Cuando Jesse hizo todas las acusaciones que tenía que hacer, soltó todo lo que quería decir, Beca le cogió de la mano y le sentó en la cama a su lado. Y le contó todo. Absolutamente todo. Las palabras caían de su boca y ella no podía controlarlas, no podía pararlas. Con voz suave y la cabeza gacha para ocultar las lágrimas que rodaban por sus mejillas, se limitó a simplemente tratar de que sonaran comprensibles.

Nunca planeó convertirse en su padre: descuidar una relación por estar demasiado inversa en otra. Nunca planeó hacer eso en Europa después de haber ganado el Mundial. Pero las cosas nunca salen como se planean, así que la DJ se adaptó a las circunstancias y dejó que la verdad saliera a la luz. Porque lo iba a hacer en algún momento, más pronto o más tarde, siempre sale.

Jesse escuchó atentamente, tratando de ser lo más comprensivo posible, tratando de no juzgar. No debió de ser fácil oír cómo su pareja de tres años le dijo que llevaba tiempo sintiendo que su relación carecía de sentido. Que veía que no iba a ninguna parte. Que había besado a su mejor amiga varias veces mientras estaba borracha, pero nunca había dicho nada porque ni ella misma comprendía del todo por qué sentía lo que sentía. Que sospechaba que estaba enamorada de su mejor amiga. Que los eventos de ese estresante año le habían hecho darse cuenta de que, quería a Jesse, de verdad le quería, pero no como él merecía o como se debía querer a una persona con la que estás románticamente relacionado. Y que lo sentía con toda su alma, pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Nada excepto dejarle marchar.

("Te daré todo el espacio que necesites, Jesse; pero, eventualmente, volveré a buscarte. Porque, quieras o no, no te vas a librar de mí. Eres mi mejor amigo. Y sé que ahora mismo esas no son las palabras que quieres escuchar precisamente, pero son las únicas que puedo darte. Espero que me perdones.")

En cuestión de minutos, el Treble había pasado de: Jesse Swanson, novio; a Jesse Swanson, mejor amigo.

Y, aunque el joven estaba dolido, le aseguró a una preocupada Beca que volverían a estar tan unidos como lo habían estado en su primer año en Barden. Antes de que hubiera sentimientos involucrados. Antes de que él hubiera tratado de besarla mientras veían The Breakfast Club. Prometió que solo necesitaba un poco de tiempo y espacio por su cuenta para lamerse las heridas y recuperar su orgullo.

(- ¿Tu orgullo?

- Bueno, no todos los días tu novia descubre, mientras todavía está contigo, que es gay.

- Si te consuela, no soy gay, soy bi. Y ya lo sospechaba desde hacía mucho tiempo, solo que no había podido comprobarlo del todo.

- Dios, ¿puedes ser más cliché? ¿Descubrir tu sexualidad al enamorarte de tu mejor amiga, en serio? Es el argumento básico de cualquier personaje LGTBQ.)

Beca no se había dado cuenta de que había estado conteniendo la respiración hasta que vio al Treble reírse de su propio comentario y soltó un largo suspiro de alivio. Si Jesse era capaz de semi-bromear sobre la situación, entonces todo estaba bien. Significaba que le estaba diciendo la verdad cuando prometía que en algún momento sería capaz de volver y actuar como si nunca hubiera pasado nada entre ellos.

Se habían despedido con un abrazo. La DJ había perdido gradualmente su rechazo a ellos. Es decir, seguía sin ser una gran fan de darlos ni de recibirlos, pero ya no se volvía un palo de escoba cuando alguien la abrazaba ni se apartaba a los dos segundos igual que si le hubieran dado una descarga eléctrica. Después de casi cuatro años conviviendo con chicas demasiado cariñosas – especialmente Chloe – y con un novio que también escogía esa muestra de afecto sobre otras que incomodaban más a la morena cuando estaban en público, no le había quedado más remedio que acostumbrarse a los abrazos.

How many more shots (until you're rolling?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora