Debajo de unos tablones sueltos se encontraban provisiones de comida, en general, enlatados y granos. Pero no teníamos forma de calentarlos. Y me molestaba mucho el que mi pequeño hijo tuviera que comerse una lata de frijoles fríos.
Al parecer a él no le molestaba en lo absoluto. Me puse a pensar en el tipo de vida que habría llevado, antes de que lo pillara en los jardines.
...Para colmo no teníamos cubiertos y nos tocó comer con las manos. Arik, el niño pelinegro, le pasó algo a Aricin. Me acerqué a ver que le había pasado, de veía filoso. Y como no serlo? Era la tapa de una de la latas, me imagino que de la suya. Pero esta tenía los bordes filosos doblados hacia adentro.
- Nene,- Lo llamé y me voltearon a ver los dos.- me dejas ver que es eso?- Me lo pasó y pude ver que a pesar de que los bordes estaban bien doblados, formando una cuchara, seguían siendo filosos.- Arik,- Lo llamé y el se me acercó.- Siempre que vayas a hacer cosas así,- le mostré el filo.- Ten en cuenta que los bordes no pueden ser filosos. Alguien se puede lastimar.- Le sonreí y me senté con ellos. Les mostré como doblarlos de forma segura y luego les hice muchos mimos.
Pero luego vi que Haakon, el otro nene, estaba en una esquina. Triste y viendo como los otros dos jugaban y molestaban.
- Haakon,- Lo llamé de forma cariñosa para que se acercara. Él me sonrió y se acercó.- Porqué estas triste?- Su sonrisa se borró de su cara y apartó la vista.
- Mis padres...- Entonces me arrepentí de preguntar tal cosa.- Ellos...están muertos, no es así?- Me sentí tan mal por él, por que yo sé lo que se siente.
Lo atraje a mi pecho y le abracé. El se agarró de mi ropa y no tardé mucho en sentirla mojada, yo también solté unas lagrimas, pero era porque extrañaba mucho a Brais.
- La verda, no los sé...- Se aferró más a mi y lo oía sorber su nariz.- Pero piensa que si están vivos, eso es lo importante y que los vamos a encontrar. Si no es así... De todos modos aún hay muchísima gente cuidándote y velando por tu bienestar. Yo soy una de esas personas.- Lo separé de mi por un momento para que me viera a los ojos.- Y te lo dice alguien que sabe lo que es separarse de sus papás.
Luego Haakon se limpió las lagrimas y sonrió. Mas tarde Aricin y Arik lo arrastraron a jugar con ellos.
Eso me dio tiempo a pensar en como íbamos a salir de aquí sin que nos pillaran.
La noche llegó y con ella la hora de salir. Me era indignante la idea de salir como intrusos de nuestro hogar, pero lo mas importante es vivir y no falta mucho para que terminen de revisar el castillo y se den cuenta de la puerta.
Amarré las cortinas de forma que hicieran una cuerda y la amarré a uno de los pilares. Luego esperé a que los guardias fagcrinos pasaran haciendo su ronda y lancé la soga. Bajé yo primero para poder recibir a los niños. Al tocar el piso me sentí muy aliviado, como liberado de un gran peso que residía sobre mis hombros, sin yo darme cuenta.
Después de recibir a los niños bajó Bera y detrás de ella bajó Mohan con algo de miedo. Bera agarró a Arik, mi amigo castaño tomó a Haakon y yo a Aricin. Comenzamos a correr entre las sombras que hacían las paredes de las torres y pronto llegamos hasta la salida.
Ahora el problema es salir por esas puertas de madera y hierro, custodiadas por centinelas.
Más allá de donde estábamos, vi a unos jardineros y mucamas. Sin pensarlo mucho, corrí hasta ellos y me paré frente a ellos.
Al verme, uno de los jardineros soltó las grandes tijeras que tenía en las manos y corrió a ver si estaba bien. Les expliqué todo el asunto y ellos estaban horrorizados.
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El camino ( YAOI )
Teen FictionHa llegado una invitación especial para todas las jóvenes y donceles menores a 21 años para asistir a un baile en el palacio real en el que el príncipe y heredero del gran país de Hette, Brais; elegirá a su futuro esposo o esposa. Elián por otro la...