Capítulo uno

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Miro mis brazos: están temblando de nuevo. Así me pongo cada vez que estoy nervioso. Y es que cómo no estarlo, el club donde tocaré está hasta el tope. Creo que el hecho de presentarme ante un DJ más famoso y reconocido ha ayudado. Probablemente él se lleve una gran parte del espectáculo. Yo sólo espero hacerlo bien. No soy un experto en esto y, para ser sincero, aún me da miedo equivocarme. Imaginarme que la luz se vaya y la consola de mezclas se apagué. ¿Qué haré estando en el escenario?

Axell —el otro DJ —está en el escenario en este momento. Él es más reconocido, pues ha tocado en festivales importantes en Bélgica y Las Vegas. Además, ya lleva más tiempo en el mundo de la música, por ende, tiene más experiencia que yo. Apenas he tocado en fiestas que organiza la universidad donde estudio.

—Nizzle —dice alguien. Levanto la mirada y veo que es Steph, mi novia. Esta vez quiso acompañarme. También la universidad la abruma y esta vez pudimos arreglárnosla para venir juntos —. ¿Cómo te sientes?

—Bien —respondo, pero veo que aún me sigue mirando con esos ojos color café intenso.

— ¿Me estás diciendo la verdad? ¿O finges estarlo? —se sienta en el sofá que está al lado de mí.

—La verdad es que trato de estar bien —le digo —. ¿Qué pasa si se va la luz? Que todo se apague. ¿Qué haré?

—Eso no va a ocurrir —dice Jason, mi representante —. El Stage Seattle tiene energía alterna, por si se va la luz, como dices.

— ¿Ves? —dice Steph, tratando de buscar mi mirada.

Agacho la cabeza. Estoy nervioso.

Siento la mano del señor Jason en mi hombro.

—Todo va a estar bien, Nils —me da algunas palmadas en el hombro —. Te lo aseguro. Ni querrás bajarte de ese escenario.

Ese comentario logra sacarme una sonrisa, porque recuerdo que en el evento anterior no quería dejar de estar ahí, ante la mirada de todos.

—Cinco minutos —dice una de las personas del Stage Seattle.

—Tengo que ir al baño —me levanto rápidamente y salgo de la habitación de espera.

Cuando entro, me miro al espejo. Mi cabello luce bien, todo está bien. Me echo agua en la cara y me toco el bolsillo de atrás para asegurarme de que la USB en donde traigo las canciones esté ahí. Y sí, efectivamente. Ahí está.

—De acuerdo —me digo a mí mismo —, todo estará bien. Es una presentación más, todo está bien. El ambiente se ve agradable aquí y —no termino porque una voz me interrumpe.

— ¿Nils? Te toca.

Me doy cuenta que es el señor Jason, así que abro la puerta.

—Vamos, tienes que salir ya.

— ¿Cuánto tiempo tengo? —respondo configurando el reloj para poner un temporizador.

—Treinta minutos, pero

— ¿Pero?

—Hay un pequeño detalle.

No respondo, así que él lo hace. Me da una USB y me dice:

—Aquí va el set ya grabado, es uno de los mixtapes que hiciste la semana pasada. Sólo reprodúcelo.

— ¿Entonces no mezclaré? —arqueo las cejas algo confundido.

—Nils, no podemos arriesgarnos a que algo salga mal.

En este punto de la conversación quedo atónito. Hace un par de minutos me acaba de asegurar que hay energía alterna que podría mantener la fiesta en el club por algunos minutos.

—Pero, eso está mal —y me detengo.

—Todos los artistas lo hacen. Axell lo hizo así, y todo estuvo bien.

No me deja responderle porque llegamos a la puerta. Detrás de ella está el escenario y demasiadas personas aguardando mi presentación.

Uno de los del personal me pide la USB para conectarla a la mesa de mezclas.

Steph viene conmigo y me da un beso en los labios.

—Te estaré esperando aquí.

—Está bien.

Me abraza y yo respondo al abrazo también.

Se escucha el intro y se apagan las luces.

—De acuerdo, ve e impresióname.

Salgo por la puerta, pero a escondidas. Se supone que cuando empiece el primer drop tengo que aparecer, así que me escabullo hacia la mesa y ahí me quedo. Las personas están muy animadas.

Me tomo una foto y la subo a Facebook. Guardo mi celular y cuando entra el drop, me levanto y empiezo a fingir que mezclo.

Las personas se alocan y la noche amenaza con ser prometedora.

FAME v2Where stories live. Discover now