Capitulo 5

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Por conocer la vida, aprendemos a valorarla.

Sabías que... tú también odias a las personas. No importa cuanto lo niegues, las detestas, a los que son de tu edad pues niños y adultos merecen respeto. Algunos, no todos.

Nuevamente caminabas entre esos asquerosos pasillos, maldecías cada pared y olor a desinfectante, para tu suerte quedabas de salida. Pero, ¿Qué hacías haya?
Miraste tu mano, más pastillas, suspiraste. Si no podía ser otro, ¿Por qué tú?

-Alya vamos, se hace tarde- Escuchaste a lo lejos.

Como gato que eres miraste a quien decía aquello, la encontraste y tus ojos se iluminaron como felino a su presa corriste tras de ellas.

Pobre, olvidaste de guardar la evidencia.

-My lady- Saltaste a sus brazos, ¿Acaso olvidas que ella aun te odia?, caíste al suelo. -¡Auch!, eso rompe mi corazón, Lady- murmuraste triste.

-Gato tonto, sabes que detesto los abrazos- Dijo la chica cruzando sus brazos.

Picaron, valiente y afamado de la muerte tenías que ser como para decirle aquello.

-Acaso olvido mis brazos, My lady- Descansa en paz, gato fisgón

Ahora dormías en el suelo, sosteniendo tu mejilla. De tus ojos unas lágrimas falsas.

¿Sabías que... nunca ocultaste aquello?

-¿Qué son estos medicamentos?- Tus ojos parecieron platos, tu respiración se detuvo por completo.

-No son nada- Te levantaste desesperado, trataste de quitarle la bolsa, lo lograste, pero no el recetario.-Son para mi primo- Tu vos denoto tu inseguridad.

-Adrien... las medicinas son para ti- Quedaste callado, sentías que morías.

No querías hablar de eso.

-Adrien...- Sus palabras no llegaban a ti.

Querías escapar.

-¿Por qué debes tomar tantos medicamentos?- La vos de ella te parecía acusadora.

La miraste, pero no viste su verdadero rostro solo encontraste lo que tu mente gritaba. Tu respiración se aceleró, sujetaste tu camisa tratando de normalizarte. No podías, sentías que el mundo giraba y que el suelo era tan lejano.

¿Sabías que... no puedes ocultar tu sentir?

-No me mires así- Susurraste con todas tus fuerzas, te daba miedo hablar.

Ella pareció asustada, esa mirada te relajo. Nervioso trataste de enmendar tu error, por inercia ella retrocedió.

-My lady, no me temas. No tú, por favor- Suplicaste, temías... te daba miedo.

¿Qué te provocaba eso?

¿A qué le temías?

-Adrien... ¿Qué ocurre?- Su pregunta, tenía respuesta pero tú no querías dársela.- Dime, Por favor-

¿Sabías que... huir es de cobardes?

No te importaba, solo querías correr... eso hiciste, aun sabiendo que la verías al día siguiente.

Un gato, es un pequeño animal que posee una audición suprema. Ojos completamente redondeados, capaz de mostrar su cariño a través de ellos. Pero, también son muy sentimentales ellos poseen el don de no olvidar, recordar buenas y malas experiencias... a eso se debe que algunos sean ariscos con las personas, tal vez alguna mala experiencia.

Solo Un Reto(Adrianette)Where stories live. Discover now