THE RUN AND GO• joshler

UNO

Solo faltaba un día más y Tyler saldría del psiquiátrico, completamente sano o eso creía él. Ya no había oído voces en su cabeza, las píldoras lograban calmar cada parte de él cada vez que tenía un episodio.

Él extrañaba tanto a Josh, los primeros días que estuvo adentro de ese manicomio él solo quería un abrazo de él, poder decirle que lo amaba y que por favor nunca lo abandonara.

Ha pasado un buen tiempo desde que él ya no ve a Josh, incluso ... Josh no lo había ido a visitar, eso tenía muy mal al castaño pero él no lo demostraba sabía que si cualquier sentimiento alocado que el demostrase los doctores lo tomarían como parte de su locura y le darían una semana más en ese horrible lugar. Un lugar somnoliento, se escuchaban los gritos de los otros pacientes quejándose de todo, golpeando paderes, incluso Tyler en ese lugar parecía ser un chico normal, era el que menos estragos provocaba en el lugar.

Tyler estaba sentado en una esquina del cuarto cuando una joven psiquiatra entra a verlo. —¿Cómo haz estado, Tyler? – preguntó con una sonrisa en su rostro.

Tyler alzó la vista con cierta felicidad en su rostro. —Bien... – asintió. – Mucho mejor que otros días; debe ser por qué pronto dejaré este lugar.

La psiquiatra se agachó frente a él para poder observar mejor su rostro. —Así es.; Mañana ya no estarás aquí, tu familia te vendrá a buscar. Se lo feliz que te debes sentir.

—Así es. – respondió el chico tímido. La psiquiatra acaricio su cabeza y nuevamente lo dejó solo.

Tyler por primera vez en tanto tiempo se sentía completamente feliz, incluso los músculos de su rostro dolían de tanto que había sonreído en tan solo un día. Mañana iba a ser libre, mañana dejaría todo esto.