III

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Había decidido ser rebelde por una única vez en su vida y pasarse los castigos por donde no pasaba el sol.

Estaba corriendo por los pasillos. Tropezó muchas veces y sus rodillas estaban ardiendo demasiado, sentía que la piel se le abría pero poco le importaba aquello.

Siguió corriendo para llegar sin interrupciones a la biblioteca y encerrarse en al ático. Bufa porque sabe que pronto tendrá que volver a casa y acompañar a su madre a casa de sus amigas, se grita internamente por no ser capaz de llevarle la contraria y exigirle que deje de ser una madre irresponsable.

Pareciera que jamás lo quiso, que sólo lo mantiene porque así cobra el salario escolar. KyungSoo tantas veces pensó que prefería estar muerto en vez de permanecer vivo con esa familia de alcohólicos.

Su madre era una viciosa, gasta el dinero en el casino y luego gran parte en casa de sus amigos. Y su padre es el peor ejemplo de vida que pretendió querer como ideal; se emborracha en casa y llevaba a mujeres cada noche, importándole poco si su esposa estaba observándolos desde la cocina, y no es como si a la mujer le importara lo que su marido hiciera, sólo quería el dinero y saciar su vicio.

A ninguno le importaba KyungSoo, estaban con él por el salario escolar y porque lleva su sangre, porque si hablamos de cariño es mejor no hablar. No sienten pena cuando el joven llega con hambre y con el cuerpo pesado, no les importa que KyungSoo vomite en el retrete porque ellos están más ocupados como para mirar a su hijo.

Era frustrante y desalentador tener que convivir con ellos, era bastante enfermizo ver a sus padres teniendo relaciones en la sala. Duele no sentir cariño, pero no es como si aquello fuera a necesitar; su hermano aún lo quiere y eso basta para poder manejar su vida.

BaekHyun comenzó a hacer su vida fuera de esa casa, compartiendo un departamento con su novio y negándose a ver a sus padres. Las únicas veces que fue a esa casa era para rogarle a su hermano que se cuide y que si tiene ganas de irse que él estaría para siempre. Lo ha pensado, pero en un momento de su vida, aún amaba a sus padres y era bastante estúpido ya que ellos lo han llevado al infierno de ida y de vuelta.

Pero hoy día, estando en el ático, sollozando porque no quiero ser su juguete, comprendió que lo único bueno era BaekHyun y sus padres sólo lo menosprecian porque no fue un hijo deseado, metiéndose en los vicios para arrancarse la pena de haberlo dejado nacer.

¡Demonios! ―Se quejó tocándose las rodillas a la par que escuchaba la puerta abriéndose, provocando el fuerte sonido de la madera al chocar.

― ¿Qué haces aquí? ―Vocifera demandante el único chico que estuvo con él aunque en duros silencios.

Eleva la mirada y se acongoja en su lugar, resistiendo las ganas de verse débil frente a JongIn. No podría soportar que se comenzaran a burlar de él por no ser fuerte, por ser un chico débil y delicado. Siempre temió las reacciones de los demás cuando se trataba de sus sentimientos, le hacía enfurecer un poco pero sobresalían las ganas de gritar cuando eso sucedía, y ver a JongIn ahí eea bastante humillante a decir verdad.

Con parsimonia, deja caer su cabeza y abriga sus piernas para protegerse de todos los malos pensamientos que rodaban en su mente. No trata de comprender a sus padres porque no puede, no ve el lado bueno de tener amigos porque no tiene y no se atreve a mirar los ojos ajenos por temor al miedo de encontrar algo ahí.

Las lágrimas inundan sus ojos, pero no las deja caer hasta recién sentir los fuertes brazos de JongIn rodearle los hombros, calmándolo con leves susurros y dándole suaves masajes en su piel con las yemas de sus dedos. Más gotas de impotencia, más líquido de soledad se esparcen por sus mejillas hasta perderse en sus labios; quiere dejar de verse frágil frente a los demás, pero eso era imposible. No tenía una familia protectora, siempre fue de ser frágil como la porcelana ¿por qué tratar de ser fuerte?

Silence Books →KaiSooWhere stories live. Discover now