DOS

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Toda la semana estuve esperando que mi madre me dijera "Arriba Jessica es hora de ir al sensual psicólogo" pero lo más que sucedió fue el anuncio de que mi padre llegaría por el resto de sus cosas.

- Entonces mamá ¿Es el fin? –Pregunté un poco dolida cuando el hombre que solía conocer sacó la última caja rumbo a su auto

- Es un nuevo comienzo Jess, quizá uno mejor –No entendía su positivismo, el hombre al que hacía no mucho decía amar la estaba definitivamente abandonándola por otra

- Bien, iré a cenar con él si no te importa –Que le iba a importar si era mi padre

- Estás en tu derecho...

- Iremos con la gata esa –Eso tal vez le importaba un poco más

- Intenta no ser grosera con ella –Sería amable, no deseaba perder mi permiso para ir a la playa con mis amigas... Digo con Lucrecia y sus padres

- ¿En serio madre? –Me miró como diciendo "En realidad ya no me importan ni ella ni tu padre"

- Si –Vio que mi papa asomaba a la puerta y de inmediato subió las escaleras hasta su habitación

- Entonces ¿Nos vemos esta tarde en casa? –"En casa" Antes casa era donde estábamos yo y mamá

- Si, ahí te veo... No olvides mi alergia a la canela, digo si vas a cocinar –No venía al caso

- Nunca lo olvidaría amor –Era de dudar

- Si quieres puedo ir contigo para ayudarte a desempacar, comemos y vuelvo a casa para cenar con mamá –Estuvo en silencio unos segundos

- Bien, pero estará Rubí si no te importa –Casi ruedo los ojos

- Allá llego –Mi mente era un cúmulo de maldiciones a Rubí la gata maldita

Mi papá se fue y caminé hasta la habitación de mi madre, esperando no encontrarla llorando como magdalena, era demasiado molesto tener que consolar sus llantos.

Gran sorpresa me lleve al verla sentada como si nada en la orilla de su cama, sonriéndole a la pantalla del móvil.

- Ma, me pidió ayudarle a ordenar sus cosas...

- Si Jess está bien, toma algo de dinero de mi monedero –Ni siquiera me miró ni cuestionó nada, eso estaba gustándome bastante

Fui a mi habitación y me deshice del pijama, una ducha rápida, mucha crema con aroma y un revoltijo en el closet para encontrar algo de ropa. Shorts negros, camiseta plomo estampada con una calavera, medias negras y timberland negras. Tomé el móvil y marqué a Lucre.

- ¿Vienes? –Soltó de inmediato

- Claro, nos vemos en 10 minutos en el centro comercial –La excusa de ayudar a mi padre era sólo eso, una excusa

Después me tocó llamar a mi papá para decirle que siempre mejor cenábamos juntos. Al final tampoco llegaría, al menos no estaba en mis planes.

- ¿Qué se supone que vamos a hacer? –Dije luego de saludar a mi grupo de amigas

- Vamos al cine y después Clara dijo que su hermano haría una fiesta en su casa y que estamos invitadas ¡Chicos mayores! –Lucre y su afán de encontrar un novio antes de los 16

- No sé si pueda ir a la fiesta... –El teléfono me interrumpió– Espera –Me alejé un poco al ver el número de mi papá– Hola pa

- Jess surgió algo del trabajo ¿Cenamos mañana? –Igual no deseaba ir con él

Querido PsicólogoWhere stories live. Discover now