Dulce elixir

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Odiaba ser descubierto de acciones que claramente deseaba fueran anónimas, más siendo una criatura que no debía ser descubierta por los humanos. Ya con los años estaba siendo aburrido mantener el secreto, más por el tener que alimentarse de animales; como deseaba poder alimentarse tranquilamente de la sangre humana, como aquellos tiempos en su pasado. Sin duda extrañaba esos años al lado de su familia, no por convivir con ellas, sino por la cacería. La familia era algo que quedaba en segundo plano luego de alcanzar la madurez, la importancia de esta era tal cual la de un animal, cada uno se las arreglaba como podía. Sobre todo por su raza, ¿Vampiros con sentimientos?, quizás humanos transformados, pero pura sangre como él... Los sentimientos no existían.

¿Celoso? ¿¡Celoso!?. Ni siquiera sabía en qué contexto lo había preguntado, ¿Celoso de él? ¿Celoso de Dambi?. Preguntas sin sentido que el mismo se hacía, claramente eran celos de él. La pregunta claro, porque ¿Celos?, ¿Por qué tendría celos de él?, la tipa no era la gran cosa, compararla con otras tampoco era un gran cambio, sabía escoger muy bien a la hora de llevar a una mujer a la cama, partiendo por sus delicadas manos, un fetiche que siempre había tenido, el cuerpo, la figura en si, siempre estaba de más, su fin era coger, beber su sangre, borrar su memoria, y jamás se habían visto en la vida.... ¿Celos?... Claro que no.

-¿Yo? ¿De ti?. ¿Es un chiste?.- Pronunció en esa voz seca, sin darle importancia a un tema para él, irrelevante.

-No es coincidencia que estés justamente aquí cuando estoy a punto de cogerme a una tipa.- Sabía que con una respuesta como esa solo le agregaría más leña al fuego. .- ¿Tu fuiste quien nos interrumpió? ¿No?

¿Por qué no podía ser uno de los tantos que se alejaba por simple miedo? No, Yunho Jung era de esos curiosos y encimados como la guinda de un pastel, el adorno perfecto, queriendo llamar la atención del mundo y sentirse superior a él. Con el simple hecho de enfrentarlo ya era uno de tantos que creían ser mejor que él. Pero el primero de los estudiantes en acercarse. Comúnmente con esa edad no se atreverían a enfrentarse de tal forma a un maestro, además, MinAh no había escogido de entre ellos un humano problema como lo parecía ser el moreno frente a él, cada vez más cerca.

Podía escuchar sus pensamientos sin problemas, la curiosidad por sus gafas, no le sorprendía, más con el sol terminando por perderse en el horizonte. Típicas preguntas, ¿Por qué no las quitaba? ¿Qué ocultaba? Le aburría el solo escuchar las reiteradas preguntas en los pensamientos de todos los humanos, día tras día era lo mismo. A veces solo pensaba en buscar una forma quitar ese color tan llamativo de sus ojos, pero el dorado tal cual oro actuaba como linternas en sus ojos. El dorado, era más que un simple color de ojos, era su rango.

-Primero, soy tu maestro, soy mayor, ten un poco de respeto. ¿O es que te criaron los lobos?.- Espero paciente una respuesta al insulto intelectual, sin recibir nada prosiguió.- Segundo. No me interesa lo que hagas con Dambi. Por mi puedes cogerla todo lo que quieras.-

Una verdad que no podía ni quería ocultar, las mujeres eran un pasatiempo más, el amor para el no existía, entonces, ¿Por qué interesarle algo más de una mujer?. Su inexpresión era el odio de todos, siempre serio, ni una sonrisa, ni fruncir el ceño, aunque su piel no podía arrugarse ante las expresiones faciales, ser inexpresivo traía lógicas a los humanos por su piel suave, blanquecina, envidiable, incluso por mujeres. Otra cosa que le molestaba, ¡No era femenino!. Como si no escuchara todo lo que dicen en los pasillos, era un vamp...

-¿¡Por qué mierda no te quitas eso?!.-

La voz en rabia del moreno le saco de sus pensamientos. Había bajado la guardia por el simple hecho de perderse una vez más en su cabeza; escuchar los pensamientos ajenos traía más para los propios. Lo peor no era eso. Sus lentes fueron robados por primera vez de su rostro. Sintió el roce de la varilla y el terminar de sus lentes en el derecho de su rostro, solo reacciono como un humano más, debía hacerlo, no podía mostrar sus habilidades a menos que deseara morir en manos de la híbrida. Desvió su rostro manteniendo sus ojos cerrados, por ningún motivo dejaría que un humano viera sus ojos, mucho menos él, quien creía ser superior a un vampiro con ese rango.

¿Hero?Where stories live. Discover now