Mi Panda de Peluche

¿Appa?

Mi cuerpo dolía, cada vez que respiraba otra fuerte punzada aparecía, veía por el espejo retrovisor el rostro de mi panda, conducía a toda velocidad, solo me rogaba que respirara profundo, yo me agarraba con fuerza a las sillas, ese dolor era insoportable, ¿Cómo diablos hacían las mujeres?, ahhh, un grito ensordecedor Salió de mi boca, si seguía así muy probablemente iba a morir.

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Ri y yo nos casamos, dos semanas después de nuestra reconciliación, las cosas empezaron con un podo de tropiezos, pero como dicen el verdadero amor triunfa, bueno aunque en este caso el malo de la historia siempre había sido yo, pero bueno, finalmente juntos.

Los meses pasaron, se podría decir que somos felices, pero yo sabia que esto no era así, Ri siempre se veía apagado, por mas amor que yo le diera, sabia que le faltaba algo y eso justamente era un tema tabú en nuestra relación, hijos, por mi culpa Ri había perdido a nuestro hijo, de milagro no lo perdí a el también, o bueno no por completo, cada vez que íbamos por la calle, él no podía evitar quedarse quieto viendo a las otras parejas con sus hijos, sonreía un poco, mas sus ojos se cristalizaban e inconscientemente movía una de sus manos hasta su vientre, yo era el causante de su tristeza, de alguna forma tenia que remediarlo.

Primero probé con todo el kamasutra Gay, tuve que encargarlo por internet, por que claramente no me iba a aparecer por una librería a comprarlo, mis ojos se abrieron como platos al ver que no habíamos hecho ni una tercera parte de lo que allí aparecía, más de 3 años juntos y en definitiva nos faltaba mucho por probar, las primeras veces, Ri estuvo renuente a los cambios, pero con el tiempo cedió, como no si lo que decía la leyenda era verdad, el pasivo manda, casi todas las poses aseguraban un goce total para el y pues yo, disfrutaba de verlo retorcerse sobre mi de placer, lo único malo es que algunas veces, quedaba caminando gracioso y los chicos no hacían si no burlarse de los dos.

Lo segundo fue comida afrodisiaca, mala idea, resulto que él era alérgico a algunas especies de animales de mar, lo envié al hospital varios días, pero aun así nada, fui a visitar al doctor personal de Ri y lo que me comento me dejo perplejo: puede que vuelva a pasar, como que no, la situación de él es única, no imposible, pero si poco probable, deben seguir tratando, pero no le puedo asegurar si pasara pronto o no, después de esa charla me puse a meditar las cosas, , tal vez si adoptábamos, podría ayudarlo, solo me quedaba que el aceptara, mas en el fondo él quería un hijo de su sangre, como todos.

La situación se complico gracias Ji Yong, llegue un día de la grabación de un CF y todo era alboroto en la YG, Ji gritaba y saltaba por todo el lugar, observe todo con detenimiento y casi muero al ver le expresión de nuestro manager y la de Young Bae, me acerque corriendo a ellos, sujete a Bae por los hombros ya que parecía que se iba a desmayar, le pregunte que ocurría y lo dijo: --Bro, voy a ser papa-- levanto su rostro, sonriéndome como cuando estaba nervioso, por lo visto él no lo asimilaba, mientras el ruidoso de su novio, ya se encontraba hasta organizando el matrimonio, al lado de GD veía a mi esposo, sonriente, pero sus ojos estaban tristes, culpa, era eso lo que sentía, los que debíamos estar así años atrás éramos los dos. El trayecto a la villa fue una completa tortura, Ri, suspiraba viendo a las personas que dejábamos a través de la ventana, llegamos y el parecía no tener ganas de bajarse, le sacudí un poco, haciendo que volteara a verme, me sonrió y me siguió, durante la cena apenas si pronuncio palabra, después de cenar, nos dirigimos a la habitación e hicimos el amor, mas al terminar me abrazo con fuerza y se puso a llorar, nasa podía decirle, entendía su dolor y yo era el causante.

A la mañana siguiente, cuando desperté Ri no estaba a mi lado, me alarme, me levante desnudo y comencé a buscarlo por toda la casa, casi mato a la mucama al verme, salió corriendo la pobre al verme tal y como Dios me trajo al mundo, corrí a la habitación, me vestí y vi una nota sobre la mesa de noche...