Gatubelo

.Ciudad De Konoha.

Las nubes y el viento, su vista fija en la ventana, suspiro hacia mucho tiempo que dejo su ciudad natal por irse a los Estados Unidos. Por mejores oportunidades de superacion profesional y si no fuera por su padre y madre no seria nada. El sol brillaba en un hermoso medio dia y solo faltaban unos minutos para llegar a su destino, la aeromosa le extendio un exquisito jugo de fruta tropical, ventajas de primera clase.

El descenso fue como bajar de la montaña rusa a excepcion que era por la mayor altura, sus ojos contemplaron las construcciones alrededor del aeropuerto. El avion aterriso como ave, bajando de poco a poco su velocidad, porteriormente aviso a los pasajeros a tomar sus pertencias antes de bajar y agradeciendo su preferencia en la aerolineas Tokuda. Inhalo aire al ver con su detenimiento el aeropuerto, se veia mas grande de la ultima vez que lo vio, sabia que al primer pie en tierra japonesa seria volver a revivir su pasado. Su dolor.

Al entrar debia pasar por inspeccion, lo normal. Sin embargo, su vista se fijo en direcciones varias tratando de reconocer a una persona en especial, agarro su equipaje despues que le permitieran la salida, miro su reloj marcando las una y cuarenta y cinco. Tal vez se retraso debido a la editoral en la que trabajaba, lo que si tenia en mente era enfrentar el pasado.

Entre la multitud una cabellera blanca resaltaba, saludo con estusiasmo. Hacia tanto que no lo veia, hacia tanto que no lo abrazaba. Y sabia que de no haber venido no hubiera tenido la oportunidad de reencontrarse, un abrazo mas fuerte entre ambos.

-me alegra que vinieras naruto.- le sonrio con todo el amor a su nieto, su unico nieto.

-gracias ero-sennin ttebayo- le devolvio la sonrisa con la misma intensidad en sus ojos zafiros, iguales a los de su padre. Caminaron hasta el automovil del peliblanco, mientras que su vista azulina se centraba en el paisaje de la ventana; su abuelo lo miraba con preocupacion ciertamente le aterraba la idea de que, naruto no reaccionaria bien ante un noticia nada agradable.

Naruto fijaba su vista entre cada edificio, cada avenida repleta de traunsentes, gente caminando de un lado a otro buscando su destino, suspiro al recordar a sus padres; el auto se detuvo frente a un restaurante que el rubio conocia a la perfeccion.

El Ichiraku, un restaurante de clase media mas un establecimiento era pacifico y de ambiente calido, sus interiores eran de madera caboa pulida, paredes blancas y recuadros que de generacion en generacion de padre a hijo habia transcendido.
Jiraya pidio la mesa mas solitaria, y no por ser de alta sociedad por el simple hecho de la conversacion seria.

-bueno naruto, dime ¿que haras ahora que regresastes?.- la mirada azulina brillo no con alegria, solo un sentimiento grande odio.

-buscar a la asesina de mis padres, y cuando eso suceda la matare- Jiraya asintio, pero queria saber mas- lo unico que se es que ella vive cerca de donde ocurrio el asesinato, y lo que me llena de rabia es que la policia no a hecho na-..

-naruto, tranquilo se que sabremos la verdad tras la muerte de tus padres, pero no es momento para ven..- el semblante del rubio detonaba ira y dolor, lagrimas muy finas descendieron. Sin importar que las personas los miraran se levanto, abrazo con cariño tratando de brindarle el consuelo.

-Abu..abuelo quiero ir al cementerio- el peliblanco asintio, llamo a una camarera para pedir la especialidad de la casa para llevar; voltio hacia el rubio que mas calmado miraba su laptop, le llamo la atencio un nombre en especifico: Subaku no Gaara. Ya conocia a la familia, pero lo ultimo que supo fue el menor de los hemanos subaku se habia ido a otro pais.

De vuelta en las calles, daban por hablar de trivialidades, naruto sonria a penas pero era un avance. El rubio quedaba maravillado toda la ciudad e incluso le sorprendio que parques con hermosas capillas estuvieran adornando.