Comienzo

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Prólogo.

Todo era normal chicos jugando, entrenando, riendo, y peleando por todas partes. Si no fuera por la parte de que esos chicos eran hijos de dioses olímpicos. Y se encontraran en un campamento lleno de ellos. Ahora, ahí, en ese momento; era paz, luego de derrotar a Gea, y tener algunas perdidas, ellos volvieron con su vida normal de un mestizo adolescente.
Percy Jackson era, de todos los mestizo, uno de los mas populares por todas esas hazañas que nadie excepto él pudo lograr, juntamente con su novia Annabeth Chase que sin su ayuda no podría haber salido del Tártaro, y otras cosas más.

– ¡Hey! Sesos de alga, tienes que ayudar a los novatos con la espada, deja de holgazanear.- le dijo su novia a Percy.

– Yo no holgazaneo, les di un descanso –suspiró –. Además, es la única forma de poder verte. Casi no nos vemos, quiero una cita normal contigo, ya sabes. –dijo el sonrojando se un poco, lo cual a Annabeth le dio ternura.

– Que lindo, sesos de alga, pero no te salvas de tus responsabilidades.- dijo ella reafirmando su regaño.

– Está bien, regresare a mi clase. Pero antes... - dijo el acercándose a la rubia e inclinando su cabeza para darle un beso, ante esto Annnabeth entendió y ella lo imito. Estaban a punto de unirse en un beso, cuando se escuchan murmullos y exclamaciones cerca de la entrada del Campamento.

–Ash -él chico de ojos verdes se quejó–. ¿Y ahora qué? –exclama algo enojado Percy, por la interrupción.

–Vamos a ver que pasa –le contesto Annabeth algo preocupada y juntos corrieron hacia la entrada.

Cuando llegaron agitados al montón de gente pidiendo permisos, encontraron a lo que veían las personas, entre ellas se encontraba Quiron, el entrenador de actividades, con el ceño fruncido algo preocupado. Leo Valdez, un hijo de Hefesto y uno de la profecía de los siete, junto a Piper MacLean, su amiga hija de Afrodita, otra chica de la profecía. Nico di Angelo, que seguía misterioso pero ahora se quedaba más seguido en el Campamento. Annabeth se quedo mirando al ultimo algo extrañada, pensando la razón por la que el hijo de Hades quería quedarse, pero no se le ocurría. Solo él mismo la sabía... Él y Jason Grace. Y ahora todos veían lo que se encontraba en la entrada.

Mejor dicho, quién se encontraba, porque había una chica de cabello negro con los ojos cerrados, parecía de unos 15 años (tal vez un un año más), pero estaba congelada. Literalmente, ella estaba en un pedazo de hielo.

– Quiron... ¿Sabes quién es? ¿Qué vamos hacer?- le preguntó Percy al centauro.

– No tengo idea de quien sea. Pero hay que de descongelarla, aunque debemos de ser  precavidos –se volteó a los demás campistas–. Sí ella produce algún problema, no duden en atacar –dijo con voz fuerte. Y a Percy le pareció absurdo una niña de, tal vez, 14 años atacándolos pero el confiaba en que Quiron sabia lo que hacia y también tomó la precaución.

–¿Cómo la descongelamos? –pregunto uno de los hermanos Stoll que se encontraban ahí, tal vez Travis.

–Creo que necesitaremos a Leo, él puede controlar el fuego y que será suficiente para descongelarla, y no incendiarla –contesto rápidamente Annabeth.

–Eso es lo que creen –contestó Jason que acababa de acercarse más, obviamente bromeando.

–Tomaré tu palabra Annabeth, Leo por favor y hazlo con cuidado.- Quiron le dijo a Leo, el cual asintió acercándose a la chica, en sus manos se incendió una pequeña llama y Percy cerró sus ojos por si algo salía mal.

–De acuerdo.- dijo Quiron–. Todos a sus actividades, menos lo jefes de cabañas por favor acompañame a la Casa Grande .- luego todos se esparcieron y quedaron los jefes, entre ellos Percy y Annabeth.

–Chicos, alguien que me traiga una toalla y mantas de la enfermería.- pido Quiron

–Ya vengo en seguida.- dijo Connor, y salió volando.

Mientras, Leo terminaba de descongelar a la chica y Connor regreso rápidamente.

– Alguien que se ponga de tras de ella.- Percy fue y la atrapo ella estaba helada y como no, la cargo–. ¿La llevo a la enfermería? -cuestionó Percy pero era más una afirmación.

Todos fueron a la enfermería, cuando llegaron los de Apolo empezaron a acomodarla y darle atención medica.

–Esperaremos a ver que pasa, y luego actuaremos.- les dijo Quiron, relamente nadie habla solo veían a la chica.- si quien algunos se pueden retirar más tarde veo si les llamo.- Quiron comento, y alguno se retiraron, y quedaron nada más los jefes de cabaña de Atenea, Afrodita, Hefesto, Jupiter/Zeus, y Poseidón.

Luego de minutos, empezó a moverse, y quejarse, poco a poco abrió los ojos y observo 6 pares de ojos enésima de ella. Todos observando los ojos azul de la adolescente.

–Hola soy Annabeth Chase, ¿Cúal es tú nombre? –lle pregunto con cuidado a la chica.

–Hmmm... –la chica confundida–. So... Soy Jean Parnell... ¿En dónde estoy? ¿Saben dónde se encuentra mi madre? No recuerdo mucho.- se colocó la mano en la cabeza por el malestar.

–Tranquila no pienses mucho –habló Quiron–. No te puedo responder tu última pregunta pero, estás en el Campamento Mestizo, donde se encuentran semidioses con un padre olímpico, los mitos griegos, y romanos existen, al igual que ellos.- hablo Quiron con delicadeza.

–¿Qué? ¿Semidioses? Yo tan solo buscaba ami madre, lo último que recuerdo es que me dijo que no saliera por las bombas de la guerra y...  –no término porque la corto Annabeth.

–¿Guerra? ¿Cuál guerra?

–La Segunda Guerra Mundial, la que se está luchando ahora.- le dijo Jean. Todos se dieron una mirada confusión.

–Me dices que tu viviste La Segunda Guerra Mundial –dijo Annabeth observandola.

– Eso dije. Pero... Necesito encontrar a mi madre, no se que ocurrio solo salí al patio trasero y empezó a abrirse la tierra estaba a punto de caer pero mi mamá consiguió jalarme –frunció el ceño–. Hasta ahí, ya no recuerdo más.- dijo Jean.

–Esto puede ser difícil –la rubia comenzó poniendo una mano en el brazo de Jean–. Porque la guerra terminó hace ya varios años –habló Annabeth

Los ojos de  se cristalizaron–. ¿Cuántos años? Mi madre no puede estar muerta –dijo en un susurro, su voz casi se escuchaba y parecia que estaba a punto de llorar, pero no lo hizo.

– Tranquila -le tomó del hombro Annabeth, queriendo empatizar.- No te voy a mentir, eso ya pasó hace mucho tiempo pero haremos todo lo posible para averiguar que le pasó a tu mamá.

– De cualquier forma, Jean, aquí tienes una familia –Piper la abrazo, demostrando que en estos casos la mayoría de las mujeres saben moverse bien.

Al notar esto Jason, Percy y Leo dieron un paso atrás y disimuladamente salieron, para librarse de la incomodidad y, lo más probable, algunas lágrimas. Se quedaron platicando cerca de la salida de la enfermeria.

–Que extraño,  le paso algo parecido a di Angelo –comento Leo–. Ya no será el unico que viene del pasado –bromeó el chico.

–No, lo más extraño es que se parece a Percy –comentó Jason.

–Claro que no, solo tenemos casi el mismo color de ojos –Percy dijo–. Y cabello, pero no es el punto.

Se encogieron los hombros restándole importancia, y empezaron a charlar de otras cosas.

La Hija del Mar. (Nico di Angelo)Where stories live. Discover now