Capitulo 12.

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Evan P.O.V

Sus labios eran una delicia.

Nuestros labios se acariciaban con dulzura, mis manos se aferraron con más fuerza a su cintura y la pegue más a mí. Ella hecho sus brazos a mi cuello, cruzándolos, pero sus dedos acariciaban mi nuca.

Le pedí permiso con mi lengua y ella me lo concedió. Nuestras lenguas se juntaron y se mezclaron, al poco tiempo el aire se hizo necesario y Emily se separó de mí riendo.

-¿Por qué me hiciste sufrir tanto? Moría de ganas por besarte así –me dice Emily.

Nuestras frentes están unidas y Emily une nuestros labios a cada rato.

-Ya sabía que te morías por besarme –le dijo

-Idiota –me dice ella riéndose

-No sabes las ganas que tenía de besarte, de abrazarte pero así de esta manera –le dijo abrazándola por la cintura más fuerte.

Ella vuelve a unir nuestros labios.

De repente Emily se suelta de mis brazos.

-Tengo miedo –me dice en un susurro.

-¿Miedo de que? –le pregunto

-De la reacción de tu padre –me dice

-Por eso no te preocupes, luchare contra todos por ti, mi padre no nos separara.

-¿Y qué pasa cuando nos vea?

-Al que le guste bien, y al que no también.

-¡Pero no es tan fácil! Además, está tu novia

-No estoy enamorado de Renata –le digo con una sonrisa

Ella se ríe.

-Eso ya lo sé, idiota –me dice ella

La cojo de la cintura y la acerco a mi pecho.

Ella se ríe.

-Además, yo no quiero nada con ella. Ya no esto con ella

Emily sonríe, y me coge de la mano.

Su boca vuelve a estar junto con la mía.

Emily P.O.V

Separo a Evan de mí.

-Quiero pedirte una cosa de verdad –le digo

Él se me queda mirando y sonríe.

-Pídeme lo que quieras mamacita

-Eres un idiota –le dijo riéndome -¡Evan!

-Venga ahora enserio, dime

-Nos vamos a echar a todo el mundo encima, quiero que me des un poco de tiempo para decirle lo nuestro a Víctor.

Él se echa para atrás.

-No me gustaría que se enterara por otra parte –le dijo cabreándome –Se lo quiero decir yo a mi manera.

El parece pensarlo.

-Venga, por favor –le dijo poniendo pucheros

-Está bien, pero solo por unos días –me dice serio

Yo enarco las cejas y me quedo mirándolo.

-¿Por qué? –le pregunto

-Porque a cambio, me vas a tener que dar una cantidad de besos tan grandes que se te van a caer los dientes –me dice

A veces no hay peor enemigo, que tu propio corazón.Where stories live. Discover now