Capítulo 23 "Nunca lo imagine."

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Después de haber terminado mi desayuno, fui interrogada por todos, aun seguían asombrados, y admito también yo, jamás me había pasado por la cabeza dar un golpe, mucho menos a Nathan, creo que fue un momento de adrenalina, y toda la ira que había reprimido salió, Nathan besando a Abigail, Nathan metiendo mano con Abigail y Nathan siendo Nathan. Será que él realmente quiera un tregua, o solo lo hace para que confié en él y después dejarme en vergüenza, ya no sabía que creer.

La imagen de sus labios pronunciando "Conóceme", no tenía que, lo conocía, sabía de lo que era capaz. Se suponía que el campamento era para librarme de todo y aquí estoy pensando solo en él, descarté la posibilidad de que me gustara, no había síntomas y si fuera así me obligaría a no sentirlo.

Celos.

Hormigueo en el estomago.

Y todas esas emociones inexplicables.

¡Oh Basta! No podía permitir tal cosa, tenia que crear una barrera que limitara esos sentimientos y que se quedaran escondidos, y que la chica que soy y siempre he sido permanezca así, sin amoríos por chicos como Nathan.

― ¡Eres un salvaje!―gritó Abigail

La ignore y me senté junto a la ventana, y me puse los audífonos, lo que menos quería era escuchar a gente sin sentido común decirme como comportarme.

―Te estoy hablando―me arranco un audífono.

― ¿Cual es tu problema?

―Haz golpeado a Nathan

― ¿Y? esa ya es una noticia vieja, si no quieres terminar igual que el, deja de molestarme.

Abandoné la habitación y Nathan estaba en el pasillo.

―Ahg.

― ¿Qué te pasa?

―Tu novia es lo que pasa.

―Es insoportable verdad―rió

―Por algo es tu novia, se entienden.

Mi móvil sonó

‹‹A las 7 en el lago, te tocan los malvaviscos-ALEX››

Donde rayos voy a conseguir malvaviscos.

―¿Quieres hablar?-― apareció detrás de mi

―No creo, tengo que conseguir malvaviscos.

―Hay una tienda fuera de el campamento, no muy lejos.

―No podemos salir ―quería correr lejos de él

―Yo consigo el permiso

―Que tramas Nathan

―Nada, ya lo dije tregua.

No respondí, no confiaba en él, lo conocía bien, algo tramaba, y prefería estar sana y salva aquí, a excepción de que sin no llevaba malvaviscos sentiría la furia de Kenzie.

― ¿Entonces?

―Si tramas algo, te vas a arrepentir y esta vez no será tu nariz sabes a lo que me refiero.

―Hecho―dijo mientras se ponía las manos ahí

Caminamos dos tramos larguísimos hasta que encontramos la tienda.

―Dijiste que no estaba lejos.

―No habrías querido venir.

Entramos a la tienda, era una cabaña muy linda, tenían de todo tipo de dulces, me enfoque en los malvaviscos, me dirigí a la caja para pagar y Nathan me mostro un bote de chocolate.

―Los malvaviscos sin chocolate, no son malvaviscos.

De regreso al campamento Nathan tomo una desviación.

―No es por aquí.

―Lo sé―siguió caminando

―Entonces.

―Te voy a mostrar algo.

―No, regresemos―dije firme

―Te va a gustar―me mostro esa sonrisa, sí, la que causa problemas.

Una parte de mi cabeza se puso en alerta "Lo golpeaste, quiere venganza", pero otra parte tenia curiosidad.

Cuando volví a la realidad había perdido de vista a Nathan.

―Nathan, si te atreves a dejarme aquí...

―Por acá― escuche su voz a lo lejos.

Camine por un pequeño sendero hasta que llegue a un pequeño manantial que caía en una cascada.

―Que hermoso.

―Mi abuelo era amigo del director del campamento, en algunas vacaciones nos traía aquí a mis primos y a mi, y una vez jugando a las escondidillas encontré este lugar―dijo nostálgico.

―Siento tanto lo de tu abuelo.

―Lo extraño tanto ― su voz de volvió débil.

Quería darle un abrazo y consolarlo, una parte de mi se derrumbaba al verlo así, volté a ver a Nathan y se estaba quitando la camisa, seguido del pantalón

―¿Que haces?

―Vamos a nadar.

―Estas loco―miraba para otro lado, solo estaba en bóxer

―Que no te de pena ver, estaríamos a mano― se burlo

―Nathan tenemos que volver―demasiado tarde, se había sumergido en el agua.

―Vamos entra.

―No, en serio me voy.

Nathan me lanzo agua, dejándome casi empapada

―Adiós―grité

Antes de dar un paso me tomo por la cintura y me susurró

―No hagas que te lance desde aquí.

Su voz era realmente seductora, pero no me iba a convencer.

―Uno, dos...

―Vale vale,―dije rendida.

Me quite el vestido y lo deje junto a la ropa de Nathan, entre al agua, estaba refrescante, en este momento me divertía con quien jamás imagine, sin contar que los dos estábamos en ropa interior.

―No eres tan terrible.

―Soy peor.

Mientras me volvía a sumergirme Nathan ya no es encontraba en el agua, estaba en la superficie cambiándose, tomo mi vestido y se alejo.

―¡Nathan! ―grité asustada.

―Solo bromeo.

― ¿Entonces para que son los malvaviscos?

―Habrá una fogata en el lago.

― ¿Y no me invitas?

―La organizo Alex, no creo que...

―Ya veo, que fastidio,

―Hablando de fastidio, ahí viene Abigail, te dejo, y gracias por acompañarme―sonreí.

GIVE ME HATE AND ALL YOUR LOVE (Nathan Sykes)Where stories live. Discover now