F I N A L

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 —¿Te duele? —preguntó Jiang mirando su brazo, WinWin estaba quitándose la ropa para tomar un ducha, ella le había asegurado que ya había tomado una y que no lo podía acompañar, estaba burlándose un poco, con sus ojos grandes devorándolo, su lengua pasando por sus labios como si lo deseara, tal cual, sudoroso y todo.

Aquello le dio la idea.

WinWin negó con la cabeza. No le dolía el brazo, lo sentía algo entumecido, no era lo mismo.Se giró hacia Candyfloss que estaba recargada contra el lavamanos, desnudo y excitado. Ella le miró con una risita.

—Ya me duche hoy —dijo de nuevo, como una niña pequeña a la que no le gustara mucho el agua.

Él no dijo nada, simplemente siguió avanzando hasta que en pocos pasos, sus manos estuvieron a ambos lados de la cintura femenina.

—Estoy sudoroso, si me acerco más te ensuciaras —susurró él y besó su hombro desnudo, ella se había quitado la sudadera que llevaba puesta cuando había abierto la puerta.

La sintió estremecer y soltar aire por la boca

—A mí me parece que hueles muy bien —murmuró Jiang y también besó su hombro. WinWin sonrió ante la seguridad de que ella se ducharía también...

Cuando por fin entraron bajo el chorro de agua ambos tenían las piernas de gelatina y WinWin sentía más que entumecimiento en su brazo pero había valido completamente la pena.

ו×

El día del concurso de baile de JiSung, WinWin y Jiang se presentaron temprano en el orfanato para recoger a los niños de entre siete y doce años que irían con ellos al evento.

Ella estaba un poco nerviosa ante la perspectiva de conocer al famoso Padre Johnny, Jiang sabía que para WinWin, el sacerdote representaba más familia que sus padres y hermano juntos.

El Padre era un hombre mayor con el cabello rociado de canas pero aun así atractivo, sus ojos eran profundos y su sonrisa tranquilizadora.

—¿Tú debes ser Jiang?

—Le han contado sobre mí —inquirió ella con una sonrisa y el Padre señaló su cabello.

—Me dijeron que era rosa.

Aquella broma terminó con la presión que sentía, WinWin acarició un mechón.

—Destaca, Candyfloss.

Jiang lamentó que el Padre no pudiera acompañarlos pero había dicho que aprovecharía para hacer algunas diligencias que no podía esperar, lo que sea que significara eso. Los niños estaban emocionados de salir de paseo, aunque había algunos que los miraban intrigados tanto a ella como a Winwin, otros pensaban que era realmente cool que ellos fueran sus niñeras por ese día.

Llegaron al centro de la ciudad, el concurso se celebraría en la plaza principal frente al ayuntamiento, los niños ocuparon dos filas completas de las gradas colocadas para la ocasión Jiang no pudo ver a el enano antes de que el evento comenzara pero el orgullo retumbo con cada latido de su corazón cuando JiSung robó las miradas de todos los asistentes, se movía con ritmo y adornaba todos sus movimientos con esa sonrisa que tanto adoraba.

—Es muy bueno —le dijo WinWin y ella asintió sintiéndose feliz por el enano.

Los niños hicieron un verdadero alboroto cuando JiSung quedo en segundo lugar, toda la gente los notaba y WinWin se divirtió incitando a los chicos a gritar más fuerte cada vez. Un hombre tatuado batiendo los brazos mientras casi dos docenas de niños lo coreaban.

Digno de ver.

JiSung fue corriendo a saludarla después que el evento terminó, Jiang lo abrazó fuertemente diciéndole lo orgullosa que estaba, cuando se separaron notó que Min permanecía de pie muy tiesa frente a ellos.

Su mamá siempre había sido una mujer bella, pero desde hacía años lucía apagada, resentida.

—Hola —saludó Jiang y su mamá miró hacia los niños aun haciendo algo de escándalo.

WinWin se acercó lentamente y se quedó a su lado

—Él es mi pareja, WinWin —presentó ella mientras Min parecía evaluar cada centímetro de WinWin, él le sonrió como si el estudio le resultara gracioso.

—¿Quiénes son los niños? —preguntó Min con un tinte de curiosidad en su voz. Jiang dejó que WinWin contestara esa pregunta, la sorpresa de su mamá al oír sobre el orfanato se hizo evidente en su rostro.

JiSung miraba a todos alternadamente como si estuviera nerviosa, los niños comenzaron a impacientarse.

—Candyfloss, ¿Pueden tú y JiSung llevar a los niños a comprar unos refrescos?

Ella dudó y él le sonrió guiñándole un ojo, asintió y empezó a alejarse, despidiéndose de Min con una sonrisa.

—Fue bueno verte.

ו×

La madre de Jiang comenzó a girarse pero WinWin habló justo antes de que le diera la espalda completamente.

— Ella no la culpa.

Aquello detuvo a la mujer por completo.

—Deje de estar a la defensiva, disfrute a sus hijos, lo demás ya quedo en el pasado.

Min no lo miró pero sus hombros cayeron.

—No puedo dejar el pasado atrás.

WinWin entendió a lo que se refería.

— Debería hacer lo posible por no culparse usted misma y así disfrutaría a su familia.

La mujer sonrió y se enderezó orgullosa evitando que él la viera flaquear, volvió a evaluarlo y alzó la barbilla.

—¿La quieres?

—Por el resto de mi vida.

Min asintió y le dio finalmente la espalda. Candyfloss lo miro interrogante cuando volvían al orfanato.

—¿Que le dijiste a Min?

—Lo que necesitaba saber.

Ella lo miró y sonrió, sin presionar, se inclinó y besó su brazo.

—Te quiero.

—También te quiero mi algodón de azúcar.

Los niños rompieron al reír al escuchar el apodo.   

Editado el 22 de Junio del 2018


Crazy ✓ WinwinWhere stories live. Discover now