— ¡Oh si, así, así! — se escuchaban gritos— Oh si, buenísimo ¡Riquísimo! Muévete a la derecha y dame la mirada.











— Llegamos Luhan, baja del auto con cuidado.

Con sumo cuidado bajo del auto, dentro de su loca cabecita había toda una maratón. Estaba más que emocionado al ver el lugar que sería su nuevo hogar.

— ¿Está mi dueño en casa Fannie?

La duda había matado al gato o en este caso, al conejo.

Al entrar a la gran casa, la cual era más grande que toda la corporación en la que antes habitaba, se sorprendió de no tener una bienvenida como la que siempre había soñado.

— Debe estar trabajando, seguro llegara más tarde Luhan — sonrío mirando como el pequeño olfateaba la sala— Te quedaras esperando a SeHun, lo más proba...

— ¿¡Sehun!? ¿Así se llama mi dueño?—sus ojitos brillaron al escuchar al lindo nombre de su amo.

Vaya sorpresa que se llevará Oh Sehun al ver al pequeño pensó al observar a Luhan saltar y chillar por todo el lugar.

Si bien no le caía nada mal el Oh, solo se sentía un poco —mucho—, resentido con el.

La última vez que se vieron, este le había dicho que parecía estupido al decir que nada era de su estilo y claro que quería venganza porque no era de su estilo que lo humillaran.

— Si Han, Oh Sehun será el que se hará cargo de ti a partir de ahora.

Sin más se fue dejando al pequeño acostado en el gran sillón de cuero viendo seguramente una mala película.

— Nadie se burla de Wu Yi Fan ¡Nadie!
—río descaradamente para luego dejar esa gran mansión e ir a la suya.











— ¡Es todo por hoy! Seguiremos mañana con la línea de Calvin Klein. —grito Kai— Gracias a todas las modelos de Victoria Secret por su cooperación, esperamos que su estadía en Corea sea la mejor. — empezó a aplaudir.

Todos dentro del set empezaron a aplaudir, silbar y felicitar a las modelos. Después del agotador día, habían logrado tener lista toda las fotos de la nueva colección.

— Gracias a todos por cooperar —grito Mario— ¡Tutto som eccellentte!

La mayoría empezó a compartir unos con otros, unos hablaban con las modelos, otros comían y las trabajadoras se acercaban a los exquisitos modelos para poner en marcha sus planes de "enamorar a mi Oppa", por lo cual, nadie se dio cuenta como Oh Sehun se escabullía de aquel bullicio.

Estaba más que agotado, lo único que quería era llegar a su casa, comer un buen yogurt con cereal y luego dormir.

Eran las 6 pm, tendría más que suficiente para descansar lo justo y necesario.










-¡No, Jack, no! — gritaba aquel ser con orejitas de conejo— ¡No puedes morir! ¡No!

Ya sentía como de sus ojos caían lágrimas, hace más de 2 horas que YiFan lo había dejado solo en esa gran casa viendo aquella película que resultó siendo El Titanic.

Por toda la casa se escuchaba la voz de Celine Dion cantando My Heart Will Go On la cual hacia contraste con la imagen de Jack congelado y una Rouse llorando.

— ¿Porque la vida es así de injusta?

Sus mejillas se encontraban de un fuerte rosado carmesí, sus ojitos llenos de lágrimas y su intento de que no le cayeran mocos hacían una vista realmente adorable ante cualquiera que lo viera.

¡Quiéreme amo! •HunHan•Where stories live. Discover now