Lluvia

5.9K 497 361
                                    

—Abril, ¿Has hecho tú todo esto? —Preguntó mi madre enfurecida.

—Mamá, estaba haciendo la comida y de repente salió humo, no sé cómo ocurrió, solo pasó... ¡Como si fuera magia! —Dije a mi madre.

—Y  pretendes que yo me lo crea —Dijo y yo asentí con obviedad.

—¿Sabes que no me creo ninguna sola palabra? ¡Ahora vas a limpiar esto tú sola! Y quiero que lo dejes mejor que como estaba al principio ¿Entendido? —Ordenó.

—Sí mamá, ¿Algo más?

—De momento, solo eso —Respondió.

—Entendido —Dije.

No sé por qué se ha enfadado tanto por una tontería, como si a ella no le hubiera pasado nunca.

Después de media hora limpiando la cocina por fin terminé, sonreí.

—Muy bien, ahora, ¡A salir! —Hablé sola.

Estaba por salir por la puerta cuando escucho la voz de mi madre.

—¿Dónde crees que vas? —Preguntó.

—A la calle —Respondí.

—Era una pregunta retórica, hoy te quedas aquí, voy a salir con una amiga esta tarde y no tengo a nadie para que cuide de tu hermano, así que lo harás tú —Demandó.

—¿¡Qué!? —Grité.

—¡No grites, Abril! Ese es tu castigo por lo de hoy.

—Creía que el castigo era limpiar la cocina —Me quejé.

—Limpiar la cocina es tu deber, no te equivoques.

Me crucé de brazos y miré a la izquierda.

Era un fastidio quedarse con mi hermano, era muy malo y un desastre, pero era imposible pelear con mi madre, así que accedí.

—Está bien —Dije sin ánimos.

Ella sonrió.

—Muy bien, tengo que irme ya, adiós y ten cuidado con tu hermano —Se despidió y cerró la puerta.

...

Estaba leyendo una revista cuando mi hermano baja las escaleras en pijama, ya se habría despertado de su siesta.

—Abril, ¿Y mamá? —Preguntó.

—Se ha ido, no volverá hasta la hora de la cena —Respondí.

—¿Y ahora te tengo que aguantar? —Preguntó fastidiado.

¿Aguantarme? ¿Será una broma, no?

—Eh, Dylan, la que te tiene que aguantar aquí soy yo, no confundas las cosas —Repliqué.

—Lo que tú digas... Por cierto, tengo hambre —Dijo.

—Pues haz un sandwich—Sugerí.

—Abril, tengo cinco años, se supone que me lo tienes que hacer tú —Demandó.

Bufé y me lebanté.

Éste sonrió.

Que niño más mandón.

Fui a la cocina y se lo hice, se lo comió en menos de un minuto y se tiró al sofá a ver la TV, yo seguí leyendo mi revista.

Al cabo de una hora Dylan me llamó, me había quedado dormida en la mesa.

—¿Eh? ¿Qué quieres ahora? —Pregunté adormilada.

—¡Quiero ir al parque, Abril! —Demandó.

Understand 『Ticci-Toby』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora