"Mundo En Ruinas " ( Carl Grimes Y Tu)

capitulo 8

Estabamos en camino a buscar gasolina para el carro, ya que al chino se le olvido cargar gasolina y aquí las gasolineras estaban muy retiradas. Estábamos gleen, maggie y yo. Y por otra parte jared y carl.

El camino fue algo largo y tomando en cuenta de que ibamos en sol, no podía evitar sentirme algo mareada ante tal calor y la falta de agua. Por alguna razón se me vino a la mente el suceso de hace unas horas, me reí para mi misma atrayendo la atención de mis dos acompañantes quienes se miraron entre sí extrañados pero xon una sonrisa en el rostro.

—¿De que te ríes mini Dixon? — me pregunto el chino.

—De algo que me pasó hoy, coreano — mire como sus ojos se abrian más de lo normal, vaya ya es un milagro que los haya abierto. Chiste local, no me odien.

—Me dijiste coreano, puedo decir que hoy fue un gran día — hablo para si mismo asintiendo aparentemente satisfecho, sacandole una pequeña risa a maggie y a mi. Después todo se volvió a quedar en silencio pero después de un rato decidí romperlo

—¿puedo preguntar algo? — hable levantando la vista y mirando hacía en frente. Ya se veía el siguente pueblo, podríamos volver pronto e irnos.

—claro ¿que quieres preguntar?— dijo maggie amablemente con una sonrisa. Personas como ella no quedaban en esta vida, al menos tan bonitas no.

—¿ustedes le pidieron perservativos a carl? — pregunte despreocupada y ellos pararon en seco — ¿Que? ¿dije algo malo? — dije parando la caminata mientras los miraba cuando ellos lo hacían entre ellos.

—no nada malo, solo que... — maggie empezo a caminar hacia mi haciendo que gleen la siguiera.

—solo que nosotros no le pedimos nada —dijo gleen empezando a reir. Hize una mueca de asco y gire en mis talones para continuar caminando sin tener algo que agregar a la platica.

—Sabia que era un pervertido — mormure mientras veia como nos dirigíamos a una tienda para bebés, obviamente con intención de encontrar algo para judith

—no es pervertido —lo defendió gleen —solo expresa el amor de otra manera — dijo quitando el candado de una puerta para facilitarnos el acceso

Sacaron un par de latas para llevarnos y algunas otras cosas para la demás gente, obviamente cosas que servían para ello. Me sentía bien con este grupo, podría decir que eran las personas más civilizadas, esperaba que con el tiempo no cambiará, aunque gracias a la gente de afuera eso sería imposible.

—Mira ¡Mira que hay aquí! —y como su me hubieran hechado una cubeta de agua helada encima me tense al escuchar su voz, el muy maldito estaba a unos cuantos pasos de nosotros y tenía esa asquerosa sonrisa que siempre me disgusto. Merle era bueno cuando le convenía, en este caso, bienvenido fuera ese gran hijo de puta.

—¿Merle? —susurro gleen apuntandole con el arma, se le veía confundido y sorprendido.

—¿quien es ese? — dijo maggie susurrandome discretamente

—El es mi tio merle, es buena persona —tome mi arma y quite el seguro apuntandole — cuando quiere — murmure lo último para mi

— ¿¡Con quien estas!? — pregunte mientras que tensaba el agarre de la pistola. Merle me examinó y rió burlándose, al parecer le divertía mi expresión. Sabía que no quería volver, también sabía que me matarían si lo hacía. Y aunque fuera así sabía que el era capaz de devolverme

— Con nadie, estoy solo. Mataron a los que venian conmigo — dijo dando unos pasos hacia nosotros como una señal de peligro. Gleen todavía no podía asimilar y maggie estaba atenta a cualquier ataque, al igual que yo, pero estaba tan tensa que dudaba si podría reaccionar rápido en caso de ocuparlo

— tio —lo llame al ver que se fijaba en gleen —lo que quiera que vayas a hacer quitatelo de tu jodida cabeza — subí el tono de voz — ¡No volveré a woodbury! no volveré con el gobernador, tú sabes lo que me pasa ahí —dije esperando a que se detuviera y se marchará. ¿Que si no sabía lo que hacía el gobernador? Claro que lo sabía, pero no le importaba al muy imbecil

—lo siento corazón, pero no voy a poder — dijo, antes de cualquier otra cosa se abalanzó a maggie y le puso el cuchillo en la garganta amenazando su vida. Yo al estar al lado de maggie me lanzo hacia el suelo para que no pudiera dispararle antes de tomar a su rehén, al caer al suelo me golpee la cabeza sintiendome mareada, todo de repente empezó a dar vueltas. Claro, qje comprabas la fuerza de una niña de 16 con la de un adulto mayor

— ¡no! Alejate de ella no le hagas nada — dijo gleen demasiado preocupado, casi suplicaba de rodillas, lágrimas amenazaban con salir de sus ojos y me sentí peor al no haber podido hacer nada. Me levante del suelo aun con todo dándome vueltas, saqué mi cuchillo

—No creo que quieras hacer algo, cariño. Tengo a tu amiga y de un movimiento puede morir — baje el arma enojada conmigo misma —chino ve a ese carro y arranca — dijo merle sin quitar el cuchillo del cuello de maggie. Gleen entró al carro, lo encendió y comprendí que no podía escapar. Iria de nuevo a mi infierno, a woodbury.

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