Pienso, siento. Luego exploto

1.4K 87 5
                                    

Sobreviví a la detención. Y aunque cueste creerlo, Logan y yo tuvimos una muy pequeña conversación civilizada, sin gritos, insultos o golpes. En esos ¿Diez, quince minutos? El chico me había caído un poco mejor, realmente podía llegar a no ser un idiota cuando se lo proponía, pero aún lo detestaba. Era un avance. Luego la vida siguió su curso natural y discutimos otras diez veces más por simples tonterías.

Me encontraba en los pasillos de la escuela con mi pequeño rubio Finn, le había contado sobre mis marcas y se lo había tomado... normal. Una leve reprimenda, ni más ni menos. Demasiado normal para mi gusto.

—¿Y? —preguntó mi rubio amigo.

—¿Y, qué? —repetí distraída ante el rugido de mi pobre estómago. Moría de hambre.

—¿Cómo te fue en detención?

—¡F-A-T-A-L! —escupí cada letra con molestia. Aunque estuviera exagerando. No estuvo tan mal del todo.

Cerré la puerta de mi casillero y reprimí una ligera sonrisa que amenazaba con escaparse. Finn no lo notó.

—¿Tan malo fue? —inquirió divertido.

—Imagina pasar toda la tarde de un viernes encerrada seis putas horas en un salón con la persona que más odias. ¿Lindo, no?

—Si lo pones de esa manera...—sonrió, negando con la cabeza.

—Es en serio, uno de estos día va a salir mi asesino interior y no me van a importar los malditos rumores. Voy a asesinarlo en un baño.

—Y por esas ideas es que necesitas un psicólogo.

—Sh, cállate —sonreí. Amaba a este raro.

—No me sushees, Lorraine—movió su dedo índice en señal negativa, lo que me hizo reír.

De un momento a otro, sentí un golpe en mi cabeza. Fue leve, pero dolía de todas formas.

¿Quién mierda lo hizo?

Voltee con rapidez la cabeza para clavarle estacas con la mirada a quien lo hubiera hecho. Oh oh. Y ahí frente a mí, estaba él, tan orgulloso como siempre.

—Lorraine —llamó.

—Fitzgerald. ¿Qué quieres ahora?—dije seca. Este chico ya me estaba hartando—. ¿No te bastaron las seis horas de ayer?

—Oh, alguien despertó de mal humor hoy. No, me equivoco, ese es tu estado natural —se burló descaradamente. Al parecer hoy estaba extrañamente feliz sin la mirada de: "Me miras y te apuñalo" que tanto usaba—. ¿Estás en tus días, no?

Rodé los ojos. Insulto básico.

—¿Y tú tienes palpitaciones, no?—contraataqué. Punto a mi favor.

Y me di la vuelta para arrastrar a Finn conmigo a la cafetería sin decir más.

***

Esa fue la última vez que vi a Logan.

Habían pasado 2 semanas desde aquel día, él había estado faltando a la escuela. Y por alguna extraña y desconocida razón. Estaba preocupada.

—¡Tierra a Jenna! —Finn agitó su mano frente a mi rostro, despertándome de mi ensoñación.

—¿Ah?

¿Así de desconcentrada estaba?

—Presta atención, tonta, si nos colocan un cinco en este trabajo será tu culpa.

—Es que estoy... —comencé a decir, pero una repentina voz dejó mi frase a medias y me erizó los vellos de la nuca.

—Lamento la tardanza, profesor Binn.

Dangerous Love [ HIATUS ]Where stories live. Discover now