For Him • Muke

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—Michael estas muy ebrio, vámonos —Me hablo ignorando mi anterior comentario.

¿Qué cree este rubio, que va a venirme a decir con quien puedo follar? Pues está muy equivocado.

—Amigo, el chico ha dicho que no quiere irse —Intervino Austin —Ahora lárgate si no quieres problemas —Grito el chico gracias a música mientras me agarraba fuertemente de la cintura.

—No, más bien tú no te metas si no quieres tener problemas —Lo amenazo el rubio —Ahora nos vamos Michael, no voy a discutir contigo y peor si tu estas ebrio —Sentencio Luke.

Yo intente resistirme, pero el rubio me levanto sobre sus hombros y me llevo como si fuera un costal de patatas.

—¡Llámame! —Le grite a Austin al recordar que deje mi número en su celular.

El me respondió con un guiñó para después perder su rostro entre la gente.

Desde acá tenía una perfecta vista del culo de Luke, era poco plano, pero no me quejo.

Empecé darle puñetazos en la espalda con intención de que me bajé, pero él ni se inmutaba.

—Michael deja de comportarte como un niño que te voy a llevar a tu casa, quieras o no —Me amenazo el rubio mientras se dirigía a la salida conmigo en sus hombros.

—¡Pero Luke estaba a punto de follar con ese chico! —Me queje como un niño.

—Ni siquiera es tan guapo —Me respondió fastidiado y apuesto a que rodo los ojos.

Cuando llegamos a fuera Luke me bajo de sus hombros.

—Bien Michael sígueme que iremos por mi carro —Me indico para después guiarme a la parte trasera donde guardaban los carros.

Mientras caminábamos me empecé a sentir mareado, me sostuve de un árbol para luego agacharme y vomitar.

—¿Michael te encuentras bien? —Me pregunto Luke mientras acariciaba mi espalda.

—S-sí, tu ve tranquilo por tu auto yo te espero —Le respondí mientras me sostenía del árbol intentando mantener el equilibrio

Luke volvió dentro de unos minutos y me ayudo a subirme a su auto. El auto era muy bonito, de un hermoso color rojo y parecía muy moderno, la verdad no sé qué más decir yo no conozco mucho sobre carros.

Cuando ya estábamos sentados de camino a mi casa rompí el silencio.

—¿M-me puedes dejar en casa de Calum? Mi mamá no sabe que vendría a una fiesta y si se entera me matará —Le pregunte mientras me dedicaba mirar mis dedos.

Se me estaban pasando los efectos del alcohol y me sentía realmente estúpido por muchas cosas que hice.

—Calum se fue con Ashton —Me respondió el rubio.

Ese negro sí que es rápido, yo ni siquiera conseguí una mamada.

—Maldito negro —Susurré logrando sacar una pequeña risa de parte de Luke.

—Si quieres te puedes quedar en mi casa —Me ofreció.

No quería molestarlo, pero no tenía otro lugar a donde ir y la otra opción era ir a mi casa y que mi madre me mate así que prefería aceptar la oferta del rubio.

—Está bien, gracias —Le agradecí en voz baja.

Cada vez que lo veía no podía evitar imaginármelo con esa peli rosa.

—De nada, Mikey —Me respondió.

—¿Y qué tal te fue con la peli rosa? —Le pregunte al rubio.

No podía quitarme esa duda de la cabeza.

—Pues bien creo, me dio su número, aunque no pienso llamarla —Me aseguro.

—¿Porque? —Le pregunte.

Luke sí que es raro, ¿quién consigue el numero de una chica atractiva y no piensa llamarla?

—No soy de relaciones, me gustan las cosas rápidas —Me comento el rubio restándole importancia —Al parecer igual que tú, vi estabas por divertirte —Me molesto para después rodar los ojos.

—¿Celoso Hemmings? —Le pregunte burlándome.

—Puede ser —Me respondió siguiéndome la broma supongo.

—Pues ahora que lo recuerdo conseguí su número y tal vez lo llamé —Le seguí el juego.

Quería ver si lograba ponerlo celoso.

Rodo los ojos y apretó el volante logrando que sus nudillos se pongan blancos.

—No lo hagas, el solo quiere tener sexo contigo Mike y tú te mereces a alguien mejor —Me aseguro Luke.

Me pareció bastante irónico, por no decir hipócrita, su comentario ya que él es de esas personas que solo tienen sexo con alguien, las usan para después dejarlas y nos volver a llamar, sin importarle herir sus sentimientos. Para el rubio él era solo eso, sexo, aun no comprendía la razón por la lo hacía sentir bien. Obviamente decidí mantenerme callado el resto del camino e ignorar su comenta, tal vez eso era lo mejor para ambos.