¿qué Eres Capaz De Ocultar Tras Una Sonrisa? (Mi Verdadero Yo)

PARTE 2.

Desde pequeña había soñado con el día en que llegaría al instituto y sería popular, tendría un montón de amigas, con ellas, compartiría todos mis secretos y tendría los chicos que quisiera.

Ojalá, que ese día llegará pronto.

Sin embargo, los años en primaria no habían sido muy buenos para mi, desde muy pequeña, me había juntado con un grupo de unas cinco amigas, liderado por una sola.

Todas teníamos que hacer lo que ella quería, y si no, éramos castigadas siendo excluidas e ignoradas por todas las demás.

A parte de ese grupo, Abie, que es como se llamaba la líder, tenía amigas por todos los cursos, por lo que el castigo era mucho peor, además, para terminar por rematar la situación, su hermana era mayor por dos años y si no obedecíamos a las peticiones de Abie, su hermana Alessia, se encargaba de hacerte sentir la mayor mierda del mundo y dentro de este mundillo me crie yo.

En 5º de primaria, las peticiones sobrepasaban mis limites, ya no solo "era déjame ese sitio" o "no hables a ese chico", sino "hazme los deberes", "dame tus cosas del estuche", "me quedo con tu chaqueta", etc. explote ese año y le conté a todo el mundo como era la verdadera Abie, nadie me creyó.

El único profesor que se había dado cuenta de cómo era realmente fue mi tutor de segundo, aunque poco pudo hacer contra los maltratos realizados, por Abie (y si digo maltratos, ya sé que estaréis pensando que es tan solo una niña con 8 años que no sabe lo que hace, ni dice, pero te puedo asegurar que la educación de un niño empieza desde que nace, y si los malos actos no se paran desde un primer momento, estos continúan creciendo hasta convertirse en algo mucho peor), el caso es que, los padres de Abie controlaban mucho de dinero, y por muchas pruebas y acusaciones que se le hicieran a su hija nunca llegaban a juicio.

Claramente, yo no era la única, todo el grupo se quejaba de sus comportamientos, pero cuando intentabas que te apoyaran contra ella todas te daban la espalda, no estábamos unidas para nada, tan solo estábamos en aquel grupo porque creíamos que nadie más nos aceptaría, que sería despreciadas por las demás al estar contra Abie.

Una chica que también estaba en el grupo, Bibi decidió unirse conmigo a la lucha contra Abie, conseguimos salirnos del grupo y nos apoyamos una a la otra, no nos resultó nada fácil mantenernos alejadas de los planes de Abie, ya que sus posibilidades de hacer daño a la gente eran mucho más altas de lo que esperamos. Intentó separarnos, haciendo que desconfiáramos la una en la otra, pero, todos esos últimos días que habíamos pasado juntas fueron los mejores de nuestras infancias con diferencia, por lo que no consiguió su objetivo, también nos amenazó con contarles a los profesores que habíamos robado unos bombones que tenía nuestro tutor en uno de los cajones de su mesa, en realidad, esos bombones los robó Abie y luego nos los dio a probar, aún sabiendo que eran robados tuvimos que comérnoslo y si no... Bueno ya sabéis.

Conseguimos pasar medianamente bien el curso, y como en todo 6º de primaria se hace un viaje para despedirnos a lo grande, en ese viaje, Bibi comenzó a hacerse muy amiga de otra chica, ella también era de nuestra clase y se llamaba Bianca, su amistad se fue haciendo cada vez más fuerte hasta tal punto que pensé que me abandonaría y me dejaría de nuevo sola

Y porque no iba a dejarme sola, si hay muchas personas mejores que yo ahí fuera, tan solo soy una niña de 10 años aburrida, a la que l e gusta imaginarse su propio mundo perfecto, y como cualquier niña de esta edad mi mundo perfecto estaba relacionado con la magia, con todos los niños pequeños creen en los monstruos, pues yo creía en las hadas, ¿Por qué no?, todas las personas cuando son pequeñas creen en algo como eso.

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La historia continuará dentro de muy poco, espero que os guste y os sirva.