¿No estoy enamorada?

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Julián la había escuchado detenidamente mientras cenaban y al día siguiente le había hecho una propuesta que no dudó en aceptar. Él le ofreció su casa durante el tiempo que estuviese grabando la película, faltaba todavía un mes de grabaciones y algunas semanas más para las entrevistas que siempre les hacían y vídeos para promocionar la película por lo que su casa iba a estar vacía un largo tiempo lo cual le parecía un "desperdicio" según sus palabras así que a cambio de que limpiara de vez en cuando ella podía ir quedarse con dos condiciones, no fiestas y no chicos.

—Pero no me gustan los chicos —le dijo de forma inocente.

Julián la vio con desconfianza antes aclararse la garganta.

—No hombres —advirtió y ella sonrió chasqueando la lengua.

No había caído en su trampa. Le encantaba hacer esa "confesión", muchos creían que era homosexual e incluso de habían mostrado su "apoyo" como si serlo supusiese algo malo. Más de una vez había querido sacarles los ojos con una cuchara a esas personas de mente cerrada.

—Qué aburrido. Mejor rento mi departamento, ahí podré llevar a quien quiera.

—Entonces hazlo porque a mi casa no entra ningún tipo que no tenga mi aprobación.

—Dudo que alguien tenga tu aprobación. Eres demasiado selectivo —dijo con fastidio—. Ni siquiera tienes amigos.

Él pasó un brazo por sus hombros para atraerla más cerca.

—Es cierto, mi carácter y mi personaje me han hecho elegir a mis amistades con un alto grado de selectividad y por eso tengo pocos, pero puedo llamarlos amigos con toda seguridad.

—Y ellos son Azul y ah sí, Azul.

—Azul, Jona, tú...

—Friendzone —murmuró para sí pero como Julián siguió hablando estuvo segura que no logró escucharla.

—Entonces ¿puedo confiarte mi casa con la esperanza de no encontrarla en llamas o en ruinas? —inquirió después de un rato.

Brenda asintió.

—¿Y me puedo llevar a Nena? —preguntó con una sonrisa.

—No —negó en rotundo—. Nena se queda conmigo. Es más preferiría que hicieras explotar la casa antes de dejarte a Nena.

—Qué cruel eres —fingió indignación—. Sé cuidar mascotas perfectamente, mis hermanos menores siguen vivitos y coleando.

Él le lanzó una graciosa mirada.

—Ahora tengo miedo que te acerques a la calle donde vivo.

—Ni modo, no puedes retractarte que mañana mismo que me vaya de aquí llego a tu casa...

—¿Te vas mañana? —la interrumpió.

—Sí, el lunes regreso a clase así que necesito irme mañana o iré de pésimo humor el primer día de clases y no es algo que quisiera experimentar de nuevo —le explicó pero él había apartado la mirada de ella.

—Universidad de mierda —lo escuchó susurrar.

Con una sonrisa que ocupaba todo su rostro lo agarró del brazo con una mano y le dio un golpe con la otra viéndolo fijamente.

—No digas mierda —le advirtió antes que ambos se soltaran a reír.


—Quita esa sonrisa de boba —le habló Matt distrayéndola de sus recuerdos.

—¿Cuál sonrisa de boba? Tú eres el bobo —bajó la vista a su regazo donde reposaba su celular que estaba vibrando por los mensajes de su amiga. Aunque Julián le pidió que no le dijera a nadie más que a su familia que iba a vivir ahí por un tiempo no pudo ocultarle eso a Laini, era su mejor amiga, parte de su familia y debía saberlo como si el mundo dependiese de ello, ya después le diría a Julián.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora