Capitulo 1

983 40 4
                                    

Canción: Atlantis- Bridgit Mendler

Lauren's POV

La vida da muchas vueltas. Un año puedes estar enamorada de alguien y al año siguiente no quedarte más remedio que olvidarte de esa persona. Si no lo haces, lo único que pasará es que sufrirás.
-Como no marchemos ya,vamos a llegar tarde.
-Que sí, dame solo un minuto.
-Siempre me dices lo mismo, Lauren. Y luego tardas un cuarto de hora.
-Esta vez no, te lo prometo.
Intento darme toda la prisa que puedo en acabar con mi maquillaje. Tardo tres minutos, pero cuando salgo, no me encuentro con ninguna cara de enfado. En cambio, Ellie me aplaude bastante sorprendida de que haya tardado tan poco.
-Ojalá fuese así todos los días.-comenta provocando mi risa, aunque lo dice totalmente en serio.

Nos marchamos de nuestra pequeña habitación en la residencia para ir a clase. Al final me he quedado en California a estudiar con Ellie, que ya sabía que estudiaría en Standford. Y afortunadamente a mí también me admitieron. Es una de las mejores universidades del mundo, la número 3, para ser exactos. Nos alojamos en la residencia de la universidad, por lo que llegar tarde a clase no debería ser un problema. Pero lo es. Suelo tardar demasiado en arreglarme.
Por suerte llegamos ambas a la hora. No compartimos ninguna clase, ya que Ellie está estudiando Marketing y yo he decido estudiar Psicología. Pero el primer año de universidad hice varios amigos, entre los que se encuentra el idiota que me está tapando los ojos como siempre hace cuando me ve.
-Se quién eres, Isaac.-digo riéndome mientras aparto sus manos de mis ojos.
Me doy media vuelta para encontrarme con unos ojos azules y una hermosa sonrisa, pero no consigo observarlos mucho tiempo, ya que la distancia entre nosotros se rompe. Me da un corto beso en los labios antes de agarrar mi mano.
-Deberías dejar de hacer eso.-digo.-No tiene gracia cuando ya se que vas a ser tú.
-Me gusta hacerlo.-dice el rubio encogiendo los hombros.-¿Sabes? Hoy me apetece llevarte a cenar fuera.
-¿Por qué?
-Simplemente me apetece.-responde con una sonrisa.
No digo nada más ni me opongo a ello, ya que a mí también me apetece ir a cenar fuera con él. Conocí a Isaac el primer día de clase, pero no le presté mucha atención. Aún tenía la mente en otro lado. O mejor dicho, en otra persona. No fue hasta pasados 4 meses cuando comenzamos a hablar y acercarnos más hasta el punto de acabar saliendo juntos. Durante meses solo fuimos amigos, pero era obvio que yo le gustaba y poco a poco él me fue gustando a mi. Me besó por primera vez al comenzar el segundo año de universidad en la cafetería en la que estamos ahora mismo sentados.

Isaac se sienta frente a mi y se pide lo de siempre: una Coca-Cola Zero con un sándwich mixto. Le miro mientras habla con el amable camarero llamado Franklin, el cual ya nos conoce perfectamente. Hoy va vestido con una simple camiseta blanca y unos pantalones negros rotos en las rodillas.

 Hoy va vestido con una simple camiseta blanca y unos pantalones negros rotos en las rodillas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Conversamos mientras nos tomamos lo que cada uno pidió. Yo me decanté por un café con leche y un trozo de tarta casera. Isaac es un gran chico, y me tiene loquita. No podría pedir algo mejor.
Después de tomar nuestro snack y acabar el resto de la clases, cada uno se va en diferentes direcciones. Yo con Ellie a la residencia del Este y él con sus amigos a la del Oeste.
-Te recojo a las 8.-se despide Isaac no sin antes darme un pequeño beso.
Ellie y yo caminamos hacia nuestra residencia sin decir ni una sola palabra. Siento la mirada de Ellie sobre mi y resoplo antes de hablar.
-¿Qué?-pregunto.
-Nada.-dice apartando la mirada.-Es que no sé cómo alguien como Isaac puede estar saliendo con alguien como tú.
-Oh vamos, ¿tan poca cosa soy?-digo riendo.
-No, para nada.-contesta Ellie acompañando mi risa.-Me alegro de que salgas con alguien que te trate como te mereces.
Se a lo que se refiere con esas palabras e intento no pensar en ello, pero es imposible. En cuanto recuerdo algo relacionado con ella, todo lo que sucedió desde que se la llevaron se me viene a la mente. Sacudo a la cabeza para intentar sacarla de mis pensamientos. Mi sonrisa ha desaparecido por completo y Ellie lo ha notado.
-Lo siento.-se disculpa.
-No tienes nada que sentir.-digo sinceramente.
Muchas veces, tanto Ellie como mi familia y el resto de mis amigos han sacado ese tema. Desde que se enteraron para lo único que la nombran es para decir algo malo. Y no les culpo.
El resto de la tarde pasa demasiado rápido, y como me imaginaba, Isaac llega antes de que yo esté lista para marchar. Ellie le invita a pasar para que se siente mientras yo me termino de arreglar en el baño. Conociéndolo, me llevará a su restaurante favorito, el cual no es muy formal, así que me visto con unos pantalones vaqueros largos y una blusa blanca.
Cuando salgo, Isaac se me queda mirando como siempre hace, como si fuese una obra de arte. Se acerca para darme un beso y Ellie tose desde su cama.
-Iros antes de que vomite, por favor.
Isaac y yo nos reímos y le hacemos caso. Nos marchamos de la habitación e Isaac me lleva hasta su coche. Conduce él mientras canta todas las canciones que ponen en la radio, haciendo el tonto. Me uno a él, y nuestro penoso karaoke termina cuando llegamos al aparcamiento del restaurante. Como me imaginaba, me ha traído a su restaurante favorito, el cuál es increíble.
-Deberías apuntarte a America's Got Talent.-dice en broma mientras esperamos a que nos tomen nota.
-Quizás lo haga.-bromeo levantando una ceja.
Isaac se ríe, y yo lo hago durante unos segundos. Obviamente en el coche estaba cantando mal, como siempre hago. Solo hay tres personas que me han escuchado cantar de verdad y que saben que realmente se hacerlo. Una de ellas empezó el primer año de universidad hace unas semanas y vive con mis padres en Nashville, otra duerme en la misma habitación que yo y la última... La última está en la cárcel.
La cena es impresionante, y la compañía tiene algo que ver con eso. Además un hombre se propuso a la mujer con la que estaba cenando, lo que fue bastante bonito de ver. La mujer le dijo que sí sin dudarlo dos veces y luego le besó, haciendo que el restaurante entero se llenase del sonido de aplausos, gritos y silbidos.
-¿Cómo te gustaría que te pidiesen matrimonio?-me pregunta Isaac sacando su cartera para pagar la cena.
La pregunta hace que mi corazón se acelere un poco al pensar en la idea de alguien pidiéndome matrimonio. Y ese alguien es Isaac. Es demasiado pronto, no llevamos ni un año juntos.
-No lo se. Me da igual cómo me lo pidan siempre y cuando sea la persona correcta quien me lo pida.-respondo.
-Interesante.-dice con una ceja levantada.
Volvemos a las residencias, montando otro karaoke durante el camino. Acompaño a Isaac hasta su habitación, ya que su residencia me queda de camino. En la entrada nos encontramos cinco cajas y un chico agarrando una de ellas.
-Hey, ¿necesitas ayuda?-pregunta Isaac acercándose al chico.
-Nos vendrían genial un par de brazos más.-responde el chico, a lo que Isaac responde cogiendo una de las dos cajas que quedan. El chico coge la otra, y comienza a caminar por el pasillo.-Nuestro compañero de habitación ha llegado hoy y estamos llevando sus cosas a la habitación.
Yo decido coger otra, y de la que subimos las escaleras, nos encontramos con otro chico que va bastante acelerado.
-¿Podrás con las dos que quedan?-pregunta el chico de pelo rizado que nos está guiando.
-Sí, tranquilo.-responde.
El chico de los rizos nos lleva hasta la habitación 214, un piso por debajo de la de Isaac. Solo hay una puerta abierta, que es la de la habitación. El chico entra dentro y habla con alguien que ya estaba dentro de la habitación.
-Conseguimos un poco de ayuda, tío.-dice.-¿Dónde las dejamos?
Desde fuera no se ve al otro chico, pero el de los rizos nos hace un gesto para que entremos. La habitación no es como la de Isaac o la mía, que son de dos, esta tiene tres camas. Dejo la caja en una esquina, junta a las que llevaban Isaac y el otro chico y otras dos más. A nuestra izquierda hay un chico colocando cosas en un armario, el cual está de espaldas. Isaac ya se estaba despidiendo cuando el chaval del armario se da media vuelta y mi cuerpo se paraliza al verle la cara.
-¿Lauren?-pregunta con un tono de voz que no soy capaz de reconocer.
-¿Dylan?

_____________________
Sí, señoritas, he vuelto. Considerarlo un regalo de Navidad.
Os dije que tenía algo pensado y aquí está. Seguramente esta historia no sea tan larga como Wanted, pero será igual o más intensa.
Va a ser un poco diferente a lo que ya he escrito antes en cuanto a estructura se refiere. Como visteis al principio, hay una foto y una canción. En cada capítulo pondré una imagen que tenga relación con el capítulo y os recomendaré una canción que la mayoría de las veces no tendrá nada que ver con el tema del capítulo. Simplemente siento que hay canciones que merecen ser escuchadas, algunas conocidas y otras no. Mis canciones favoritas, vamos.

Disfrutad 😉
Por cierto, el chico de la foto es Neels Visser para aquellas o aquellos que estéis interesados.

Maria.

Found (Lauren Cimorelli A.U)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora