-Este finde nos vamos a la casa en el algo. Si quieres te puedes venir. Ya sabes que te voy a ayudar con todo. Además, así podremos hablarlo todo más tranquilamente –pone su mano en mi brazo.

-Pues no me vendría nada mal –sonrío y me acerco a abrazarla –Aunque tendrás que convencer a mi madre.

-Eso está hecho –y nos empezamos a reír.

Derian pita y nos separamos para entrar en el coche. Cuando llego a casa no hay nadie, todavía no han venido de trabajar. Subo a mi cuarto y me pongo el pijama. No tengo ganas de nada. Me tumbo en la cama, encogiéndome y acurrucándome, y pensando me quedo dormida.

Escucho ajetreo abajo y me remuevo en la cama. Me duele todo el cuerpo de la postura en la que me he quedado dormida. Me restriego los ojos con los dedos y me desperezo. Cojo el móvil y miro la hora. Las siete y media de la tarde. Dios, sí que he dormido. Me levanto de la cama y me coloco el pijama, que consta de una camiseta de manga larga azul con el cuello muy abierto y un pantalón con un azul más oscuro y con puño abajo. Me levanto de la cama y bajo descalza, aun acostumbrándome a la luz con los ojos medio cerrados. Cuando llego al final de las escaleras oigo la voz de Alfred y como no SJ. Me quedo un rato en las escaleras para escuchar un poco más de ña conversación.

"Darlene quería que estas vacaciones fuéramos a una casa rural. Lleva diciéndomelo desde que empezó el curso. Estamos buscando pero todas son muy grandes y el alquiler de las vacaciones se sube un poco a la parra"

Eso quiere decir que mis padres al final han decidido ir a una casa rural.

"Bueno, nosotros también querríamos alejarnos de todo un poco estas vacaciones. Si queréis podemos alquilar una casa entre todos. Es decir, mi hijo y yo y vosotros cinco"

Ese era Alfred. No no no, no quiero que SJ esté con nosotros. Yo lo que quiero es olvidarme de todo lo que hay aquí. Quiero olvidarme de SJ y con él allí va a ser imposible.

"Pues sería perfecto. Hemos visto una casa de cinco habitaciones. Tiene dos plantas, el garaje y creo que algo de una piscina climatizada. El precio para ser ahora dos a pagar la verdad es que está bien. Así que no hay problema"

Antes de que sigan hablando entro en el salón y saludo con un hola para después sentarme en el sofá al lado de mi madre con las piernas como los indios. Alfred sonríe y me saluda de la misma manera y SJ solo se digna a mirarme. Después de un rato suelta un seco hola y ya. No le aguanto.

-¿De qué hablabais? –me hago la loca.

-Bueno, pues al final vamos a ir estas vacaciones a una casa rural como tú querías. Y además se van a venir Alfred y SJ. Ya hemos decidido una en la que hay cinco habitaciones piscina climatizada...

-Genial –sonrío intentando ocultar mi molestia –¿Cuánto tiempo estaremos? –pregunto rezando para que no sea mucho.

-Pues desde que te den las vacaciones hasta unos días antes de que empieces otra vez las clases –genial, tendré que aguantar a SJ todas las vacaciones. Dios, no me podías mandar otro castigo, ¿no?

-Qué bien –miro a SJ y está con una sonrisa triunfante en su cara. Que ganas de ir allí y darle un puñetazo para borrársela.

-¿Cuándo terminas tú las clases? –pregunta Alfred con una sonrisa.

-Pues creo que el veintidós.

-Genial, pues el veintitrés vamos todos para allá –dice mi madre ilusionada –Vendrá genial salir de todo esto y pasar tiempo juntos.

-Sí, claro –digo más para mí que para ellos.

Tengo hambre así que me levanto y voy a la cocina. Busco pan de molde y me echo nutella. Me siento en la encimera y me lo como en silencio mientras que balanceo mis piernas. Cuando llevo medio sándwich escucho los pasos de alguien en la cocina. Me giro y veo que es SJ. De pronto se me han quitado las ganas de todo. Me bajo de la encimera con un salto y voy hacia la papelera para tirar el medio sándwich que queda. SJ se me queda mirando y se acerca a mí.

-¿Vas a tirarlo? –pregunta medio metro de mí.

-Si lo quieres tú –digo extendiendo el sándwich –Se me han quitado las ganas de todo.

Extiende su mano y le da un bocado. Le miro y antes de irme le digo algo que no creo que le siente muy bien.

-Por lo que se ve te gustan las sobras.

Antes de salir de la cocina, justo cuando estaba bajo el marco de la puerta suelta algo que me deja de piedra.

-No me confundas con Derian. Él sí que se ha quedado con las sobras, con mis sobras –enfatiza lo último –Gracias por el sándwich –dice en mi oído y se va al salón.

Yo sin embargo me dirijo a mi habitación. No dejo de pensar en lo que me ha dicho. Pero esta va a ser la primera y la última vez que me trate así. Ahora empieza todo. Va a saber quién es Darlene.

Bueno bueno, la cosa se va poniendo interesante. SJ se está metiendo en terreno peligroso. Darlene ya no aguanta más y para colmo lo de las vacaciones. Os dije que en el 16 empezaría toda la movida y aquí tenéis un poco. Espero que os haya gustado. Gracias por los votos y por los comentarios. Seguid así amores jajaja. Comentad y votad, un beso.

El frío también quema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora