14. Sabía que ese imbécil te iba a besar.

13.1K 853 569
                                    

Cuando me despierto al día siguiente, Connor ya no está en la cama, pero las sábanas están impregnadas con su olor. Me quedo unos minutos después de que haya sonado la alarma con las sábanas puestas debajo de la nariz aspirando su delicioso aroma. No tengo ni la menor idea que fue lo de anoche. ¿Estuvo bien dejarle que me abrazara de esa manera? ¿Estuvo bien rechazarlo?

Se supone que estoy enfadada con él. No puedo estar enfadada con él y ser una blanda y abrazarle en el momento en el que él también quiere. ¡No! Esto no va a sí. Rompió conmigo y se ha peleado dos veces con Key, no se merece mi cariño.

Me levanto de la cama. Voy directa al baño para darme una ducha y vestirme, no quiero arriesgarme a encontrarme a Connor medio desnuda. Elijo una sudadera y unos vaqueros con rotos en las rodillas, unas zapatillas blancas, me maquillo un poco y salgo del baño. Bajo las escaleras. No veo a Connor por ninguna parte, lo que es buena señal. Desayuno un bol de cereales y salgo de casa. Supongo que Key estará esperándome.

Acierto, ahí está, apoyado en su moto y con su vista fija en el móvil. También lleva una sudadera deportiva y unos pantalones de algodón con gomas en los tobillos. Me sonríe cuando me ve llegar.

—Hey, rubia. ¿Has dormido bien?

Niego con la cabeza.

—Connor se coló dentro de la cama conmigo y me estuvo abrazando hasta que yo me aparté. Supongo que fui idiota por dejarme abrazar.

Y también soy idiota por ser tan malditamente directa. Y por hacerle daño a Key.

Key suspira y se pasa una mano por el pelo, yo quiero derretirme porque es demasiado guapo y su cabello caramelo brilla con el sol de la mañana.

—Connor es idiota. ¿Por qué no puede darte tu espacio? —Key me rodea la cintura con sus manos y me aprieta contra él—. Si yo fuera tu exnovio, dormiría en el suelo, en el porche o en un contenedor de basura si eso significase que podría recuperarte.

En realidad, sí que eres mi exnovio... y eso ha sido demasiado dulce.

—Está bien, Key. Está preocupado. Y enfadado. Y probablemente también drogado. —Me encojo de hombros como si no me importara cuando en realidad me parte el corazón—. Prefiero no hablar de ello.

Él asiente y se aparta de la moto para que podamos subirnos. Arranca. Después de la carrera de anoche, me parece que Key conduce a cámara lenta, pero no me quejo, me gusta. Aún así, nunca tardamos más de cinco minutos en llegar al estacionamiento del instituto. Casi siempre aparca en el mismo lugar, bajamos de la moto y caminamos juntos hacia un banco porque aún es pronto, supongo que ninguno de los dos podíamos aguantar más dentro de casa.

—Oye, Dylan... no te he pedido perdón por lo de ayer —me dice. No me sorprendo, sabía que tarde o temprano iba a disculparse, así que sonrío—. Te puse en peligro sin siquiera preguntarte si querías hacerlo, y cuando se te soltó el cinturón... te juro que se me paró el corazón por un momento.

Sonrío más aún. Que se preocupe por mí es demasiado tierno.

—Yo podía haberme negado, Key. Creo que en realidad tenía ganas de hacer algo emocionante en mi vida. Me lo pasé bien, solo fue un pequeño incidente, y además, no me pasó nada.

Él me pone las manos en las mejillas y me estremezco. Están muy frías con comparación a mis mejillas, que están rojas y calientes.

—Si te hubiera pasado algo, Dios, yo... aparte de que Connor me hubiera matado, también me hubiera muerto por dentro. Creo que no hubiera salido de casa durante años.

Never Forget You © [Evans 2]Where stories live. Discover now