Su último año en Barden, Beca era 1'57 metros de puro estrés. Tenía que barajar su último curso universitario lleno de clases y proyectos y ensayos y exámenes y... en fin, la universidad; tenía que organizarse para encajarla con sus prácticas en la discográfica de Residual Heat – y que estas permanecieran siendo un secreto –, con seguir canalizando su creatividad en forma de mash-ups, con coordinar con Chloe los ensayos de las Bellas, con tener tiempo para Jesse y con evitar que las chicas se desmoronasen.

Chloe fue la que peor se tomó la noticia. Entró en una espiral de desolación y pánico que se contagió al resto de las chicas hasta que todas estaban sumidas en la más absoluta ansiedad a excepción de Beca. A la morena le tocó mantener la mente fría y ser la voz de la razón – excepto cuando tenía que hablar con esa... rubia alemana de la competencia que les había robado la gira y no dudaba en restregárselo por la cara con sus suaves manos y ojos de un azul pálido que volvían las rodillas de Beca gelatina.

Normalmente, la DJ invertiría todo su tiempo y esfuerzo en asegurarle a Chloe que todo saldría bien, que se las apañarían para recuperarse, que ya habían salido de la desgracia antes y con mucho éxito así que podrían hacerlo otra vez.

Pero la situación no era normal.

Más que nada porque su relación con la pelirroja también estaba resentida. Notablemente. Después de ese tercer beso en la fiesta de cumpleaños de Jesse, la morena se había pasado la noche entera dando vueltas en la cama de su novio hasta que decidió levantarse a dar un paseo. En el camino a la casa de las Bellas, se dio cuenta de que eso no podía continuar. Tenía que establecer cierta distancia con Chloe, o Beca terminaría cometiendo un gran error – no lo veía realmente como un error, solo como algo que podría arruinar todo lo que había conseguido en esos tres años de evolución.

De modo que cortó ciertas cosas de raíz: las fiestas de pijama en las que solo estaban ellas dos y terminaban durmiendo en la cama de la pelirroja hechas un lío de extremidades, los masajes en la espalda que siempre arrancaban sonidos placenteros de la garganta de la DJ que hacían reír a Chloe, las noches viendo películas con las Bellas en las que su mejor amiga aprovechaba para usar a Beca de almohada, etc. Cortó todas aquellas muestras de afecto que sobrepasaban el umbral de lo estrictamente amistoso y Chloe lo notó, aunque nunca hizo comentario alguno.

Aubrey también lo notó en el mismo instante en que las vio interactuar la una con la otra en su retiro espiritual. Vio la tensión en sus hombros cada vez que hablaban. Cómo la pelirroja parecía dudar antes de tocar a Beca, como si no supiera si estaba permitido o no, cuando Chloe nunca antes se había parado a pensar antes de tocar a alguien. Se dio cuenta de que Beca sentía que estaba a punto de ahogarse, apenas logrando mantener la cabeza fuera de la superficie teniendo tanto peso tirando de ella hacia el fondo. Se dio cuenta de que Chloe estaba al borde de un ataque de ansiedad, muerta de indecisión, de miedo y de dudas, y sin ninguna de sus mejores amigas a su lado para tranquilizarle y asegurarle que todo iba a salir bien al final.

El problema no lo tenían las Bellas. El problema lo tenían Beca y Chloe. Y, como capitanas del grupo, su tensión se estaba trasladando a las demás chicas y estaban perdiendo la harmonía que habían encontrado en una piscina vacía con un mash-up de Just the way you are y Just a dream.

A la DJ le costó darse cuenta de todo esto, pero lo hizo. Cuando por fin estalló después de tantas provocaciones disimuladas por parte de Aubrey, podía ver la sonrisa satisfecha de la rubia por el rabillo del ojo mientras Chloe le reprochaba que no había estado ahí para ellas. Para Chloe. La descoordinación no se debía a las Bellas y su obsesión por ganar los Mundiales, sino al distanciamiento con la pelirroja que ella misma se había impuesto. Ella y Chloe siempre han sido tan opuestas en tantos aspectos que a veces Beca se preguntaba cómo lograban trabajar y encajar tan perfectamente juntas. De alguna forma, se las apañaban para hacerlo funcionar suave y sin complicaciones. Habían alcanzado un acuerdo mutuo de respeto y confianza que Beca había roto sin darse cuenta al renegar de una parte esencial de quien Chloe era como persona.

How many more shots (until you're rolling?)Where stories live. Discover now