-Es algo de lo cual me alegro, capitán. Le dejo.

-Adelante.

Ella se volvió en la puerta observando a Lucky que esperaba sentada con la espalda recostada sobre almohadones a que Rogers tomara asiento a su lado. Tenía confianza en que con el paso del tiempo esos ojos verdes se llenarían de alegría y dejarían la tristeza que los embargaba. Parte de ello estaba relacionado con el estado de Loki, por eso trabajaba día y noche con el fin de hacerle despertar. La imagen de éste como psicópata era cada vez más lejana en su mente, le veía más como la figura que la niña necesitaba para salir adelante, comprobado cuando intentaron ponerles en salas separadas con resultados nefastos en la salud de ambos. Debían mantenerse lo más cerca posible aunque el ojiverde estuviera inconsciente dentro del Arca.

Lucky vio salir a la mujer que se había presentado días atrás como la doctora Cho, y se volvió hacia el Capitán América que sonrió pronunciando lentamente el idioma Jotun por la dificultad del mismo.

-¿Cómo te sientes hoy?

-/Quiero saber/

-¿Qué es?

-/Sobre qué habla ahí/

Señaló hacia la pizarra donde estaba su nombre con una estrella que Tony había pintado hacía poco, siempre haciendo "mejoras" en aquel espacio de terapia intensiva. Steve rió mirándole.

-Es tu nombre, Lucky, es como te llamamos.

-/No es mi nombre real/

-Lo sabemos, pero nos gustó para ti –el capitán aprovechó la ocasión para preguntarle por su nombre, las conversaciones con la pequeña era como aquel refrán de "dos pasos adelante, uno hacia atrás", avanzaban con lentitud- ¿Cuál es tu nombre real?

Ella le miró fijamente antes de responder. -/Idunn/

Rogers sonrió satisfecho, apenas nada sabían de ella y Loki, el doctor Banner ya le había advertido que no podían presionarle con preguntas, ni tampoco esperar a que la niña de pronto narrara los horrores que la habían puesto en aquel estado. Lo único que habían aprendido todo ese tiempo era que se expresaba con muy pocas palabras, a veces cortante cuando se agotaba ya fuese su paciencia o sus energías, que no se le podía preguntar nada personal como su edad ni mucho menos algo sobre Loki con quien mostraba una tendencia sobreprotectora. Solía cuestionar sobre los nombres de las cosas, o de los dibujos que veía en los cuentos que el capitán le traía para que aprendiera el idioma, en ello habían pasado todo ese tiempo.

-Idunn es un buen nombre.

-/¿Cuándo nos matarán?/

La pregunta hizo que Steve abriera sus ojos en horror, volviéndose a las cámaras que vigilaban bajo el mando de Viernes como si con ello los demás que estaban observando desde fuera pudieran ayudarle en esos momentos. Lucky había soltado la pregunta con espantosa frialdad, como si ya esperara que así ocurriese en cualquier momento.

-Nadie va a hacerles daño.

En respuesta, la niña se tumbó de costado dándole la espalda, cerrando sus ojos para dormir. No le creía. El Capitán América se retiró con aire desganado hacia el comedor donde se permitió un aperitivo para animarse. Ahí le encontró Natasha que se sirvió un café para acompañarlo.

-¿Difícil, eh?

-Deberías hablar con ella.

-Claro, y que le dé un paro cardíaco como cuando Hill entró.

-¿Qué piensas de Luck... Idunn?

-Lucky, le gusta el nombre. Idunn parece estar reservado para otras ocasiones –informó la Viuda Negra que podía leer lo que otros no- Mamá seguramente le dijo que somos capaces de asesinarlos, lo tiene claro. Cree que de un momento a otro tu bondad se tornará en crueldad, por eso es tan hostil. Wanda ya lo dijo, no tienen esperanza de vivir por mucho tiempo.

Danza de HieloWhere stories live. Discover now