Capitulo 5

647 39 9
                                    

Al momento de Rubius irse, Cheeto llegó de inmediato.
—Escuché que escapaste.
—Estabas ahí para perseguirme, era obvio que lo sabrías.
—¿Por qué lo hiciste?
#¿Acaso el es tonto?
—Me parece muy obvio, me tienen  privada de libertad.
—Ya... Si lo dices de esa forma...
—¿Qué? ¿Suena muy científico?
—Cállate y contéstame bien.
—¿Si no que?
—Te conviene ser respetuosa.
#Te conviene dejarme ir...
—Ya, Ya lo se.
—¿Entonces por qué no lo eres?
—No lo sé, siempre he sido así.
—Mira, me estás cayendo bien, tal vez te ayude a escapar... Pero... ¿Seguiremos en contacto?
—¡Claro!.—Sonreí de oreja a oreja.—¡Gracias!.
#¿Cómo que claro? ¿Por qué le he dicho eso? ¡Es mi secuestrador! ¡Quiere hacerme daño!
—Una pregunta mas... ¿Nos denunciarás?
#Por supuesto.
—No, pero prometan que no van a secuestrar a nadie más.
—¿Por qué?
—Porque... Son mis ídolos.

Cheeto me diría cómo salir; quedamos en que yo corriera y él me "perseguiría"
—¿Lista?
—Lista.
Eché a correr con fuerza, pero los demás chicos estaban ahí, y me empezaron a perseguir.
—¡Yo me encargo!
—¡No!
Cuando por fin estaba llegando a una casa, vi a Samuel y Guillermo.
—¡Chicos! ¡Deténganla!
Samuel me cargo, sentía sus brazos muy tensos.
Él era tres veces más fuerte que yo; así que solo soltaba manotazos y patadas.
—Solo estás empeorando todo ¿Sabes?
—Yo puedo caminar.—Al bajarme, con una patada en su entrepierna, me fui corriendo.

Secuestrada por mis ídolos (Síndrome de Estocolmo) COMPLETA Youtubers/StreamersWhere stories live. Discover now