La casualidad

Capítulo 14

Al día siguiente Chloe despertó muy temprano, pero no le importó. Iba a ir a casa de Chris, tenía ganas de conocer a su familia, le había hablado tanto de sus hermanos y de sus padres... Pero no quería causar ninguna mala impresión. El día de antes estuvo preparando la ropa, al final se decidió por un mono azul marino y unas sandalias. Cogería una chaqueta para el avión, siempre metían el aire acondicionado a tope en esos sitios.

A las 6:50 su taxi ya estaba en la puerta, sus maletas dentro de este y Dave a su lado en una jaula especial para el viaje. En nada llegó al aeropuerto y fue a buscar su línea de embarque. El tiempo había pasado deprisa, ya eran las 9:30 cuando sonó su móvil.

-Si?

-Hola Chloe! Dime que estás ya en el aeropuerto. -Era Chris, aquella voz tan masculina solo podía ser de él.

-Si, dónde te crees que estoy si no? Por los paneles paece que el avión no va con retraso, estoy sentada delante de la puerta de embarque y ya hay movimiento de las azafatas.

-Vale. Cuando lleges será hora de comer, coje un taxi y ve a mi casa. Yo te espero allí. Aunque preferiría ir a buscarte...

-No, ya hemos hablado sobre eso. Suficiente se ha dicho ya de nosotros.

-Bueno, realmente la presa rosa nunca llegó a filtrar aquellas fotos, se les debió pasar. Seguro que no quieres que vaya a recogerte? O puede ir mi hermano?

-No y no. No te preocupes, sabré llegar a tu casa. Tu esperame ahí con un buen plato de macarrones con queso.

-Vale, no insisto más. Nos vemos en unas horas, cuidate.

-Si Chris, hasta pronto.

Pasados unos minutos todos empezaron a pasar sus billetes y sus maletas para entrar dentro del avión. Chloe tenía ganas de verlo, y eso aún le daba más miedo: darse cuenta que estaba sintiendo algo por Chris y que esté solo la veía como una amiga.

El avión llegó a Boston a su hora. Chloe recogió sus cosas y fue a buscar a un taxi, le dio la dirección que Chris le había facilitado y condujo hasta allí. Se sentía algo nerviosa, no sabía si era una casa grande o si había diferentes timbre y debía llamarlo... Pero cuando el coche estacionó delante de la casa, Chloe pudo ver a un sonriente Chris bajar unas pocas escaleras y ir directa hacia ella. El taxista ya había bajado del coche y estaba sacando las maletas del maletero.

Chloe salió del auto llevando a Dave en los brazos, pero éste saltó para ir corriendo hasta Chris, que casi estaba ya a unos 10 pasos de ellos.

-Qué pasa chico? Me extrañabas? -El conductor se quedó con una maleta en la mano cuando vio a hombre al lado de su taxi dando un fuerte abrazo a la chica que hacía un momento llevaba. -Qué tal estás pequeña? -Dijo esto aun sin soltarla de su abrazo.

-Muy bien. Tienes preparados mis macarrones?

-Jajaja si, y esta vez me han salido mejor que nunca.

-Los ha hecho tu madre, verdad?

-Que poca confianza... solo me ha ayudado un poco. -Chris advirtió la presencia del taxista y su cara de sorpresa. -Perdone, buen hombre. Cuánto le debo?

-Tu no debes nada, déjame pagar a mi algo.

-No, eres aquí mi invitada. Cuánto es?

-24 dólares, señor Evans.

-Tome. -Así que me había reconocido. -Quiere un autógrafo?

-Si, porfavor. No sabía cómo pedírselo. -Chris firmó en una agenda que le facilitó el taxista y se hizo una foto con él.

Al entrar en la casa Chloe aspiró el aroma de Chris por todas partes, aquel era su hogar, no había duda alguna.

-Suelta a Dave por el jardín, si quieres. Allí está Dodger también, podrán jugar los dos. -Chris llevaba sus dos maletas y empezó a subir las escaleras cuando vio que Chloe había soltado al pequeño perro y este se dirigía al jardín corriendo. -Tu habitación es esta, pero ahora no vayas a ordenarte nada, vamos a comer y charlamos.

-Tienes hambre, eh!

-Si, como me conoces.

-Estamos solos?

-Si, mis padres y mi hermano están en su casa, al igual que mis hermanas y mis sobrinos. Estamos solos. -Dijo esto último con aquella voz aterciopelada que ponía los pelos de punta a Chloe.

Chris sirvió los platos y se dirigió a la mesa, ya puesta. Habían unas flores a un lado y una botella de vino en medio.

-Qué celebramos?

Él dejó los platos sobre la mesa mientras ella decía estas palabras y al darse la vuelta no dudo ni un segundo y la besó. Al principio Chloe se quedó quieta, inmóvil. Cómo podía estar sucediendo aquello. Lo había imaginado tantas veces... pero nunca creyó que llegara a ocurrir en la realidad. Pasados unos instantes, o tal vez media vida, Chloe reaccionó y siguió el beso de Chris. Este la cogió con una mano por la nuca para acercarla más a él, y con la otra en la cintura. Ella lo abrazó, lo rodeó para que no pudiera escapar de su agarre.

Lentamente fueron cortando el beso, pero Chloe no abrió los ojos, simplemente dejó caer su cabeza en el pecho del actor y respiró tranquila. Por primera vez en mucho tiempo se sentía plenamente feliz.

Ya no sentía hambre, solo quería permanecer allí para siempre, el los brazos de Chris Evans.   

-Te parece si celebramos esto? -Susurró él a la cabeza de la joven.

-Vale. -Se sentaron cada uno en una de las sillas. Fue entonces cuando se miraron a los ojos y sonrieron. -Qué es entonces esto?

-Supongo que no te estas refiriendo al plato de comida, porque son macarrones. -Ella lo miró mal pero de forma divertida y él sonrió más ampliamente. -Bien, supongo que es una relación de pareja?

-Me lo dices o me lo preguntas?

-Te lo digo. Somos una pareja.

-Suena raro.

-Suena bien. Me gusta.

-Y a mi.

Chris sirvió ambas copas de vino y levantó la suya para brindar.