Capítulo Único

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Un nuevo akuma había surgido en la ciudad del amor, por lo que LadyBug y Chat Noir se habían apresurado para detenerlo lo más pronto posible antes de que continuara destruyendo gran parte de la ciudad.

Los héroes de París llegaron rápidamente al lugar de la escena donde el ciudadano akumatizado causaba estragos, lo cual, era en el mismo instituto en el que ambos estudiaban en su forma civil.

Ambos adolescentes comenzaron a luchar contra el civil akumatizado, sin embargo, éste tomó la ventaja en plena batalla, logrando así encerrarlos en un armario de la escuela, dejándolos sin posibilidades de escapar, pues Chat Noir había utilizado su Cataclismo durante la pelea y LadyBug, de igual manera, había empleado ya el Lucky Charm, de modo que debían hallar la manera de salir de ahí antes de que sus transformaciones terminaran.

«Genial. La puerta está cerrada y bloqueada, y el interruptor de la luz para este armario de utilería en particular, está en el pasillo» pensó la heroína de rojo, que se encontraba presionada contra la puerta, pues cabía mencionar que los habían encerrado en el armario más estrecho de todo el instituto.

—¿My Lady? —preguntó el héroe gatuno contra quien ella se encontraba presionada.

—Oh, lo siento, ¿te estoy aplastando? —preguntó ella al notar cuán acoplados estaban—. Espera —intentó moverse un poco para liberar espacio, no obstante, sin darse cuenta rozó su cuerpo contra el miembro del felino, provocando una sensación extremadamente particular en él.

El chico —cabe decir muy sonrojado por la situación— la tomó por la cintura haciendo que finalmente dejara de moverse.

—Por favor, deja de moverte —dijo aún sosteniéndola.

—¿Qué...? —al no haber escuchado del todo a Chat Noir, LadyBug volvió a moverse, esta vez de manera un poco más brusca y hacia atrás, chocando contra el cuerpo del chico y volviendo a rozar sus partes íntimas.

—My Lady, moviéndote tanto haces las cosas particularmente difíciles —comentó el rubio, cuyo sonrojo se hacía cada vez más notable y cuya Torre Eiffel comenzaba a crecer involuntariamente.

—Ese no es tu bastón, ¿cierto? —preguntó la heroína al percatarse de la posición en que estaban y en cómo sus cuerpos (principalmente las partes íntimas) tenían contacto. Dando por hecho que se había dado cuenta de lo que le pasaba a su compañero en ese momento.

—Definitivamente no lo es —respondió Chat tapando su rostro con sus manos, cada vez más colorado.

El sonrojo se volvió compartido entre los héroes en ese momento.

«Oh, no» pensó de forma instantánea la azabache.

—Oh, bueno... Esperemos que salgamos de aquí pronto —comentó intentando cambiar un poco el tema para no volver más incómodo el asunto, aunque sus mejillas seguían en competencia contra su traje por ver cuál era más rojo.

—Es extraño que el Akuma nos haya encerrado en este lugar, usualmente exigen los Miraculous primero —comentó Chat Noir, también intentando desviar el tema de su "situación", la cual aún no cambiaba.

—Esto es raro —añadió LadyBug «Sí, esa discusión con el Akuma siempre es un tema seguro» analizó—. Este Akuma en particular se concentró en quienes lo han molestado, o algo así...

—Algo así como el Evillustrator, estaba más concentrado en pasar el tiempo con su compañera que buscar los Miraculous —comentó el felino; en ese momento el clásico *beep beep* se presentó en su anillo— Oh, diablos...

Atrapados en el armario •Miraculous LadyBug•Where stories live. Discover now