El camino ( YAOI )

Elección, suerte?

La gente comenzó a aplaudir y supe que había llegado La Razón De Mis Angustias... 

Por las escaleras vi bajar a tres hombres y una mujer. Todos muy bien vestidos, o por lo menos tres de ellos. El mas joven, el príncipe Brais, quizá, iba vestido con la armadura del ejercito y una capa roja, parecida a la del rey Alvar. Este chico tenia su cabello castaño y ondulado, algo revuelto  y con algunos mechones mas largos atrás, atados en una trenza. Lo que mas me llamo la atención de este ser fueron sus ojos... Tan azules como las joyas en la corona de su majestad. No aparte mi vista ni un segundo de el en lo que duro el discurso del rey Alvar que a su lado tenia a nuestra hermosa reina Bera. Cuando termino de hablar, el otro hombre se situó en frente a ellos para anunciar que el príncipe elegiría a continuación a su esposo. Esa palabra me puso mucho mas nervioso y sentía como rápidamente se me subía el almuerzo. 

Brais pasó a tomar la palabra y sentí, por un momento, que su mirada iba dirigida a mi. "Que te pasa, Elian?! Eso es imposible!"  Me repetía una y otra vez. Solo quería que mencionara cualquier nombre...Cualquiera! Que no fuera el mío o el de Eider. No quiero perder a mi familia. Los segundos se me hacia eternos. 

- Mi esposo y compañero, Elian Ostberg, te elijo a ti para acompañarme.- Mis ojos ardían y sentía todo mi cuerpo temblar. Todo el mundo es aparto de enfrente dejándome expuesto a el. Brais se acercaba de forma lenta y elegante. Mi cuerpo respondió por si solo. Corrí y corrí, sin ver a donde me dirigía. Solo quería huir. 

Llegue a un pequeño jardín. En el había muchas azucenas de distintos colores, rosas, claveles, crisantemos y muchas otras flores igual de hermosas... Me quede embelesado con tanta belleza y por un mísero segundo olvide porque estaba ahí... Me acerque a los crisantemos y recogí uno que me llamo la atención. Era rojo en su mayoría, con algunos pétalos blancos. 

- Bellísimo...- Pense en voz alta.

- No tanto como tu.- Me sobresalte al oír su voz y sentir su aliento tan cerca de mi oreja. Me aparte lo mas rápido que pude y lo mire con el ceño fruncido.- Vamos, Elian, no me mires así...!- Su tono era dulce. El se cercaba a mi de forma cuidadosa, eso me tranquilizo un poco y pare de retroceder. Le mire a los ojos y lo primero que vi fue temor.

- A que le temes?- El sonrió y termino de acercarse a mi para envolverme entre sus grandes brazos. No se lo impedí. Me sentía a salvo, pero tampoco correspondí. 

- Al rechazo.- Respondió con voz tranquila y gentil. Tan solo con oír su voz sentía que me arrullaba como un bebe en los brazos de su madre. Apoyé mi cabeza en su pecho cubierto por la armadura.

- De quien?- Sabia que la elección no era discutible... Me casaría con este hombre me guste o no. Mi voz se quebró al pronunciar esas dos palabras, mi respiración se acelero y lagrimas caían por mis mejillas mojando su armadura.

- Al tuyo... Tengo miedo de que no me aceptes.- Levantó mi rostro y limpio mis lagrimas que no paraban de caer. Aparto algunos mechones de cabello de mi cara. No paraba de temblar y las palmas de mis manos sudaban demasiado.- Tan mal partido soy?- Solté una pequeña risita y el también.

- Jajaja! Para nada, es solo que...pasaste por alto una cosa.- La imagen de mi hermana y mis padres poniendo los cubiertos y los platos para sentarnos a comer paso por mi cabeza y solo quise haber pasado mas tiempo con ellos. Me arrepentí de haberles gritado hace unos días. 

- El que? De que no me di cuenta?- Hubiera sido mejor que se hubiese quedado callado. De inmediato me dieron ganas de estamparle un puño en toda esa nariz tan perfecta que tenia.

- QUE ME SEPARASTE DE MI FAMILIA!! Im-becil...!- Caí de rodillas y tape mi rostro con mis manos. Volvi a llorar, este vez de forma mas desconsolada y agresiva. Sentí una mano posarse sobre mi hombro que aparte de un manotazo. El príncipe Brais no podía mostrarse mas sorprendido ante mi reacción. "Porque se pone así? No lo conozco y no me conoce." - N-no me toque.