Owari no Idol ❥MikaYuu.

❥Capítulo 4;

Ambos ya habían terminando de comer, ahora mismo se encontraban degustando un mousse de chocolate con fresas como postre, sentados en el cómodo sofá junto al ventanal que allí se encontraba.

Realmente no habían podido conversar mucho durante la comida, pues Yuu en verdad estaba hambriento, y Mika prefirió no molestarlo, ya que... Digamos que parecía concentrado degustando cada bocado que daba. Aunque eso no le impedía reírse a veces del oji-verde, que sin notarlo se manchaba el rostro.

-¡Mmm! ¡Amo el chocolate!- Comentó el peli-negro con la pequeña cuchara del postre aún en su boca.

-Así parece- Río el oji-azul dejando su plato con el mousse a medio comer sobre la mesa. Le agradaba lo dulce, pero no en exageración.

• •Narra Yuu• •

-Oh, cierto Mika...- Dejé mi plato ya acabado junto a el de Mikaela y le miré -Lo siento... No pudimos hablar durante la comida por mi culpa...- Jugué con mis manos, preocupado por dar una mala impresión... tan pronto.

-No te preocupes, te entiendo, hubiera sido incómodo de esa manera.

-Fiuu- Resoplé.

-Pero podemos hacerlo ahora...- Sugirió apoyando su rosttro sobre sus manos, viéndome también.

-¡Claro!- Contesté con entusiasmo, realmente quería saber más de él -¿Cómo lo haremos?

-Um, hacemos una pregunta... y um... luego el otro responde la misma, ¿bien?

-Sip- Asentí -¡Yo empiezo!- Realmente no tenía algo en mente, fue más... ¿Un impulso?

-Claro, claro, lo que quieras- Me sonrió, cosa que me provocó desviar mi mirada de él por un momento.

-Ajam... veamos, ¿Color favorito?- Sí, gran pregunta, ya lo sé.

-¿Mi color favorito...? Umm... El verde.

-¿Ja? Entonces te gustan mis ojos ¿No?- Pregunté molestándole con una sonrisa boba en mi rostro.

-Haa... Vaya que sí- Respondió con normalidad mientras se acercaba a mí, tomándome del rostro con su mano izquierda y acariciándome el mentón, sentí un escalofrío en ese momento, pero por alguna extraña razón, me congelé durante esos segundos, deseando más de su cálido tacto.

-¿¡A-ah!?- Reaccionando poco después, me alejé lo más rápido que pude con un furioso rojo adornando mis mejillas. Hubo un silencio muy corto, en donde intenté sostener una mirada "calmada" hacia él, pero simplemente fallé, seguía sintiendo mi cara arder, y comenzaba a ponerme nervioso.

-¡Deberías verte a un espejo ahora mismo!- Comenzó a reír tomando su estómago y soltando fuertes risotadas que me hicieron cruzarme de brazos "enfadado".

-Hmfh- Inflé mi mejilla derecha y moví mi cabeza indignado hacia otro lado. Éste juego es para dos, Mikaela.

-¿En serio te enojaste?- Paró de reír cuando vió que no me hacía mucha gracia su broma. Sentí que colocó una de sus manos en mi hombro y lo único que hice fue quitarla, formando unas pinzas con mis dedos.

-¿Tú que crees?- Pregunté con ironía y un fingido tono de molestia, cerré mis ojos "aumentando el enfado", fue bueno tomar ese taller de teatro en la escuela, aunque solo fueron un par de meses los que asistí, ya que me aburrí, además, la encargada del taller daba miedo...

-P-pero solo jugaba... no pretendía hacerte sentir mal....- Se excusó arrepentido. Ya con eso decidí parar, por su tono de voz, parecía que en cualquier momento se tiraría al suelo a pedirme perdón de rodillas.