Alfa Iris: Conexiones

XX: Una mujer misteriosa

Arco

Siento un viento seco mientras me encamino hacia el sur, todavía estoy en el norte a punto de entrar a la nación central. Noto como algo me sigue con sigilo, miro mi sombra reconociendo lo que me sigue. Ignoro por completo a la guardiana siguiendo mi camino.

—Duermen a la madre de Luna para luego despertarla, quien los entiende. — habla mi propia sombra, moviendo su hocico y todo.

—Ya no me asustas Sombras. — declaro sin inmutarme en mirarla.

Cuando era cachorro siempre me asustaba tomando posesión de mi sombra. Deformaba mi sombra y hacia sonidos raros, como si quisiera volverme loco. Tras los años pasar me acostumbre a su forma macabra de molestar.

—Esta atardeciendo y hoy habrá luna, Arco. — trata de hablar de forma divertida, pero falla. — Aunque ya Iarreaj esta con su hija... — escucho como tose, logrando que la mire.

Esta muy débil, tanto que podría decir que está a punto de morir. Puedo notar como estuvo en una lucha y presiento con quien fue. Miro hacia donde quedaba mi hogar con Iris sintiendo la energía fantasmal de madre e hija.

—Lamento no haber estado ahí para protegerte. — me disculpo al ver su estado. —Por esta noche permitiré que duermas en mi sombra, espero que te recuperes pronto.

Mi sombra asiente y vuelve a ser normal. Ahora tengo dos seres durmiendo sobre mi... para colmo tengo que caminar entre las sombras para mantener viva a mi compañera. Siento como Luz se mueve adormilada dentro de mi pelaje sin darse cuanta de la presencia de Sombras.

Gruño débilmente al pensar en que Luna quiere hasta el poder de Sombras. ¿Hasta donde piensa llegar Luna? Miro hacia el sur, también presiento algo que no entiendo. Esto me da mala espina...

Iris

Todo es una cadena, si asesinas a alguien otro te odiara y se repite la historia, un ciclo de venganza. Quisiera romper esa cadena, pero no puedo cambiar como piensan todos. Y ahora más que se repite en mi sueño cada vez que no mato a nadie la misma situación.

—¿Vuelves otra vez aquí? — pregunta una yo sentada en una silla mirándome decepcionada. —Prefieres repetir la historia una y otra vez, terminando en donde estas. — alza su mano y ya sé lo que va a hacer.

De la nada vuelvo a estar escondida en un tronco, escuchando como mi tía se acerca a mi bisabuela para asesinarla. Mis lagrimas caen por mis mejillas, estoy cansada de repetir este dolor desde que cerré los ojos.

—¿Dónde está ella? — pregunta mi tía Anastasia a mi bisabuela.

—No te diré... — le responde la loba blanca, dándome a entender que Mia y mi bisabuela se volvieron a unir en un solo ser.

Escucho como empieza la pelea, para que luego haya un silencio sepulcral. No quiero matar a nadie, pero tampoco quiero que me encuentre... mi mano se alza sin mi mandato, lágrimas caen de mi rostro cayendo en el suelo. Estoy cansada de pasar una y otra vez este sueño, no quiero enfrentarme con la que hay afuera.

Mi cuerpo se mueve solo saliendo de mi escondite, observo con miedo la escena. La luna está llena, mi tía tiene su hocico lleno de sangre y mi bisabuela chace en el suelo sin vida. Siento como mi respiración es irregular, mi pecho me pesa al ver como alzo mi mano. Escucho como la loba negra chilla por el dolor intenso, miro sus ojos que están empezando a salir sangre de ellos para luego que salgan raíces de ellos.