One-shots [Yaoi/Gay] [AdriNaël]

Cuarto Capítulo

One-shot IV

Nathanaël se removió entre las sabanas, las cortinas blancas abiertas de par en par dejaban que la luz entrase en su habitación, en el piso de abajo los sonidos se hicieron presentes, interrumpiendo así el sueño de quien en ese momento, era el único en su casa dormido, los pasos subiendo la escalera y como golpeaban suavemente la puerta era lo que llenaba su mente, por lo cual, murmurando un "¿Hm?" se dejó llevar nuevamente en el sueño, nada ni nadie podría despertarle de nuevo, o eso quería creer, puesto un golpe se plantó en su mejilla, y allí se quedó, un Nathanaël confundido abrió los ojos con lentitud, miro la puerta siendo cerrada con total brusquedad, y un cabello azulado salía casi corriendo de su casa, dejando a todos los presentes atónitos, y a un Nathanaël muy confundido e intimidado.

Sus ojos comenzaron a pesar, más, ahora, siendo su segunda vez despertando, se levantó de la cama y camino al baño, aun preguntándose, ¿Por qué Marinette actuaba de esa manera?, ella solía ser la chica linda y tierna, pero, ¿Y ahora?

Las manos le temblaron, se llevó una hacia la cabeza y comenzó a tironear con nerviosismo los cabellos rojos, su mente estaba llena de preguntas, una de esas era, ¿Por qué Marinette actuó de esa forma?, miro el reloj que colgaba de la pared, a la salida del baño.

"Oh, sí que se hizo tarde, mejor me voy preparando", acudió rápidamente a lavarse la cara y cepillarse los dientes, al igual que el cabello, dejando su típico mechón tapándole su ojo, se vistió con lo único de todo lo que tenía en su armario y era de su agrado, luego, era algo como lo que el llamaría "Ropa porquería", no se la pondría ni para tirar la basura en la calle.

Rápidamente bajo casi corriendo las escaleras, olvidándose de un pequeño detalle, el golpe en su mejilla aun latente y rojo.

"¡Oh!, ¡Oh!" Gritó su madre mientras que, retirándose del lienzo de pintura, corría hacia su hijo ", ¿Quién te ha hecho eso, amor?" La preocupada mujer, sería capaz de hacer que cerraran la escuela si le decía que Marinette, pero seguramente, ya sabría sin siquiera decírselo "... ¿Fue esa chica de pelo azul?, ¿No?, ¿Se puede saber dónde vive esa perra?" Murmuro casi gruñendo, como una loba protegiendo a su cachorro.

"Mamá, por favor, se defenderme solo, aparte, ella es la chica que me gustaba, en fin, seguramente se explica luego" Nathanaël sonrió con nerviosismo, a la misma que se sentaba en la silla del comedor, y revolvía su cuchara dentro de su cosa de desayuno.

"Pero hijo, ella es muy mala, tú no deberías" Intento explicar la mujer, cuando escucharon el arrancar del auto del padre "Deberías apresurarte, tu padre ya se está yendo".

Nathanaël se tomó lo más rápido posible –Aunque luego le doliera la panza- el té, y salió corriendo hacia su padre, y el auto, que lo esperaban en la entrada de la casa, se metió de un salto y el auto arranco.

Sus manos se aferraron a su propia vestimenta con fuerza, pensando, ¿Qué le pasaría a Marinette?, en verdad, ya no gustaba de ella, era algo pasajero, o bueno, algo así, pero, realmente, estaba preocupado, como amigo.

Sus ojos lograron divisar a lo lejos, la figura de su escuela, y le pidió a su padre que parase en la esquina, el llegaría luego hasta la puerta, no le gustaba que le vieran llegar en un auto, nunca le vieron llegar así, suspiro.

Su padre acato su orden y freno en la esquina, Nathanaël se bajó sin esperar mucho y se despidió de su padre con una sonrisa, un beso en la mejilla y un leve "Adiós", para salir caminando directo hacia la entrada de la escuela y saludar con la mano a Juleka y a Rose, sus únicas amigas, o bueno, mejores amigas en toda la escuela, normalmente, podría decir que le gustaba la compañía del dúo.