Capitulo 27; Final.

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Al despertarme me giré y vi a un rubio al lado mia, sonreí y me acerqué a besarlo en el lóbulo de la oreja. Lo miré pero no era Carlos el que estaba alli, era el vecino que la noche anterior vino a pedir sal.

-Eh... Vete de mi casa.-dije moviendolo.-

No dejé que hablara y salió por la puerta echado a la fuerza. Me apoyé en la puerta y suspiré audiblememte, la cabeza me daba vueltas y solo tenia ganas de vomitar, de encontrar a Carlos y dejar de lado mi estupidez y orgullo.

* * *

Había pasado dos meses desde que me instalé aqui en Londres junto con Marta, hoy volvería para Madrid, llevo pensandolo mucho y quiero volver a ver a Sonia, a Rocío, a mi madre, Tamy... Y a Carlos. Necesitaba verlo, abrazarlo...

-Muchísimas gracias por acogerme estos dos meses, ya sabes, cuando quieras te vienes.-la abracé.-

-Ya tendré que ir, a ver quien es el chico del que tan pillada estás.-se separó sonriendo.-

-Te quiero.-dije arrastrando mi maleta para salir de alli.-

-¡Y yo!-dijo mientras ya bajaba por el ascensor, sonreí.-

Vuelta a donde todo comenzó, casi medio año sin verlo, sin hablarle, sin oir su risa... Me faltaba Carlos a mi lado.

Unas cuatro horas de viaje fue lo que tardé en aterrizar en el aeropuerto de Madird, después seis en el tren y por fin llegué. Fui al nuevo apartamento de mi madre cogiendo un taxi con el dinero que había ganado trabajando alli como camarera, tendríamos suficiente hasta que encontrara otro trabajo aquí.

Saludé a mi madre y dejé las cosas en la que ahora iba a ser mi habitación, salí otra vez del edificio y caminé con mis cascos puestos hasta la finca de Carlos, que estaba por la que antes era mia.

Llegué a la carretera de tierra, pasando por mi casa, la verja estaba abierta así que fui a dar el último vistazo, aquella casa donde tantas cosas malas había pasado, tantos sacrificios de privarnos de cosas para pagarla, ahora eso no iba a ser problema.

Me acerqué a la puerta para ir al patio trasero, alli había un columpio desgastado y un arbol que lo sostenía, miré debajo del árbol y vi una manta en el suelo bien colocada y un móvil.

-¿Hola?- lo primero que pensé era en que serían ocupas asi que rectifiqué y me fui por donde había venido.-

-Alba.- escuché une voz decaida, triste y rota, estaba también algo desgastada.-

Me giré para ver de quien era el dueño de aquella voz, ya que era masculina.

-Carlos.-dije con lágrimas amenazando de salir de los ojos.- Carlos...-dije asintiendo más bajito y no dudé en ir a abrazarlo.-

-Dios no sabes cuando te hechaba de menos.-me abrazó fuertemente.-

-Lo siento, lo siento, lo siento mucho...-dije cogiendole por las mejillas con las manos abiertas.-

-No fue tu culpa.-dijo.-

-Si Carlos, si lo fue, todo empezó por mi.-dije abrazandolo de nuevo.-

-No importa ¿vale?- dijo dando un paso alante.- siempre te he esperado,-dijo señalando el árbol.- y esperaría mil días más.

-Quiero empezar de nuevo todo, recrificar todos los errores del pasado.-dije con lagrimas saliendo.-

-En ese caso...  Hugo si puede comer chocolate.-dijo encogiendose de hombros mientras sonreía.- pero no le des mucho.-sonreí y lo abracé de nuevo.- ¿Niñera?

-Se podría decir.-me alcé un poco sobre mis puntillas y le dejé un suave beso en los labios.-

-Te quiero.-dijo dandome otro.- no te hacer la idea de cuanto.- me abrazó.-

* * *

Volví a encontrarme con mis amigas, iba a la universidad y por las tardes trabajaba como camarera en un karaoke de la zona.

-¡Hey!-dijeron las chicas entrando al local.-

-¿Qué haceis aqui?-dije detrás de la barra.-

-A pasarlo bien. ¿No?-dijo Rocío.

Carlos y sus amigos entraron a local y se sentaron en el centro de la mesa, vi como Carlos y Blas discutían mirando la carta de canciones.

Después subió en con Blas y David, cantararon "Shut Up & Dance with me" él se bajó del escenario y me subió a este,  bailamos animadamente hasta que se acabó la canción.

-Carlos que vergüen...-me cortó y puso el micrófono cerca de sus labios.-

-Shut up and kiss me.-dijo con un tono suave medio cantando.-

Y así y hice, lo besé delante de todo el local y la gente aplaudia animada.

-¡Booooodaaa! ¡Booooda!- gritaban Sonia, Rocío y Tamy, que después se le unió el resto del público.

Carlos sonrió juntando nuestras frentes, entrelazamos nuestros dedos y miramos para el frente sonriendo.

Era hora de cerrar un capítulo no muy bueno de mi vida y empezar bien, mi madre ya tenía dinero suficiente para pagar la casa, continué mis rutinas de estudio y trabajo, Carlos y yo llevabamos cerca de un año ya, cosa que cada vez me hacía quererlo más.

¿Niñera?Där berättelser lever. Upptäck nu