Capítulo 5: El misterio de las joyas

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Flora entró al día siguiente a la habitación que compartía con Emmy, y vio como el profesor y ella dormían abrazados. Le pareció que era una estampa muy mona y cogió la cámara de Emmy del escritorio y les fotografío con cuidado. Luego cerró la puerta un poco fuerte para despertarlos.

***

Pasaron un par de días donde Tom venía a ver cómo me encontraba del golpe y me cambiaba el vendaje. Siempre me hacía cincuenta mil preguntas a las que siempre contestaba que no.

***

Rinne, Ellen y Reina entraron en el hotel con una rosa roja. ¿Qué las traería por allí?

(Ellen) ¿Perdona, se aloja aquí el señor Layton? Es un señor con una chistera muy graciosa que va acompañado de un niño de unos 13 años, una chica de nuestra edad y una joven ayudante, Emmy creo que se llama.

(Reina) ¡Arco Iris!

(Ellen) ¡Shh!

(Gina) Claro... A ver... La habitación 301 y 302.

(Ellen) ¿Y sabe si están hoy en el hotel? O sea... Que si se han ido por el pueblo o algo.

(Gina) No, creo que no, por aquí no han pasado desde ayer. Creo que su ayudante se ha puesto enferma porque un médico ha estado yendo y viniendo todos los días, y pocas veces salen de la habitación, solo para comer y cenar, poco más.

(Ellen) Vale, muchas gracias.

***

Nos encontrábamos los cuatros en mi habitación cuando alguien llamó a la puerta.

Flora abrió la puerta con cuidado y las vimos. Allí estaban, Rinne, Ellen y Reina. El día prometía estar entretenido con ellas.

(Reina) Azul... Rojo... Verde... Amarillo... ¡Arco Iris!

(Ellen) ¡Reina! Perdonad, veníamos de visita.

(Rinne) Flor...

(Ellen) ¡Ah sí! Hemos traído una flor para la accidentada.

(Emmy) Gracias.

(Ellen) Pero también veníamos por otra cosa.

(Layton) ¿Ocurre algo?

(Ellen) Queríamos hablar... Bueno, solo hablaré yo porque ellas...

(Rinne) Cielo... Azul...

(Reina) ¡Arco Iris!

(Ellen) No creo que digan otra cosa.

(Layton) Tomad asiento.

Las tres chicas se sentaron en la cama de Flora. La mirada de Ellen estaba fija en nosotros, mientras que la de Rinne y Reina estaba pérdidas, mirando a la nada, o incluso vacías.

¿Por qué Ellen es la única capaz de mantener una conversación? ¿Acaso ella no tiene amnesia?

(Luke) Vosotras diréis.

(Ellen) Sobre lo que pasó hace unos días... Sobre el tren.

(Rinne) Tren...

(Ellen) Nosotras no sabemos nada sobre el tren, es más, creo que fue una trampa.

(Luke y Flora) ¿¡Una trampa!?

(Ellen) Sí, de un señor con bigote y uno con una máscara.

(Luke) Don Paolo y Descole.

(Flora) No me sorprende en absoluto... Porqué será...

(Ellen) Pero sí puedo contaros la leyenda de Montellary.

El profesor Layton y las joyas misteriosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora