Síndrome de Estocolmo

30.1K 2.9K 938
                                    




Sí, lo leísteis bien.

Tengo Síndrome de Estocolmo. Para los que no saben qué es:

Síndrome de Estocolmo: es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, violación o retención en contra de su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha dañado física y/o psicológicamente.


Oigan, no fui secuestrada, violada ni nada por estilo, pero me metí en la piel de Olivia e igual como ella, me enamoré de Caleb.

¡CAAAAAAALEEEEB!

Shen, quieres aclarar de una maldita vez de qué demonios estás hablando.

Ah sí, se me pasó. Vaya, mi subconsciente a veces es útil.


Estoy hablando del libro "Captive in the Dark" de C.J. Roberts. Mi nuevo amor literario.

¡CAAAAAAAAAALEEEEEB!

Dios, mío. Es que cómo se puede simpatizar con semejante hombre. Lo que hace no tiene ninguna justificación. Qué infancia ni que leches. Cuando eres adulto, tú mismo escoges tu camino.

Alaaaaaa....ya salí filósofa y todo.

Pero no, estoy aquí, enamorada hasta los huesos de Caleb.

¡CAAAAALEEEEEB!

Lean estas citas y díganme si no es para enamorarse:

                                                                        
—Por favor —lloré mientras continuaba acariciándome. Sentí su peso sobre la cama, y mi corazón tartamudeó.
                      
—No puedo —susurró—, y más que eso... no quiero.

¡Caleb mal nacido! ¡Por qué la haces esto! Por cierto, la chica no llora de la emoción, llora de puro miedo. Por si las moscas.

Venga, otra cita:
                                                
—Necesitas un baño, mascota. —Fue su aterradora respuesta.

Espera, espera. ¿Sabéis a quién me acaba de recordar esto?

André ._.

¡Ahora caigo! Ya decía yo a quién me recuerda esta forma de decir "mascota". El muy cabrón me llegó a llamar mascota una vez, y siempre me llama patito. Pero já, con este no tengo Síndrome de Estocolmo. Más bien tengo Síndrome de Pronto Te Mutilo.

Pero bueno, no perdamos el tiempo con André que no vale la pena. Sigamos con mi amor enfermizo por Caleb:

                                                 
—No me llames mascota. —Salió la temblorosa, pero aún así firme orden.

Caleb se quedó absolutamente quieto. Nadie le hablaba así —y menos, unas casi desnudas y con los ojos vendados, mujeres. Instantáneamente, la empujó hacia adelante hasta que su suave mejilla se presionó toscamente contra la suya propia. Él gruñó:
                  
—Te llamaré como cojones quiera, mascota. Me perteneces. ¿Entiendes?

¡BIEEEN! Debería sentir asco por el tipo. A decir verdad, me da mucha rabia. Pero es que...es tan ¡AGH!

Putas autoras, logrando que las mujeres simpaticemos con hombres que en vida real no hubiéramos querido ver ni en pintura.

                                                  
—Necesitas calmarte mascota. No quiero que entres en shock. —Ella sólo gimió en respuesta.

Caleb se rió y le acarició el pelo.
                   
—Te prometo mascota, que si haces lo que te digo, siempre saldrás mejor parada de lo que piensas.

O sea, la secuestras y encima le dices que haga lo que tu digas para salir mejor parada. Es que vamos a flipar un poco. Él es demasiado cruel, las cosas que le hace...

Pero igual...

¡ES CAAAAAALEEEEB!

Lo siento, estoy en modo fangirleo. No puedo con este libro...es demasiado intenso, fuerte, agrio y brutal. Niñas pequeñas, no lo lean.

Pero si tú a los quince ya te leíste Beso Eterno a los catorce...

¿Y? Cada uno con su caso. No tienen por qué copiarme. Anda cállate, ya estás balbuceando otra vez.


Él sonrió, y yo cerré los ojos, mirando a otro lado—. De hecho, así es como te llamaré... Gatita.

._-

Comprobado, es otra replica de André. ¿Gatita? ¿Patito? Anda iros a la mierda un poquito... Mira que me ibas gustando Caleb, pero tu forma de hablar a Olivia me recuerda demasiado a André. ¡Pero dejadme vivir! ¿Ya no puedo tener oasis de paz ni en mi propia casa? ¿Pero cuando me morí yo para estar en el infierno ya?

                                                                           

—Es mucho más fácil cuando te rindes Gatita —dijo en voz baja—, mucho más fácil.


¡AGH! ¡LO AMO-ODIO! ¿Por qué le hace esto? ¿Por qué Caleb?

Maldito semen eres.

                                                  
—Por favor Caleb —casi ruego—, no te muevas. Déjame ir y no hagas que te mate, porque lo haré. Juro por Dios que lo haré. —Estaba calmado, demasiado calmado.


Niña, como lo mates, te busco yo y te mato. ¿Estoy loca? Sí, ¿Pero cuándo eso fue novedad?

En fin...me voy a seguir leyendo esto que está muy pero muy interesante. Olivia, ni se te ocurra tocarlo... ¡NI SE TE OCURRA! Si quieres, cambiamos los puestos ahre.

Aunque siendo sinceras, como que no. Prefiero amarlo a distancia.



Nos vemos, sémenes y costillas.


Puta. Bida.


¡CAAAAALEEEEB!

PUTA [B]IDA (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora