Capítulo 29

280 20 2
                                    

Pablo:
-El martes tengo una fiesta que hacen unos amigos y me gustaría que vinieras conmigo.

Ana:
-Me encantaría pero...

Pablo:
-No tendría que haberte preguntado. Da igual.

Ana:
-Has hecho muy bien en preguntarme. Claro que quiero ir pero... ¿y Marta?

Pablo:
-Marta no va a estar.

Ana:
-¿Y si voy tus amigos no le van a contar nada a Marta? ¿No le van a decir que la estás engañando con otra? ¿Y no van a sospechar nada?

Pablo:
-Mis amigos no saben que estoy con Marta. Hace meses que no los veo por eso quiero ir a la fiesta. De todas maneras les diré que somos amigos por si hay algún conocido de Marta y habla con ellos.

Ana:
-Vale. Pues entonces si voy.

Pablo:
-¿De verdad?

Ana:
-Sii.

Pablo:
-Gracias.

Ana:
-No es ningún favor. Además así yo también me divierto un poco que hace bastante que no voy a una fiesta.

Pablo:
-Yo también llevo tiempo sin ir a una.

Ana:
-Me voy a dar una ducha.

Pablo:
-¿Puedo ir contigo?

Ana:
-No sé..... deja que me lo piense.

Me cogió como si fuera un saco y me llevó hasta el baño. Después nos quitamos la ropa y nos duchamos entre besos y caricias. Después cenamos mientras veíamos la tele y yo me fui a la habitación cerrando la puerta para que Pablo no entrara.

Narrado por Pablo

Pablo:
-¿Ana qué haces?

Ana:
-Ahora verás.

Pablo:
-¿Y te queda mucho?

Ana:
-Ya salgo, impaciente.

Unos minutos después sale de la habitación, me apaga la tele y me lleva hasta la habitación. Lo había decorado todo estilo relex. Había puesto velas y apagó la luz.

Pablo:
-¿Y esto?

Ana:
-¿Te gusta?

Pablo:
-Me encanta. ¿Por qué lo has hecho?

Ana:
-Para relajarnos un poco. Anda quítate la ropa, pero déjate los calzoncillos.

Pablo:
-¿Qué me vas a hacer?

Ana:
-Ahora verás. Anda quítate la ropa.

Pablo:
-Vale.

Me quedé en ropa interior y me acosté boca abajo, como me indicó Ana. Depués se sentó encima de mi culo y empezó a masajear mis hombros y mi espalda. Al notar sus manos la piel se me erizó. Fue maravilloso notar la delicadeza de sus manos en cada parte de mi espalda. Ni siquiera Marta había provocado eso en mí. Ella es la única que lo sabe provocar. Después de estar una hora y algo masajeando empezó a besarme el cuello. Siguió por la espalda y después fue metiendo la mano en mi entrepierna y ahí ya no pude aguantar más. Me giré y la besé apasionadamente.

Ana:
-Mmm... que rico sabes.

Pablo:
-Tu si que sabes rico. Anda, ven aquí.

Poco a poco le fui quitando la ropa hasta que lo dos estábamos en ropa interior. Estuvimos un rato besándonos y acariciando nuestros cuerpos. Hasta que llegó el momento más glorioso. Lo hicimos apasionadamente hasta que caímos rendidos.

Narrado por Ana

Me despierto por las caricias de Pablo en mi espalda desnuda. Me giro y ahí está, sonriendo como siempre. Me da un beso y se queda mirándome.

Pablo:
-Eres realmente preciosa.

Ana:
-No me digas esas cosas que me sonrojo.

Pablo:
-Pero que bonita eres.

Después de un par de besos preparamos el desayunos y comimos en el jardín.

Ana:
-Por cierto...

Pablo:
-Dime.

Ana:
-¿Tú no me habías dicho que no nos podíamos ver esta semana porque Marta no tenía ningún vuelo?

Pablo:
-Así es.

Ana:
-¿Entonces que pasa le ha surgido uno de última hora?

Pablo:
-No, se va mañana por eso te dije que el martes no estará.

Ana:
-¿Osea qué ahora mismo está en tu casa?

Pablo:
-Claro.

Ana:
-¿Pero cómo se te ocurre venir a verme cuando ella está aquí?

Pablo:
-No pasa nada, ella me dijo que iba a salir con unas amigas. Además, no nos va a pillar. No sabe donde vives y yo le dije que me quedaba en casa un amigo que ella no conoce.

Ana:
-No me gusta que dejes de estar con ella solo para venir a verme. Me siento mal.

Pablo:
-Necesitaba verte. No podía aguantar más.

Le di un beso y seguimos comiendo. Después estuvo un rato más acompañándome y se fue. Cada vez se nos iba a ser más duro despedirnos.

El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora