Mines, un príncipe de Egipto, y heredero del trono del rey Klalid, es el consentido del reino. Pero es uno de los príncipes mas humildes que puedan existir, preocupado por los esclavos, los siervos y todo el resto de palacio.
Siempre acompañado d...
Escucho mucho ruido por los pasillos de Palacio, comienzo a levantarme de mi cama para informarme de lo que ocurre.
- ¿Qué sucede? - le pregunto a mis guardias de la habitación.
- Algo ocurre en la habitación del príncipe Mines - dice uno de ellos.
- ¿Qué? ¿Qué cosa? - pregunto asustado.
- No lo sabemos mi señor, un siervo pasó por aquí gritando que necesitaba a los doctores.
- ¡Por Isis! - exclamo, busco algo de ropa en mi habitación, me la pongo y salgo corriendo hacia la habitación de Mines.
Cuando llego veo que hay mucho alboroto, entro a la habitación y me acerco a la cama, ahí veo inconsciente a Cristal, Mines está en un rincón de la habitación, con la mirada perdida y la mente en blanco.
- ¿Qué ocurrió? ¿Estás bien? - le pregunto.
- La envenenaron - suelta - no debí dejarla, no debí - susurra en voz baja. La Reina Niss y el Rey Klalid llegan a la habitación.
- ¿Qué ocurre aquí? - Grita Klalid.
- Han envenenado a la princesa Cristal - suelta el sacerdote real, mientras examina el rostro de la princesa.
- ¡Por Seti! - grita la Reina Niss asustada.
- ¿Pero cómo? ¡Mines! ¿Qué ocurrió? - le grita el Rey.
- No lo sé - susurra él - no lo sé.
- Es mejor que la dejemos descansar - dile el sacerdote - Puse un antídoto universal y cayó en su garganta.
- ¿Y eso funciona? - pregunta Klalid.
- Jamás se sabe con seguridad majestad, pero iré al salón de los Dioses a hacer mis ofrendas para intentar que la princesa se mejore.
- Muchas gracias sacerdote - dice Niss. Yo levanto mi cuerpo y ayudo a Mines a ponerse de pie.
- Yo me quedo aquí - dice Mines - no la dejaré sola.
- De acuerdo - dice Klalid, todos abandonan preocupados la habitación, Mines se queda solo junto a Cristal, comienzo a pensar una y otra vez en lo que ocurrió, camino hacia afuera de la habitación, regreso a la mía y me vuelvo a lanzar a mi cama. Alguien envenenó a Cristal, a la futura Reina de Egipto, ¿Quién sería capaz de hacerlo?
***
Me levanto muy temprano, me visto con la mejor ropa que encuentro, mis siervos me sirven el desayuno y me dan un baño de leche. Una vez listo, camino hacia el salón del trono, el Rey ha pedido una conferencia y no puedo tardarme.
Mi hermano Rein, Hathor, Mines y yo estamos en el salón, mirando hacia el trono, donde está Klalid, y a su lado Niss.
- ¿Cómo está Cristal? - pregunta Hathor.
- El sacerdote dice que el antídoto no está haciendo efecto, es por eso que necesito que cada uno de ustedes les hagan ofrendas a los dioses, ustedes cuatro son las personas más importantes de Egipto, tal vez los Dioses los escuchen.
- Cuente con eso su majestad - dice Rein, todos asentimos y abandonamos el salón del trono.
Mines camina de regreso a su habitación, yo lo sigo para hacerle compañía.
- Deberías comer algo, y darte un baño - le digo, una vez que estamos en su habitación.
- No quiero dejarla sola - confiesa.
- Yo me quedo con ella - le digo - Tranquilo, cuenta conmigo - Mines asiente y sale de su habitación con un paso lento y desganado. Yo me acerco a la cama y veo el bello rostro de Cristal, la futura Reina de Egipto, tan frágil y débil, no puedo evitar sentir tristeza por aquello.
De pronto escucho un gemido por parte de ella, Cristal abre sus ojos de golpe, me ve asustada.
- Granada - susurra.
- ¡Cristal! - grito entusiasmado, de pronto escucho entrar a alguien a la habitación, no puede ser Mines, él va a demorar en regresar, decido meterme debajo de la cama para que nadie me vea, Cristal cierra los ojos, escucho que alguien camina y sorpresivamente, una voz femenina comienza a hablar.
- La gran futura reina, casi muerta - dice una voz extrañamente conocida - ¿Quién diría que mi veneno funcionaria tan bien? Lo lamento mucho, pero vas a morir - ella ríe, pero su alegría se corta, supongo que Cristal abrió los ojos.
- ¿Usted me envenenó? - susurra Cristal.
- ¿Estas despierta? - dice ella - Bueno... pero no por mucho tiempo querida, Mines no llegará a ser Rey nunca, no dejaré que me arrebaten mi título de la Gran Esposa Real, ¡Nunca!
¡Es la Reina Niss! ¡¿Ella envenenó a Cristal?!
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Hola! Muchas gracias por leer y por hacer que "AEDR" esté creciendo tanto últimamente
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