Capítulo 3: Espadas

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Antes del 5 de noviembre

Desde que habia llegado a la galeria de las sombras Evey habia perdido completamente la noción del tiempo a pesar de que contaban con numerosos relojes, siendo sus unicos puntos de referencia las comidas que V preparaba para ella.
Ahora, escuchaba el chirrido del aceite sobre la sartén, y el leve olor del pan tostandose.
Se sentó al borde de la cama y observó las torres de libros que se apilaban junto a ella, y no podia evitar preguntarse si V ya los habia leído todos.
Llevaba casi 3 meses junto a V y aun no descubría ni la mitad de los misterios que se ocultaban en la galería.
Poso sus pies descalzos en la fría piedra y colocó sobre sus hombros una manta, para luego dirigirse hacia la cocina donde estaba V.

"Buenos dias, querida Evey, ¿te gustaría un té para acompañar tus tostadas?"
La permanente sonrisa en la mascara de V resultaba reconfortante.
"Claro, gracias V" respondio Evey a medida que se sentaba a la mesa y le devolvía la sonrisa a su enmascarado amigo.
Y era esa sonrisa, sincera y acogedora, la que habia encantado perdidamente a V.
Una vez servido el desayuno V se quito el delantal y tras una caballerosa reverencia se dirigió hacia su propio cuarto.
Ahora que lo pensaba, Evey jamás lo habia visto comer, y hubiera cambiado todas las tostadas con mantequilla del mundo por compartir aunque sea una comida con él.
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La espada de V se blandia con destreza frente a la estatua con armadura que se encontraba inmóvil frente a el. Evey habia adoptado la costumbre de acechar a V desde las sombras y observarlo entrenar.
Habia aprendido a admirarlo, y con cada sesión aprendía cosas nuevas de él. Lo primero que notó es que V era diestro, aunque no le resultaba dificil manejar los cuchillos con la mano izquierda. Despues de unas cuantas sesiones comenzó a memorizar el movimiento de sus musculos , la posición que adoptaban sus pies, y el abanico de cabello que se formaba cada vez que giraba la cabeza.
Jamás se le cruzó por la cabeza que se podria sentir de tal forma por una persona.
Despues de terminar su entrenamiento V se dirigió a poner a su metálico objetivo en su lugar junto con sus espadas, y aguardo unos minutos en silencio dandole la espalda a Evey.
"Evey, querida, no necesitas esconderte, tu presencia no me resulta molesta si no más bien, reconfortante" exclamó V.
Evey sintió el calor subir por su cuello y acomodarse en sus mejillas en forma de rubor.
"Lo siento V, no queria interrumpirte"
"En lo absoluto, tu presencia me resulta agradable, sin embargo me causa curiosidad...no crei que las batallas ficticias llamaran tu atención Evey"
El color en sus mejillas aumentó, y de pronto se quedó sin algo coherente que decir
"V, quizas podriamos ver alguna pelicula para pasar el tiempo"
V formo una sonrisa por debajo de la máscara, deleitado por la visión de una tímida Evey. Y a pesar de querer disfrutar de una velada junto a Evey , no podia
"Evey, me temo que no podre acompañarte esta tarde a tal actividad, puesto que el deber llama" dijo con tono triste, esperando la comprensión por parte de Evey.
"Por supuesto" respondió desilusionada.
Cuando sintió que V ya no se encontraba en la galeria Evey abandono la sala de estar para dirigirse temprano a la cama, ya no le apetecía ver peliculas.

V De Vendetta (Vlives)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora