[cuarenta y siete]

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Niall estaba sentado sobre el escritorio de Zayn, comiendo sus papas a la francesa y jugando con los pequeños juguetes de Pikachu que habían salido de sus cajitas felices. Zayn mientras estaba sentado en su silla de trabajo, abrazando a su novio mientras apoyaba la cabeza sobre sus muslos. Niall le acarició con cariño el cabello y dejó sus juguetes a un lado, Zayn nunca actuaba así de extraño.

-Muy bien, ojos de bambi, ¿qué sucede?

-Nada. Sabes que te amo ¿verdad?

-Y yo también te amo. Pero quiero que me digas qué sucede.

-Nada, me sentí un poco decaído. Tal vez sea mi crisis de los cuarenta.

-Pero apenas tienes treinta y uno-dijo su novio acariciando su cabello con ternura. Zayn era muy extraño a veces pero le agradaba, al menos así la relación nunca era aburrida.

[...]

A media mañana, Zayn se dirigió a uno de los muchos edificios de la universidad de su novio para pagar la colegiatura. Esa era la única parte que no le gustaba, ya que la universidad era exigente y le gustaba recibir sus colegiaturas en efectivo y en números exactos por cualquier cosa. A Zayn le cagaba ese sistema, nada más lo hacían ir al banco a lo imbécil cuando muy bien pudiera sólo ir y pagar con la tarjeta y listo.

De cualquier manera fue directo a la caja y se encontró con el chico idiota que parecía gustar de su novio. No sabía su nombre pero sí recordaba muy bien su rostro. Dejando de lado su fastidio se sentó en una de las sillas, mientras esperaba a que otra persona terminase de pagar.

Al mirar de reojo al muchacho, pudo ver cómo contaba una y otra vez el dinero que tenía en la mano. Parecía un poco preocupado y desesperado.

-No puede ser...-masculló para sí mismo mientras sacaba su cartera de los bolsillos de su pantalón y rebuscaba entre ésta algun billete o una moneda. Pero parecía que el muchacho no era muy inteligente y terminó tirando algunos de los billetes que ya tenía fuera al suelo. Se estaba pasando de torpe. Pero de cualquier forma recogió todo rápidamente-Rayos.

-Ey, chico, se te cayó éste igual-dijo Malik pasándole un billete de cincuebta libras esterlinas que había caído cerca de sus pies y que el joven de los ojos azules no había notado.

-Muchas gracias-agradeció aún desesperado por encontrar quién sabe qué.

-¿Todo en orden?

-No-respondió con los brazos cruzados-, me faltan unas quince libras que se supone mi madre había mandado.

-Qué desafortunado-no siempre hacía cosas como esas, pero el muchacho parecía muy triste y molesto por la falta del dinero para su colegiatura así que se vio haciendo slgo que no pensaba hacer. Sacó su cartera y consecuentemente sacó dos billetes de ésta. Uno de diez y otro de cinco libras esterlinas. Inmediatamente se las entregó al joven-. Ten.

-¿Es en serio?-dijo el más joven con sorpresa. ¿Desde cuando los extraños son tan amables?-Pero ni siquiera me conoce.

-No importa, te ves desesperado y traigo dinero de sobra-se encogió de hombros y el muchacho agarró los billetes, aún sin poder creer que eso le estuviera sucediendo.

-Wow, muchas gracias, de verdad-le sonrió-. Haré lo posible por devolvérselo.

-No es necesario, chico.

-Dios, qué buena onda. Me llamo Troye, por cierto-le extendió la mano y Zayn se la estrechó con amabilidad. Quizá el chico no era tan malo como pensaba.

-Zayn-y le devolvió la sonrisa.

[...]

Niall llegó a casa y lo primero que hizo fue ir a la cocina, abrió el refrigerador y sacó la lata de crema batida. La agitó y metió un poco del contenido en su boca, con fastidio y unas enormes ganas de ir a quitarse la ropa, ponerse la pijama y ver algo en Netflix. Después de dejar su mochila en la mesa del comedor con desinterés, subió las escaleras, degustando una vez más de la crema batida que se había robado de la cocina.

Zayn había llegado a la casa hacía ya unas cuantas horas y se encontraba ensayando unas cuantas palabras, pero al darse cuenta de que su novio había llegado guardó una pequeña cajita negra de terciopelo en uno de los bolsillos de sus pantalones de chandal.

-Mi amor, ya llegaste-dijo Malik en forma de saludo. Niall no le respondió, tragó la crema que tenía en la boca y metió un poco más en su boca, mientras se quitaba el saco y la corbata-. Hola, Zayn, ¿cómo estás? Te extrañé mucho, ¿quieres saber cómo me fue en el trabajo?-dijo con sarcasmo, consiguiendo una mirada dd molestia de parte de su novio-¿No? ¿No piensas saludarme?

-Lo siento.

-¿Qué pasó?

-Nada, sólo he tenido un día estresante-metió más crema batida en su boca y desabotóno su camisa de botones después de desfajarse-. ¿Recuerdas al asistente de mi tío? El muy hijo de puta me dejó todo su trabajo y no pude decirle nada porque mi tío salió a no sé dónde carajos. Ah y estuvo a punto de tirarme el café encima otra vez-Niall dejó salir otro suspiro de su boca. Se quitó la camisa y bajó sus pantalones, dejando que Zayn se diera cuenta de que no traía ropa interior, y quizá no era el momento, pero Malik se sintió tentado por ello, el cuerpo de Niall le gustaba demasiado.

-¿No le comentaste a nadie lo del asistente de tu tío?-preguntó acercándose y abrazándolo por detrás, acariciando su vientre con cariño.

-No, no me llevo muy bien con los demás abogados de ahí-bajó la mirada y se dejó hacer cariñitos-. ¿Crees que mi tío se enoje mucho si decido renunciar?

-No lo creo, pero no te recomiendo renunciar ahora-subió un poco sus manos masajeando los costados del cuerpo de su novio mientras seguía hablando y controlando sus ganas de arrimarle el pene contra las nalgas-. Apenas llevas unos tres meses ahí, es demasiado pronto.

-Pero me va de la mierda ahí.

-Tal vez deberías darte una segunda oportunidad. No lo sé, quizá te estás quedando con la idea de que siempre te van a ir a joder y, ya sé que tú no querías ser abogado, pero no te morirás al intentarlo otra vez-esta vez le dio un pequeño masaje en los hombros y le dio un beso en la mejilla-. Y te lo digo yo, al principio no quería trabajar en el hotel porque creí que todos los trabajadores me odiarían por ser el hijo del dueño pero salió bien así que, ese es mi consejo, darte una oportunidad e intentarlo. Y si todo sale mal, sabes que me tienes a mí para mantenerte y consentirte veinticuatro, siete.

-Supongo que tienes razón. Está bien, lo intentaré de nuevo-sonrió.

-Ese es mi chico-también le sonrió.

-Bueno, me voy a bañar.

-¿No quieres que te ayude?

-¿Me estás pidiendo permiso?

-No-los dos rieron y entraron al baño.

•••

el amigo de niall era mi bebito troye❤👀

sugar daddy [ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora