Un Bebe En Medio 2.

Capítulo 01

Cinco años después.

—¡Mamá! — Alice escuchó como un grito provenía de la habitación principal de su espaciosa casa, dejó tirado lo que estaba realizando en su Mcbook y caminó hasta donde se encontraba Justin llorando.

—¿Que sucedió, cielo? — Alice preguntó con total delicadeza mientras lo alzaba en sus manos caminando junto con él hasta las habitaciones de sus dos pequeñas, Renata y Rachel.

—Yo quelia jugar — Justin pronunció mientras con su pequeña mano rascaba su ojo.

—No es hora de jugar, bebé — Alice caminó junto con él, después de inspeccionar las habitaciones de las niñas hasta la suya — Mañana debes de ir al jardín y los niños como tú a esta hora están dormidos.

—Yo no quelo dormir ¿tu quieles dolmil? — Justin pronunció haciendo un puchero.

— Mamá también quiere dormir, así que su bebé debe de dormir — Alice lo acomodó en su cama de superheroes dejándolo completamente cubierto por su manta — Así que esperemos que mañana sea un excelente día.

Justin suspiró y cerró sus ojos, Alice aprovechó aquello para volver a su oficina y terminar de arreglar algunos planos del nuevo trabajo que estaba realizando.

—Mamá — escuchó como una voz algo adormilada sonaba justo detrás de ella — No puedo dormir.

Alice giró su silla observando a Rachel con su pijama de princesas y un peluche de oso en sus manos.

—¿Qué no te deja dormir, princesa? — murmuró mientras estiraba sus manos indicándole a Rachel que se acercara a ella —¿Los nervios porque mañana será tú primer día en una escuela de verdad?

—Extraño a papá — Rachel hizo un puchero y Alice observó como los ojos de su pequeña se cristalizaban — No lo vemos desde la fiestas de las navidades.

—Estamos en Enero, cariño. Su padre está trabajando también — Alice sonrió y besó fuertemente la mejilla de su hija — Además su padre llega en la madrugada de mañana de Seattle, me comentó que pasara a recogerlos.

—¡¿En serio?! — Rachel exclamó con una increíble alegría logrando que su mamá riera fuertemente debido a su cambio de humor.

—Es en serio, nena. — Alice besó su frente— Ahora sin más, vamos a dormir.

Rachel asintió, se alejó de su madre para caminar hasta su habitación. Por otro lado, Alice siguió terminando sus planos, acabó justamente a las dos de la madrugada pero una llamada interrumpió su rutina para acostarse a dormir «Ashton G» apareció en la pantalla de su iPhone.

—¿Sí? — Alice pronunció y junto con eso un bostezo se hizo presente.

—Lamento tanto despertarte, Alice — Ashton murmuró — ¿Los niños saben que pasaré por ellos mañana... Bueno, siendo que son las dos de la madrugada, eso sería hoy mis...?

—Sí, Ashton. Lo saben.

—Oh, super — Ashton suspiró — Así que podré verte después de tanto.

—No lo creo, estaré ocupada en una reunión de arquitectos. — Alice negó mientras dejaba su teléfono en una mesita y lo colocaba en altavoz — Entonces tú pasarás a su colegio y al jardín dónde estarán Justin y Renata.

—Entiendo.

—En ese caso, feliz noche.

—Okey, gracias — Ashton suspiró, una vez más no veía a Alice.

Alice colgó la llamada, acomodó su cabello en una coleta alta para así dormir con comodidad. Organizó su cama dispuesta a dar un pequeño descanso.

***

—¿Es cierto que papi vendrá a recogernos hoy? — Renata pronunció mientras metía una cucharada de cereales a su boca, sí bien, Renata había nacido junto con su hermano Justin, pero era la que mejor tenía pronunciación entre los dos.

—Eso es cierto, bebé.

Alice sonrió asintiendo mientras terminaba desayunar lo que Martha había preparado.

—Está muy delicioso, Martha. —Alice sonrió y se acercó a depositar un beso en la mejilla de Martha, provocando que sus tres hijos rieran.

—Mamá como siempre demostrando su amor — Rachel pronunció mientras se levantaba de la mesa para llevar su plato hasta el fregadero. — Tú no hiciste los cereales, pero me encanta la combinación que hacen con la leche, Martha. Te mereces un cien de cien en tú trabajo.

Martha sonrió mientras negaba con adoración hacía la pequeña Rachel.

—Maltha, debelias de aplendel a plepalal más celeales — Justin sonrió mostrándole sus pequeños espacios en sus encías debido a la falta de sus dientes.

—Bueno, mamá se tendrá que ir — Alice se acercó a cada uno besando sus frentes — Rob, vendrá en unos segundos por ustedes. Mucho cuidado en sus escuelas mis bebés. — Alice caminó hasta la sala principal tomando su cartera junto con las llaves de su camioneta —¡Y no olviden que su padre pasará hoy por ustedes, los amo!

—¡Adiós mamá! — los tres niños gritaron al unísono provocando una gran sonrisa en el rostro de Alice.