Cap 3. Yo juego.

590 31 4
                                    

Bajamos a la sala, era más grande que su recámara, realmente vivía en un tipo Palacio.
Su novia, Kassandra, se acercó a él y empezó a besarlo.
-¿Por qué tardaste tanto?
Quería poner los ojos en blanco, pero sabía que no era correcto.
Deje de ver el apasionante beso y enfoque mi mirada a todos los de la fiesta.
Todos me miraban de una manera extraña, como si realmente fuera otro chico.
Max quitó a Kass de sus brazos y tomo mi brazo.
-¡Ey! Espera.
Voltee a verlo.
-¿Qué pasa?
-Te falta algo.- después tomó mi cabello y lo despeino aún más.
-¿Qué haces?- le pregunté.
-Tratando de hacerte ver más guapo.
-¿Más?- mis mejillas ardieron y las de él también.
-Creo que ya, ahora si, ve y diviertete.
Me sonrió y guiño un ojo.
Kassandra lo tomó de la mano y salieron de mi radar.
Traté de encontrar a Laura pero la busqueda fallaba, no estaba por ninguna parte.
Caminé hacia la cocina para buscar agua pero alguien interrumpió mi llegada.
-Hola, ¿Cómo estás?
Era una chica de cabello color castaño y ondulado.
-Hola, Estoy bien, ¿Y tú cómo estás?
-Bien, gracias. Te llamas Eduardo, ¿Cierto?
¿Cómo sabía mi nombre, de hecho, ella no va a la escuela conmigo y se ve más chica que todos los de este lugar.
-Si, ¿Cómo supiste?
Ella sonrió.
-Mi hermano me mando a cuidarte, creo dijo algo como "Que nadie trate de tocarlo"
-¿Quién es tu hermano?- reí.
-Max, se llama Max.
Mis ojos se abrieron completamente.
-¿Él te envió?
Encogió los hombros.
-Me llamo Pamela- me estiro el brazo.
-Hola Pamela- le estreche la mano.
Pamela traía un vestido blanco, y zapatos bajos, tenia  la piel igual de clara que Max y sus ojos los delataban.
Ella y yo, empezamos a hablar sobre Max, me contó de la vez que se le perdió su oso de peluche y lloro cómo bebé por horas, o de la vez que lo hicieron subirse a la azotea y sus piernas le temblaban.
Pamela y yo reímos por horas sobre las graciosas cosas que le pasaron a Max y después ella dijo.
-Qué curioso, se te dilata la pupila y te brillan los ojos al nombrar su nombre, cómo a él al nombrar el tuyo.
Agache la mirada y cerre los ojos.
Al cabo de unas horas, las personas empezaron a irse y solo quedábamos cinco personas.
Laura por fin apareció, estuvo con un chico fuera de la casa.
Pamela reunió a todos.
-Okey, jugaremos botella.
Yo jamás he jugado botella, y me puso un poco tenso que nombrara ese juego.
-Estoy dentro.- dijo Laura.
Pamela sonrió con picardía.
-Tienen que estar consciente que puede tocar cualquiera, si eres niña y te toca una niña, la besas, si es niño y te toca un niño- me miró a mi y después a Max.- lo besas.
Me puse demasiado tenso cuando todos empezaron a aceptar, Kassandra acepto, Laura aceptó, Pamela aceptó.
Solo faltabamos Max y yo.
-Vamos chicos, será divertido.
Max me miró y levanto una ceja.
-Acepto.- dijo Max y mi corazón se paró por segundos.
Tragué saliva y miré que todos esperaban mi respuesta.
-Está bien, yo juego.
Todos se sentaron en circulo, Max adelante de mí, laura a mi lado, Kassandra a lado de Max y pamela a lado mio y de laura.
-Yo empiezo.- dijo Laura.
Giró la botella y le tocó Max.
Kassandra río.
-Vaya, mi mejor amiga y mi novio, enfrente de mí.
Se acercaron y fue un beso rápido.
-Perfecto, te toca Kassandra.- dijo Pamela.
Kassandra giro la  botella y le tocó Pamela.
De igual manera se acercaron y besaron de la manera más rápida posible, ni siquiera cerraron sus ojos.
Después fue turno de Pamela y me besó a mí.
Y me eligió a mí para que girara la botella.
Mis manos temblaban y trate de controlar mis nervios, si me tocaba Max, sería algo muy penoso y sería mi primer beso a un niño.
Giré la botella y empezó a dar vueltas.
Todos miraban la botella y yo rezaba porque no me tocará Max.
De repente la botella paró y apunto a Laura.
Respire profundamente y la besé.
Después elegí al único que no la había girado.
-Max tu turno.- dije.
Tomó la botella y la giró.
Su novia gritaba porque la botella parará y después paro.
Todos se quedaron con los ojos abiertos y a mí se me fue el color.
-Max y Eduardo.- dijo Pamela con una gran sonrisa.
Laura tomó mi mano y Kassandra la mano de Max.
-Creo que se acaba el juego.- dijo Kass.
-Por supuesto que no.- dijo Pamela.
Voltee a ver a Max y él tenía una sonrisa escondida en su cara.
Sus ojos de nuevo estaban dilatados y me miraban a mí con ese brillo de cazador profesional.
Y me dolía que me viera así, dolia que me hiciera imaginar que podría haber un nosotros.
Se acercó a mí, él se acercó a mí y tomó mi barbilla de la manera más delicada.
Miró mis labios por un momento y se relamio los suyos.
-¿Estás listo?- me dijo
Y de verdad no podía creer que dijera eso.
Se acercó poco a poco y separó un momento sus labios y separé un momento mis labios. Como si quisiéramos que se hiciera una sola respiración.
Acercó mi barbilla a él y nos besamos.
Cerre los ojos y cerro sus ojos, podía sentir cada parte de su cuerpo moverse y entre nuestros labios se hizo una pequeña guerra de mariposas.
El beso hizo que perdiera la noción del tiempo.
Puse mi mano en su mandibula y otra en su cuello jalandolo aún más a mí.
No quería que parara, queria quedarme aquí y ahora.
Pero Kassandra gritó.
-Creo que es suficiente.
Y eso nos hizo reaccionar.
Nos separamos y nos miramos un momento.
Noté como buscaba en mis ojos la respuesta a sus miedos y eso me hizo retroceder y bajar la mirada.
Laura me miraba y Pamela igual, ellas sonreían y yo no pude evitar hacerlo.
Después Kassandra se levanto y dijo que tenía que irse.
Yo hice lo mismo y Laura por ende también me siguió.
Me despedí de Pamela, traté de despedirme de Kassandra pero en ese preciso momento se fue al baño.
Y después de Max.
-Te veo mañana a las 10.
-A las 10 ahí estaré.
Me sonrió y me acompañó hasta la puerta.
Salí de ahí y no miré atrás aunque sentía su.mirada en mi nuca.
Subí al mini cooper de Laura y después de que ella también subiera, fuimos a mi casa.
-Lau, ¿Podrias acompañarme esta noche?
-Claro.
Subimos a mi casa y después de ponernos la pijama, nos acurrucamos en mi cama.
-Edu.- me nombró Laura.
-Dime.
Ya sabía a dónde iba esta conversación.
Iba directa a Max y no quería recordarlo.
-¿Te gustó besar a Max?- Me quedé callado y ella finalizó- Porque estoy segura que a él le gustó besarte.
Y di gracias porque las luz estuviera apagada y la oscuridad invadiera el cuarto, porque sonreí como casi nunca hago, sonreí de la manera más tonta y boba.
-Descansa Lau.

Fragil (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora