Subaru es molestado por sus hermanos por ser tsundere, le dicen que todo sería mejor si no lo fuera, Reiji lo castiga después de haber roto otra pared, lo manda al sótano donde pierde la memoria tras un accidente, ahora Subaru no es tsundere, si no...
Era una hermosa mañana, el sol salía, el cielo con pocas nubes, los pájaros cantaban, las flores se abrían, si, todo era perfecto para cierto vampiro de ojos rojos y cabello negro, hasta que...
¡CRACK!
¿?: SUBARU – grito el oji-rojo, salió de la cocina, donde preparaba el desayuno, a la sala de estar, que fue de donde se escuchó el sonido – Subaru, ¿Cuántas veces te he dicho que no rompas las paredes? Vas a tener que arreglarla o tu castigo va a ser muy grave, te lo aseguro.
Subaru: Tsk... Que molesto eres Reiji, fue culpa de Laito que no deja de molestarme, además no arreglare nada – se cruzó de brazos y se dispuso a irse de la estancia.
Reiji: ¿Con que así serán las cosas? Bien, tú lo quisiste – una sonrisa macabra cruzo por su rostro mientras seguía al menor de sus hermanos.
1 hora más tarde.
Todos los hermanos comían tranquilamente el desayuno preparado por el chico de lentes.
Raito: Nee, nee, Subaru, me enteré que te castigaron por romper otra pared, nfu, nfu.
Subaru: Cállate, solo espera que muy pronto vas a tener que pagarme por eso.
Reiji: Silencio, creo que no fue suficiente lo de antes Subaru – el albino sintió un escalofrió al recordar lo que le hizo – vas a tener que llevar unas cajas que te daré después al sótano.
Todos - Reiji y Shu: ¿Tenemos sótano?
Reiji: Si, lo tenemos, otra cosa es que a ustedes no lo sepan ustedes.
Kanato: Nee, nee, Teddy parece que Subaru es un busca problemas – le dijo a su oso con una sonrisa, mientras al albino le daban más ganas de golpear otra pared.
Ayato: Deberías dejar de ser tan tsundere antes que nos dejes sin mansión, Ore-sama te lo recomienda, a menos de que seas un masoquista que disfruta de los castigos de Reiji – se burlaba el amante de los takoyakis.
Yui: A-Ayato-kun
Shu: Urusai, son muy molestos – se quejó el mayor de todos.
Raito: Si no fueras tan tsundere todos te querrían más, además--- PUM – todos voltearon a ver al albino, el cual estaba levantado de su asiento con las manos en la mesa y la mirada baja.
Subaru: Se me quito el apetito, ya me tienen cansado, Reiji ¿Dónde están las putas cajas que tengo que llevar al puto sótano? - sentía un nudo en la garganta después de escuchar a sus hermanos, los cuales quería mucho a pesar de nunca haberles dicho o demostrado nada, decir esas cosas de él, le dolían y mucho, pero no lo iba a demostrar, solo quería terminar con el castigo de Reiji para después encerrarse en su ataúd y no salir lo que restaba de día, hasta que tuviera que ir al instituto.
Reiji: Al lado de la puerta de mi laboratorio, no vayas a tocar más nada, son las únicas cajas que están allí.
Subaru se fue molesto hacia el lugar indicado.
Shu: Deberían dejar de molestarlo si él es así entonces déjenlo en paz, el no molesta a ninguno de ustedes por cómo son – el rubio fue el único que se dio cuenta de que las palabras de los chicos hirieron al menor, de lo que nadie se dio cuenta es que el albino lo había escuchado. Tomo su plato y el de Subaru para lavarlos e irse al jardín a escuchar música y dormir como siempre.
Al irse el mayor, el ambiente se volvió muy tenso.
Ayato: Chichinashi limpia mi plato, Ore-sama tiene cosas que hacer – se fue a quien sabe dónde.
Kanato: Tienes razón Teddy, no debí haber dicho eso, todo es culpa de Laito.
Raito: ¡¿MIA, por qué mía?!
Kanato: Por idiota – tomo su plato y lo fue a lavar, luego volvió a apreciar su colección de muñecas.
Reiji: Te toca limpiar el comedor Laito, y más te vale dejarlo bien aseado – también se fue dejando al castaño solo en el comedor, Yui ya se había ido a su habitación.
Raito: Hum, que fastidio.
Con Subaru
Subaru: (¡Agh! Siento mi cara arder, estúpido Shu, como se dio cuenta) Tsk – pensó mientras tomaba dos cajas de las 7 que estaban en el laboratorio y se dirigió al sótano – espera, ¿Dónde queda el sótano? - empezó a buscar la puerta del sótano hasta que por fin dio con ella.
Encendió la luz y bajo las escaleras. Subaru dejo las cajas en algún lugar por allí, el sótano estaba lleno de cosas que nadie usaba o se acordaba que existieron alguna vez, también había un piano sostenido por cuerdas en la parte de arriba, lo más seguro es que se fuera a caer en cualquier momento, de eso no se dio cuenta el de ojos-rubí. Subió las escaleras y fue por las demás cajas.
Subaru: Esta fue la última – volvió a subir las escaleras, tomo el pomo de la puerta para abrirla, escucho un sonido detrás de él, se volteó, pero no vio nada, se dispuso a salir cuando...
BAN
La puerta se cerró de golpe, para evitar golpearse con ella, dio un paso hacia atrás.
CATAPUMBA
Subaru se había caído por las escaleras al haber perdido el equilibrio, estaba aturdido, al haberse golpeado en la cabeza.
RAS
Fue lo último que escucho antes de que todo se volviera negro.
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