Pederasta |J.V.| (Editando)

Capítulo 18

Miguel y Alfredo, tienen varios encuentros al mes, pasaron de ser diarios a cuatro o cinco mensuales, la iglesia ya no es su lugar de encuentro y todo ha cambiado, todo es monótono, el sexo y las platicas, es más por costumbre, Canela sabe que ya no hay nada, lo único que hace es "llenar" el vacío de su vida engañándose y Leyva no sabe como terminar con esto que se ha vuelto una pesadilla, al principio todo era divertido y excitante, ahora no puede dejar pensar en Bryan y el daño que le hace, sobre todo en el amor que este debe tenerle, para perdonar tantos años engañándolo.

Tal vez es hora de poner fin a esto, pero al final siempre volverá,así son las cosas es un ciclo que nunca se cerro y por lo tanto siempre volverá.

Bryan esta cansado, le harta el hecho de hacer como que no pasa nada, por mucho amor que sienta por Freddy, no puede con esto, lo ama es una obra maestra, algo casi perfecto, siempre lo vio así, era el amor de su vida, con quien planeaba pasar los últimos días de su vida.

Aun recuerda como fue la primera vez que lo vio, ese día Bryan estaba llorando afuera de su "hogar", su padre lo había sacado a golpes, siempre era lo mismo, podría ser la una de la mañana, las dos de la tarde o las 10 de la noche, no importaba, si había una gota de alcohol dentro del organismo de su padre siempre era golpeado y llamado marica, ese día estaba soleado, perfecto para alguien que tendría una mejor vida, un chico con cabello rojizo y una mirada hermosamente intimidante, se arrodilló frente a el.

-¿pasa algo amigo?

Bryan sostenía sus rodillas y su cara estaba gacha sobre estas, como en una posición fetal, solo negó.

-¿de verdad?, te vez realmente mal

Por lo general no pedía ayuda, pero el chico que tenía enfrente no se iría hasta que dijera algo.

-de verdad -dijo levantando la cabeza, dejado a la vista varias cicatrices sobre su cara.

Freddy sabía lo que era ser golpeado, no por experiencia propia, si no por que había presenciado la paliza que el padre de Jos le había propinado a su hijo.

-¿quien te hizo esto?

-se supone que no debo hablar sobre esto

-sobre que

-nada, olvídalo.

-¿por que no vamos a algún lugar, para que me lo cuentes bien?

-no puedo, tengo que quedarme aquí hasta que me quieran abrir

-¿cuanto tardaran?

-pueden ser horas.

-entonces vamos, no te puede ir peor ¿o si? -dijo aquel chico mostrando una hermosa sonrisa.

-no -mintio en aquella casa todo podia tener un grado más de crueldad.

Freddy llevo al chiquillo, al parecer dos o tres años menor, A su heladería favorita, pidió dos conos y platicaron,Bryan sabía que no debia confiar en extraños, pero si lo secuestraban, mataban, violaban, torturaban, o descuartizaban, no importaba, incluso le harían un favor, por alguna razón ese chico le inspiraba bastante confianza, lo que paso después fue simple, Freddy pidió a Bryan mudarse con el a su pequeño, humilde y sucio departamento, Bryan levanto una denuncia en contra de su padrastro por violación y maltrato, se enamoro de Freddy, así que ambos decidieron intentarlo, así fue como ambos se conocieron y como Bryan supo que aquel tipo que alguna vez lo ayudo era el amor de su vida.

(...)
Jesús tenía su guitarra en las manos, intentaba componer algo pero no lo lograba, nada salía de su imaginación.

-hola bebé-saludo Alonso dando un beso en el cuello de Jesús.

-hola-saludo Jesús haciendo anotaciones en una vieja libreta.

-y... ¿que haces?-Alonso abrasaba a su recientemente novio por la espalda

-algo...

-¿que es ese algo?

-es una sorpresa

-¿y no me la dirás?

-nop

-¿ni por un beso?.

-no.

-¿que tal dos?

-no

-y que tal una mamada

-Bebé, no puedo. Es una SOR-PRE-SA

-ahhh OK

-¿me darás esa mamada?

-tal vez -un beso en ascenso por el cuello -¿por que no me convences? -y esta vez Villalpando mordió el lóbulo de Chuy