Miraculous Ladybug: Celebración del fin de curso en la piscina.

La Noche pertenece a los Jóvenes (PARTE 1)

El transcurso del día en la panadería de los Dupain-Cheng estaba siendo de lo más cálido y agradable para Adrien y Marinette. Bastó unas pocas horas para que Adrien se integrase en su totalidad con la forma de vivir de la familia Dupain-Cheng; él estaba encantadísimo de haber congeniado con los padres de su novia y de recibir la completa bendición de ellos. Y es que falta le hacía, tendría que acostumbrarse si al final iban a ser sus futuros suegros... aunque aún era muy pronto para pensar en esas cosas.

Adrien había aprendido un poco a hacer esos deliciosos pastelitos que lo tenían loco desde hace tiempo y que su estricta dieta le impedía comer.

Sin embargo, pronto se dio cuenta que desde temprano por la mañana, cuando había desayunado en el hotel, no había parado de comer cosas "prohibidas" que en su casa, de ninguna manera, hubiera probado.

Pensó detenidamente las consecuencias de saltarse esa forma su régimen alimenticio... pero con una sonrisa maligna que surgió de su cabeza pensó para sí mismo:

- *¡A LA MIERDA CON LA DIETA!... Si me dice algo Nathalie ya le pondré alguna excusa... además mi padre no está en casa así que no tiene por qué saber nada jejeje...*, además, con unas cuantas clases de esgrima gastaré las calorías que haga falta...*

El joven Agreste decidió quedarse a comer con ellos. Sería la primera reunión familiar con sus futuros suegros sentados en la misma mesa...

Comieron de primero Buey a la borgoñona, de segundo una ensalada Ratatouille y de postre unos Crépes dulces con frutas.

En la mesa, Marinette les comentó a sus padres que iban a salir por la noche con sus amigos Alya, Nino y el resto de su clase...

- Mamá, papá, esta noche ya no nos vamos a quedar a cenar con vosotros... saldremos con nuestros amigos del instituto a cenar algo por ahí y luego iremos de discotecas o a algún Pub a pasarlo bien...

- Claro que si hija, por nosotros no hay ningún inconveniente. ¿Supongo que vendrás más tarde a dormir a casa?... - le preguntó Sabine a su hija.

- ¿Eh? Pues... todavía no lo sé mamá... supongo que si no se nos hace muy tarde volveré por aquí... - dijo Marinette dudando mientras miraba a Adrien.

- Sinó, ya tenemos aquí a Adrien para cuidar de ti para lo que hiciera falta, ¿verdad chico? – le dijo Tom a Adrien con una ligera sonrisa.

- S-Si claro... no se preocupen que llegado el caso, llevo a Marinette hasta mi casa y se queda a dormir allí conmigo...

De repente, esa propuesta de Adrien retumbó en la mesa como si hubiera caído un trueno allí. Tom y Sabine miraron pícaramente a Adrien viendo las intenciones del chico... Marinette pilló al vuelo la propuesta de Adrien y comenzó a ponerse roja roja como el cabello de Nathaniel...

Adrien los miró extrañados por las caras que ponían, hasta que por fin pareció darse cuenta de cómo había sonado lo que había dicho...

-N-no seais malpensados por favor... - dijo Adrien poniéndose rojo como un tomate.

Tom y Sabine les seguían haciendo caritas a los dos tortolitos, dejando en el ambiente una situación incómoda de la que ni Marin ni Adrien podían escapar.

- Jijiji, tranquilo Adrien, no te preocupes. Sé que eres todo un caballero con mi hija... (esta Sabine me parece que no conoce toda la historia del Adrienette en la piscina y en el hotel 😆😈😈) Sólo os pido que tengas cuidado y que no os pase nada... y cuida bien de nuestra hija, que sé que la quieres un montón... - le dijo Sabine a Adrien guiñándole un ojo como símbolo de aprobación.