Himeko no sabía quién era, pero sabía que era una mujer, vio aquellos vaqueros y chaqueta e inmediatamente supo quién era.

-No, prefiero caminar.

-A tu mamá le agradó verme, sería un gesto noble de tu parte que me invites a tu casa.

-A mi mamá le agrada todo el mundo.

-¿Por qué me odias?- Dijo Chikane mientras se bajaba de la moto y quitaba a la vez el casco.-

-No te odio.-Respondió, quedándose ahí, sin moverse.

-¿Y por qué tiemblas cuando estoy cerca? Asocio a que no puedes controlar tu ira hacia conmigo, pero si dices que no me odias, ¿Entonces?

Himeko se volteó, no sabía que responder, ella sabía que no era lesbiana, le gustaba Souma, acariciarle la nuca. Temblaba, ¿Por qué lo hacía?