Capítulo 5

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Scorpius y yo nos debíamos encontrar en el baño de niñas a media noche. Yo estaba sentada junto a un gran vitral, de una sirena, no había rastros de Scorpius; cada vez que escuchaba pasos, volteaba a mirar, y eran de los alumnos de otras casas. Incluso una niña vino al baño, era de Hufflepuff, le sorprendió verme allí sola.
- ¿Qué haces aquí, sola, a mitad de la noche? - me preguntó, mientras se lavaba las manos.
- Espero... - pensé en si decirle o no, sonaría mal estar esperando a un niño en el baño de niñas - Espero a mi compañera que esta en éste sanitario.
- Claro, espero que no tarde tanto - río la niña, y se fue despidiéndose con la mano, yo le devolví el gesto.
Sentí como un escalofrío recorría mí espalda, una leve pero fresca brisa, había invadido la habitación.
- Linds - me susurró, una voz masculina en los oídos.
Me sobresalte al escucharla, miré a mi lado y no había nadie. Scorpius se quitó una capa, pero no cualquier capa, era nada mas y nada menos que La Capa de Invisibilidad.
- ¡Merlin!, Scorpius - dije asustada, con una mano en el pecho, me había agitado.
- Tranquila, soy sólo yo.
Me abrazó inesperadamente, quede inmóvil.
- ¿Para que querías que nos veamos aquí? - pregunté, más relajada.
- Quiero conocerte más - confesó, sentándose a mi lado, dejando la capa junto a el - Y dime... Algo interesante sobre ti.
Pensé y, dudando, comencé diciendo lo siguiente.
- Mi segundo nombre es...- me puse nerviosa - Scarlet.
Scorpius me sonrió.
- El mio es Hyperion.
Scorpius miró para abajo, esperando la burla, me reí por lo bajo, pero no me burlé.
- Es adorable, como el chico que lo posee.
Scorpius se me acerco apresuradamente intentando besarme. Me aleje rápidamente, ¡Por Merlin Scorpius llevamos dos minutos tratando de conocernos, relaja tus cabellos rubios!.
- Dime, el nombre de tus padres - dije tratando de seguir la conversación.
- Draco Malfoy y Astoria Greengass - mencionó, un tanto avergonzado por lo ocurrido hace un momento- ¿Los tuyos? Oh, ya lo se.
- De todas formas lo diré, Neville Longbottom y Luna Lovegood. Estoy orgullosa de ellos.
- ¿Quién es tu MAAT?
- ¿Y eso es...?- pregunté, desconcertada.
- Mejor amiga ante todo - Scorpius puso cara de asco y posó su mano, sobre su pecho - Parezco una chica hablando así.
Solté una gran carcajada, Scorpius me siguió.
- Esa es Rose, ¿La tuya?
- Maddie...- justo cuando iba a decir su apellido nunca escuchado, lo interrumpí, por boba.
- ¿Maddie es tu mejor amiga ante todo?
- Así es, y ¿Mejor amigo?
Pensé la respuesta, no tenia un mejor amigo definido.
- Posiblemente Albus, aunque me llevo súper bien con James. ¿El tuyo?
- También Albus - contestó y me sonrió.
Nos quedamos mirándonos por unos segundos.
- Dime un secreto que no le hallas contado a nadie - dije apoyando mi cabeza en su hombro, y ahora, ¿quién era la apresurada?
Scorpius se quedó en silencio por un instante, pero duró muy poco.
- En realidad no soy tan malo como parece, cuando se enteran de que soy un Malfoy piensan que soy un ser humano sin corazón, como mi abuelo, pero en realidad, no. Me preocupan mis padres, pelean muy seguido, antes eran muy unidos, algo cambio en sus actitudes, además de que mi madre enfermó, pero, no quiero hablar sobre eso, no debo llorar enfrente tuyo - me confesó, con mirada caída.
- Scorpius, eres una persona muy linda, las apariencias engañan siempre, no debes preocuparte por los comentarios negativos, si no por los positivos y considerar mantener eso bueno que admiran. Y respecto de tus padres... En toda pareja hay discusiones, como también hay momentos felices, tan solo muestrate fuerte, hazles saber que tienen tu apoyo en cada decisión que toman; y no te alejes de tu madre, parece que te necesita.
Scorpius asintió en cada una de mis oraciones.
- Gracias Linds - me agradeció - Y tu, dime ese secreto que jamas le confesaste a alguien.
Tome aire y pensé en ese secreto oculto en mi corazón.
- Realmente me aterra la idea de que mis hermanos estén cerca mio, Lorcan es tan malo como un mortifago, o al menos conmigo. A Lysander no lo he visto aún, pero ellos tienen un resentimiento conmigo - pare un instante de hablar, me dolía realmente eso - Ellos fueron criados por Hannah, no por mi mamá, nuestra mamá. Por culpa de Rolf, él no quiso que mi madre los visitara, y Hannah se mudó con ellos por pura sed de venganza.
- Primero te diré que está celoso, porque tu, viviste llena de atención, por ambos de tus padres. Conozco a los hermanos Scamander, son agradables, pero no deberías tenerlos como enemigos. Y segundo, yo estaré para defenderte, cuando lo necesites - metió su mano en el bolsillo de el uniforme, y sacó un colgante plateado al cual le colgaba un dije circular dorado, con una luna en medio.
Me llevé las manos a la boca, no podía creer que un chico me regalara tal cosa, era demasiado lindo, el mejor de los obsequios.
- Scorpius, me encanta - me encontraba super emocionada, saqué las manos de mi boca.
- Elegí lo mejor, para lo mejor - me regaló una sonrisa - También aleja a los Nargles, así lo pedí.
- Es asombroso, los nargles me trataban de ocultar las cosas esta mañana, eres muy atentl e intuitivo.
Abracé a Scorpius, adore mucho este regalo.
- ¿Te lo pondrás? - me preguntó, separandolo de par en par.
- Claro- me separé de él, me puse de espaldas y levanté mi cabello, para que pudiera colocarme el colgante.
Pensamiento de Scorpius.
Es tan linda, no creí que el regalo le gustaría tanto. Cuando levantó su pelo el aroma a su perfume me encanto, olía muy dulce y agradable. Cuando le coloque el collar, sus cabellos oscuros con mechones rubios cayeron sobre mis manos. El color del mismo, me hizo recordar a mi abuela, Narcissa.
El cabello de Lindsay era realmente suave, tenia un olor también dulce. La chica me tiene encantado.
Volviendo a Lindsay...
Ay Scorpius Hyperion Malfoy, es mi asno favorito.
- Cuando apretes esto - señaló la luna del collar - Me enviará una señal, lo que significara que me necesitas.
Me mostró su anillo, era exactamente igual al colgante, pero obvio, OBVIO n forma de anillo.
- Eres el mejor, Scorpius - halague, mostrando mi satisfacción con su actitud.
×Lindsay eres una cursi×
- Y tu eres muy linda.
¡MERLIN! Scorpius ahora puedes besarme.
Le regale una gran sonrisa, justo en ese momento estábamos cara a cara... Y aprecio Myrtle.
- Ahhhhhhhhh... - arrastro la palabra.
Scorpius y yo nos asustamos, tanto que, de un momento a otro, me tomó la mano.
- ¡Myrtle! - gritó Scorpius.
Myrtle se asomó del sanitario central, se mostró vergonzosa.
- ¿Qué hacen aquí, a media noche? - nos preguntó.
- Sólo hablamos - dijo, Scorpius, ahora más aliviado.
- A media noche no me suelen visitar - mencionó, entre lamentos.
- Lo sentimos - me disculpé.
Myrtle se nos acercó apresurada y la teníamos frente a nosotros.
- ¡Vayanse! - grito, seguía lamentándose- Ahora.
Scorpius y yo nos paramos, el tomó la capa y, se preparó para ponérsela. Rápidamente nos dirigimos a la entrada del baño.
- Adiós - dije, estábamos frente a frente.
- Oye Linds... - me llamó, pero no termino de decir, lo que tenía para decir, el chico se despidió con un pequeño beso en mis labios, se colocó la capa e inmediatamente deje de verlo.
Sonreí de oreja a oreja, no podía estar mas feliz. Regrese a mi habitación, la sala común estaba desierta, con las luces apagadas. Saqué mi varita.
- Lumos - susurré, y mi barita encendió una luz en la punta.
Fui rápidamente a la habitación, no paraba de sonreír. Rose, Padma y Holly no se habían dormido, estaban sentadas al borde de sus camas, mirandome, las luces de la habitación estaban encendidas.
- Nox - dije, en un tono normal.
- ¿Dónde estabas? - preguntó, Holly, seria.
- Holly, acordamos no preguntarle eso - bufo, Rose.
- Adiós al plan - dijo Padma - Linds... - se levantó de la cama y me abrazó.
Obviamente no la iba a dejar abrazandome sola, rodee su cintura con mis brazos, aunque no comprendía la situación.
- Alguien que me diga, qué sucede - dije confundida.
- ¿Cómo te fue con Scorpius? - preguntó, Rose, sonriendome.
Las chicas se sentaron en mi cama junto a mí, les conté cada detalle, les enseñé mi collar, les conté del anillo de Scorpius, les conté cuando Myrtle apareció. Ellas escuchaban atentas cada cosa que yo decía, cuando llegué a la parte de la despedida, me puse en modo suspenso.
- ¡Por Merlín! Habla de una vez - ordenó, Rose, impaciente.
Me reí.
- Me besó - les dije, poniéndome completamente cursi en mi cabeza, sentía un nudo en la panza, no se por qué.
Todas pronunciaron un largo *Aummmmmmmm*.
- Bueno niñas, creo que deberíamos ir a dormir. Mañana es un día demasiado largo - mencionó Rose.
Todas, incluyéndome, asentimos, cada una volvió a su cama.
- Padma, antes de que duermas. ¿Podrías hacer ese hechizo para ponerme ese pijama? - solicité, poniéndome en pié.
- Claro - dijo, y tomó su varita, hizo un movimiento y aparecí cambiada.
Le sonreí en señal de agradecimiento.
Desatendí la cama y me acosté. Me tapé hasta el cuello, solo pensaba en Scorpius; las luces se apagaron y me dormí automáticamente.
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Padma me despertó de una sacudida, me levanté de inmediato y fuimos a asearnos. Estuvimos listas en menos de lo que esperábamos, se nos hizo tarde de todos modos y nos dirigimos corriendo al comedor. Nuevamente las miradas cayeron en los que entraban, Padma, yo y algunos Raevenclaw.
Nos sentamos en la mesa de los Gryffindor, estábamos cerca de Hugo, Lily y Fred Weasley (los 3). Enfrente de los Slytherin. Aunque, cuando dirigí la mirada hacia Scorpius, lo noté, cabizbajo junto a Albus.
Me preocupé, y pense en alguna solución., fue entonces que, se me ocurrió, tocar mi collar, el miró a su anillo, levantó la vista, examinando toda la mesa de los Gryffindor, hasta que me encontró. Le hice señas, preguntando si le sucedía algo, supongo que comprendió la pregunta y negó sonriendome, le devolví la sonrisa, y comencé a comer, tenia mucha hambre, primero me serví pastel de queso, luego en el vaso jugo de calabaza.
Comí con prisa, ya que muchos se estaban levantando de sus asientos. Me llevé todo a la boca, y tragué como pude; ya en los pasillos, Rose y Maddie fueron juntas, delante nuestro, yo estaba con Holly, porque Padma tiene diferentes clases a nosotras.
- ¿Qué clase tenemos ahora? - pregunté, mientras seguía el paso apresurado de Holly.
- Herbologia.
Me quede dura en el medio del pasillo, tenía clases, con mi padre de profesor.
- Apresurate - me obligó, Holly, despertándome de mi petrificación.
Entramos a clase, y lo peor es que, me senté junto a Scorpius, mejor que no se haga ningún comentario. No estábamos en el invernadero, creo que así se llama.
- Buenos días niños - saludó, papá, demasiada confianza padre - Hoy aprenderemos sobre las Mandrágoras, no hablamos de ellas en mucho tiempo- papá fingía que tosía pero murmuró - ... un año ... - algunos alumnos rieron, yo no, estaba acostumbrada a ese tipo de comentarios - Bueno, las mandrágoras nos aportan muchos beneficios, con el zumo de mandrágoras podemos curar a los petrificados. Les contaré, en mi segundo año en este colegion la cámara de los secretos fue abierta, de ella salio el basilisco. Si veías al basilisco reflejado a través de algo, quedabas petrificado, pero si veías al monstruo, a los ojos, MORIAS - la palabra "Morías" la dijo en tono tenebroso, algunos chicos rieron, yo no (me considero un poco aguafiestas) - La profesora Sprout preparó el zumo de mandrágoras...-- BLA BLA BLA, papá ésta clase es aburrida, me has contado esa infinita historia, toda la vida, a propósito te amo.
Seamos sinceros, la clase se puso aburrida, unas de las chicas de Slytherin miraban a mi padre con desprecio, son unas malditas mortifagas, están celosas de que mi padre pudo ser el elegido, en cambio, las chicas de Hufflepuff, miraban a mi padre, enamoradas y asentían a cada cosa que mi padre decía, acompañado de un suspiro. Hello, soy su hija niñas, mi madre les haría un levicorpus y desearán no volver a ver a mi padre. Yo tenía la cabeza apoyada en el pupitre, de madera oscura, mirando a los Gryffindor a mi derecha. Mis manos estaban sobre mi regazo, en un momento sentí una mano, tibia que agarraba la mía y la ponía bajo el escritorio. Luego sentí que la otra mano la apoyó sobre mi pierna izquierda.
×Scorps tienes a mi padre en frente, consigue un mapa y ubicate×
Mi padre se había acercado a hablar con las chicas de Hufflepuff, malditas, fue entonces que aproveché para hablar con Scorpius. Gire mi cabeza, en modo flash, oportunista, y estábamos muy cerca.
- Scorpius - le susurré, y me miró - ¿Qué te sucedía hoy?
- Nada, solo estaba cansado - me respondió, en susurro.
Puse mi cara de sentencia, los hombres no pueden con el instinto de la mujer.
- Hyperion, solo dilo - le ordene, en susurro.
Scorpius rodó los ojos.
- Mi padre me envió una carta, el y mamá están pensando en el divorcio. En realidad sólo él - susurró triste, y con mirada caída.
No sabía que responder a eso, alguien tan lindo y dulce no puede estar triste, piensa Linds, piensa.
- Scorpius, sabes que siempre estaré para ti, para apoyarte, creeme - le asegure, esto es una clase de juramento inquebrantable, aunque nadie muere si se rompe.
Toda nuestra charla había sido en susurro, me reí por dentro; le regalé una sonrisa, lo noté realmente triste, Malfoy no puedo verte así.
Papá continuó con la clase, en mi lado del escritorio, junto a mi cabeza, apareció el libro "Plantas carnívoras del mundo". Levanté la cabeza y lo miré, me guiñó un ojo, ay papá, tú siempre a un paso adelante. El libro, se abrió en la página 28 y ni siquiera me digne en leer lo que la clase comentaba .
Hasta que término la clase Scorpius y yo aun teníamos la manos agarradas. Cuando la clase acabó, nos tuvimos que soltar...
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El día pasó volando, Herbologia, estudios muggles, el coro (fue la mejor parte), astronomía... BLA BLA BLA. Todas las casa y los profesores yacíamos comiendo, en el gran comedor, la profesora McGonagall se paró en su lugar y se preparó para dar un discurso.
- Estudiantes - nos llamó - Les tengo una noticia que creo que les agradara escuchar, aunque a algunos en particular, quizá no. Este año Hogwarts es nuevamente el hospedador de los colegios que participaran en la copa de los 3 magos- dicho esto todos empezaron a balbucear - Sólo esperaré que la escuela muestre valentía (miro a los Gryffindor), astucia (miro a los Slytherin), inteligencia (miro a los Raevenclaw) y lealtad (miró a los Hufflepuff).
Todas las casas estallaron en aplausos y gritos.
- Dicho esto, que ingresen los colegios - ordenó McGonagall.
Las jóvenes de Beauxbatons entraron haciendo un baile de danza clásica, el cual conozco muy bien, y de ellas, desprendían mariposas turquesas. Las últimas en entrar fueron ¿Madame Maxime? y Fleur, se colocaron del lado izquierdo a la directora.
Luego se escuchó un gran estruendo, chicos con capas se movían de un lado a otro, eran los jóvenes de Durmstrang, el último que entró supongo que era el director. Era serio, con una barba de candado, y pelo hasta un poco mas arriba de los hombros. Ellos se colocaron del lado derecho.
- Estas jovencitas - extendió el brazo asia la izquierda - Son del colegio Beauxbatons.
Todas las casas aplaudieron.
- Y estos jóvenes son del colegio Durmstrang - cuando dijo eso todos comenzaron a aplaudir, especialmente las chicas.
- Espero que todos reciban reciban muy bien a nuestros invitados - dijo McGonagall - Por favor sientense y coman lo que quieran.
Había una mesa para cada colegio, yo me pare arriba de mi asiento y busqué a mis dos amigas, Ava y Any. Ellas estaban haciendo lo mismo cuando las localice, alce mi mano derecha y vinieron en camino, me volví a sentar.
- Disculpa, ¿te molestaría hacer un poco de lugar para que vengan mis amigas? - le pregunté a un chico un tanto rubio y... Oh rayos, es Lysander.
- ¿Lindsay? - me miró, asombrado-- ¿Desde hace cuánto estas en Hogwarts?
- Hace poco, tiempo no especificado - aclaré, casi sin habla.
- ¿Cómo estás? - preguntó, amable.
En aquel momento, me sentí bien porque, al menos, uno de mis hermanos, era amable conmigo.
- Bien, gracias. ¿Tú?
- Bien - dijo - Chicos, hagan lugar- les ordenó a sus amigos, que estaban sentados junto a él.
- Gracias - agradecí, sonriendo. El solo asintió y se corrió, dejando espacio para mis amigas.
Ellas (Ava y Any) vinian trotando, con delicadeza, cuando estuvieron cerca, corrieron y me abrazaron muy fuerte.
- Las extrañe mucho amigas - admiti, emocionada.

Longbottom Y LovegoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora