Capítulo 2

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Los Blackford llegaron a una de las mansiones que pertenecían a los Cazadores, como parte del Consejo tenían que estar en cada una de las reuniones que se celebraran, no era muy común que los líderes se reunieran para una iniciación, esto sólo ocurría cuando alguno de ellos lo consideraba importante y George al ser miembro honorífico podía hacer que todos asistieran.

—Padre ¿Qué es lo que vamos a hacer? —preguntó William.

—Tu iniciación será completada. —Le respondió George.

Al oír estas palabras William se puso nervioso, nunca había visto como se completaban las iniciaciones y tenía miedo de hacerlo mal, su temor se debía a las reacciones que su padre tenía con su hermano, él no quería ser víctima de los castigos ni de los golpes, su padre se pondría furioso si fallaba y esta vez Klaus no sería el objeto de su furia.

—Debes hacerlo bien, eres lo suficientemente bueno como para lograrlo —Lo animó su padre.

—Sí, pero ¿De qué trata la prueba?

—No lo sé, cada año es diferente —Anne se acercó a su hijo y acomodó un mechón de su cabello—. Son muy difíciles.

—La fidelidad a nuestros principios y el control de tus emociones serán vitales.

William tenía amigos mayores que le habían dado consejos pero ninguno de ellos se aplicaba a su situación, todos los Cazadores pasaban la iniciación en grupos de cuatro, se decía que el lazo que se creaba era muy fuerte, la vida era confiada a tus hermanos en armas. Y yo estaré solo, pensó con pesar

Una mujer rubia entró a la habitación donde se encontraban, parecía amable, una persona a la que querrías conocer nada más verla, pero en realidad ella era la encargada de los prisioneros, supervisaba los castigos y en sus tiempos libres entrenaba a los Cazadores pequeños, su familia era influyente pero no lo suficiente como para ostentar grandes puestos.

—Vamos, ya es hora —Exclamó mirando a William, él era uno de sus aprendices.

Los cuatro se dirigieron a uno de los tantos salones que tenía la mansión, los Cazadores ya se encontraban allí y cuando William llegó sus miradas se posaron en él.

Cualquiera diría que todas esas personas se encontraban en una fiesta, las mujeres con vestidos de gala y los hombres con trajes elegantes, ellos eran la elite de los Cazadores, habían sido invitados por George, no podían faltar aunque quisieran.

Un hombre anciano se acercó a William y le entregó uno de los látigos que utilizaban para debilitar a los vampiros, era de cuero pero las puntas tenían pequeñas cuchillas que se incrustaban y arrancaban la piel, para un humano sería casi imposible aguantar una ronda de azotes.

—¿Qué voy a hacer con esto? —El artefacto era intimidante incluso para él, su entrenamiento estaba enfocado en las peleas cuerpo a cuerpo, no manejaba armas todavía.

—Ya lo sabrás, todo a su tiempo, jovencito —Le espetó el anciano.

George y Anne se posicionaron en los asientos principales, verían a su hijo en primera fila, era extraño ver a William allí, solo, las iniciaciones siempre se llevaban a cabo en grupos, los jóvenes peleaban juntos pero este caso era distinto.

—Como todos ustedes saben, hoy un nuevo Cazador se unirá a nosotros, William Blackford, con apenas 12 años de edad ha demostrado que tiene las capacidades para ser un excelente Cazador —El viejo Guy hablaba seriamente—. Al final de la noche él será uno más de nosotros, esta prueba demostrará su fidelidad.

Los murmullos no se hicieron esperar, William era muy pequeño a los ojos de los Cazadores, todos creían que no pasaría la prueba.

—El joven Blackford se ha comprometido a ser fiel a nuestro código —Guy lo miró y William sintió un escalofrío al ver esos ojos negros cargados de malicia—. Hoy se demostrará la veracidad de sus palabras.

Cazadores de VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora