-No abras los ojos todavía – dije dándole la mano a Grace – sígueme.
-Llevo los ojos cerrados guíame tú – dijo suspirando.
-Como sigas quejándote no habrá regalo – dije riendo.
-Vale me callo – dijo mordiéndose el labio.
Solté la mano de Grace y la cogí de la cintura poniéndome detrás de ella sonriendo. Di un paso hacia delante y Grace también lo dio tambaleándose, apreté más mi agarre en mi cintura para que no cayera.
-Me estoy poniendo nerviosa, para mis dieciocho me llevaste a montar en pony – dijo con una mueca en la cara.
-Te lleve porque dijiste que te hacía ilusión.
-¿Puedo abrirlos ya? – dijo girando su cara hacia mí.
-Si – dije apoyando mi mentón en su cabeza.
-¿Dónde estamos? – dijo separándose de mí y alzando las manos.
-Tienes delante de ti la playa – dijo con una mueca en la cara - ¿cómo que donde estamos?
-En nuestra ciudad no hay playa – dijo girándose hacia mí.
-Por eso hemos estado más de media hora en el coche – dije riendo – vamos – dije dándole un empujón – te traje tu bikini en el coche.
Vi a Grace reír y me abrazó riendo.
-Gracias – dijo saltando mientras iba hacia el coche.
Cuando Grace y yo nos cambiamos ella se fue hasta la orilla de la playa mientras que yo cogí el par de toallas y la nevera que había escondido en la parte de atrás de la furgoneta.
-Nunca había visto la playa en persona – dijo Grace acercándose a mí todavía sonriendo.
-¿Nunca? – dije alzando una ceja dándole las dos toallas.
Negó con la cabeza y se fue de nuevo a la orilla.
-Sabes – dijo mirando el mar – creo que me da miedo meterme en tanta agua junta – dijo mordiéndose el labio – creo que me quedaré aquí – dijo dándose la vuelta chocando conmigo.
Sonreí de lado y negué con la cabeza, me agaché rápidamente y cogí a Grace de las piernas colgándola de mi hombro, reí cuando sentí como me pegaba en la espalda y me encaminé hacia el agua.
-Elliot no tiene gracia – dijo pataleando – tengo miedo, tengo miedo – grito.
-No va a pasar nada – dije bajándola un poco para que ella abrazara mi cintura con sus piernas – solo es agua.
-Si lo piensas – dijo abrazándome – es mucha agua en la cual no sabemos lo que hay dentro.
Rodé los ojos y la solté, pero Grace apretó más su agarre en mi cintura con las piernas para no caer.
-No me sueltes – susurró con la respiración en mi cuello.
-Solo es agua – dije poniendo mi mano en su espalda – prometo no soltarte.
-Te juro por Dios que como me sueltas la mano no te hablaré más – dijo poniéndolos pies en la arena.
-No me tientes – dije tirando de ella.
Tiré de ella hasta el agua cogiéndola de la mano y giré mi cara para mirarla.
-Grace – dije riendo y tirando de ella hacia mí – enserio, no va a pasar nada.
Sonrió de lado y se colgó de mí haciendo que yo me tambaleara un poco sin llegar a caerme.
-¿Qué haces?
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Los libros de Elliot [COMPLETA]
Teen FictionY todo comenzó con un castigo. Puede que esta historia tenga algo de cliché, pero lo que no tiene son esos capítulos relacionados con drogas, peleas de bandas, un bad boy y chicos conflictivos, nada por el estilo. Elliot es un chico completamente no...